*El Valor de la Honestidad*
Cuatro
jóvenes compitieron esforzadamente para conseguir el puesto de Gerente
del Departamento de crédito del Banco donde trabajaban. Luego de
considerar los méritos de cada aspirante, la Junta Directiva tomó la
decisión.
Honestidad |
Le notificarían al joven agraciado sobre su promoción, la cual incluía un sustancioso aumento salarial, durante una reunión que se había programado para después del almuerzo.Al mediodía, el joven que había sido elegido, se dirigió a la cafetería para almorzar. Uno de los directores se encontraba detrás de él, separado por varios clientes.El director lo vio seleccionar su comida que incluía una pequeña porción de mantequilla. Tan pronto como la puso sobre su plato, la cubrió con un poco de comida para ocultarla del cajero. De esa manera evitó pagar por la misma.Esa tarde, según se había acordado, se reunieron los directores con el fin de notificar al joven que habían elegido, pero antes de hacerlo entrar al salón, se informó de lo ocurrido en la cafetería a todo el directorio. Decepcionados todos, llegaron a la conclusión que si ese joven estaba dispuesto a mentirle a un cajero respecto a lo que había en su plato, también lo haría respecto a lo que había en las cuentas del Banco. Por lo tanto, unánimemente acordaron, que no le darían el puesto.Un engaño es una mentira y ésta no se mide en grados. La mentira es mentira; la verdad es verdad. ¡Y usted puede confiar en esa realidad!
Ø “Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan el bien.” Proverbios 12:20
Ø “Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad,
y en cuyo espíritu no hay engaño.” Salmo 32:2
Jamás debemos subestimar el poder de nuestras acciones.
Un pequeño gesto puede transformar para bien o para mal la vida de otro.
Un pequeño gesto puede transformar para bien o para mal la vida de otro.
Dios nos manda a ser honestos, a no robar, a no mentir, a no engañar.
ResponderEliminarY dice que todo lo que el hombre sembrare eso también cosechará, que no nos engañemos porque a Dios jamás se le engaña.