El significado de la palabra griega sozo [salvación], incluye la idea de
salud, sanidad e integridad del espíritu, alma y cuerpo.
********* La enfermedad del alma es un problema común en la humanidad. La
fraseología "quebrantado de corazón" es la que mejor describe algún
padecimiento del alma. Este término es usado para describir las heridas
internas del alma.
Jesús dijo: "…Espíritu del Señor está sobre mí… a sanar a los quebrantados de corazón [heridos del alma]" (Lc 4:18).
El Salmo 23, nos dice que el Buen Pastor de nuestras vidas "restaurará" nuestras almas.
Este es un tema muy importante, ya que, cualquier cosa que pueda
destruir el alma, de seguro que destruirá también el cuerpo. La
enfermedad del alma puede trasmitirse al cuerpo. Un quebrantamiento en
las emociones y mente, conducirá a un quebrantamiento o deterioro
fisiológico (en el cuerpo). Es vital que nuestras almas sean
restauradas.
Como hemos visto, las funciones del alma incluyen nuestra mente, emociones, imaginaciones y aun nuestra memoria.
Muchos cristianos sufren de las cicatrices de heridas que recibieron en
sus almas. Retienen muchos recuerdos dolorosos del pasado.
Como resultado, dudan del presente y tienen temor del futuro. Puede que
tengan respuestas en sus mentes, pero les es difícil razonar
correctamente cuando su corazón está herido.
Creo que todos estaríamos de acuerdo en que necesitamos "sanidad
interna" del alma. Nuestras mentes, memorias y emociones, necesitan ser
renovadas. He denominado a esto "liberación del alma".
A. DIOS NOS QUIERE SANOS
La sanidad del hombre en su aspecto total, es un proceso. Comienza por medio de un encuentro con Jesús como nuestro Salvador y Bautizador con el Espíritu Santo. Esto, trae como resultado un corazón nuevo y un espíritu liberado.
La sanidad del hombre en su aspecto total, es un proceso. Comienza por medio de un encuentro con Jesús como nuestro Salvador y Bautizador con el Espíritu Santo. Esto, trae como resultado un corazón nuevo y un espíritu liberado.
Dios siempre comienza en el centro de nuestro ser, en otras palabras, en
nuestro espíritu. Primero toca nuestro espíritu con Su Espíritu.
Después que nuestro espíritu es liberado, nuestra alma es restaurada.
Dios comienza la operación en nuestro hombre interior, en nuestro más
recóndito ser; lea Juan 7:37, 38. Luego, dirige Su obra de redención
hacia nuestras almas a fin de sanarlas y restaurarlas.
Él desea traer Su vida y poder sanador a nuestros espíritus, almas y
cuerpos, a fin de que seamos sin "culpa o tacha" (perfectos e íntegros)
cuando Él venga.
1. Espíritu, Alma Y Cuerpo: Nuestra Salud
Como hemos dicho, las funciones del espíritu, alma y cuerpo, están relacionadas mutuamente. Un "espíritu" saludable es un fundamento sólido para un "alma" saludable. Un "alma" saludable, favorece a tener un "cuerpo" saludable.
Como hemos dicho, las funciones del espíritu, alma y cuerpo, están relacionadas mutuamente. Un "espíritu" saludable es un fundamento sólido para un "alma" saludable. Un "alma" saludable, favorece a tener un "cuerpo" saludable.
Esto obra al revés también. Es muy difícil estar en nuestro mejor estado
espiritual, si estamos emocional o físicamente enfermos. Si tenemos
nuestras mentes o cuerpos enfermos, no podemos ser testigos efectivos
para Dios. Nuestras relaciones con el Espíritu de Dios son seguras y
recíprocas, pero la fluidez de Su Espíritu a través de nuestras vidas
hacia el mundo puede ser limitada.
Hemos sido creados para funcionar como personas "íntegras". Creo que el
Apóstol Juan hace referencia a esta verdad en una de sus cartas:
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Jn 2).
Este versículo nos enseña que la salud física está relacionada con el
bienestar de nuestra alma. En otras palabras, un alma saludable es
necesaria para un cuerpo saludable.
2. Espíritu, Alma Y Cuerpo: Nuestra Sanidad
Nuestros cuerpos tienen la tendencia de seguir la dirección tomada por nuestras almas, y nuestras almas siguen los pasos tomados por nuestros espíritus.
Nuestros cuerpos tienen la tendencia de seguir la dirección tomada por nuestras almas, y nuestras almas siguen los pasos tomados por nuestros espíritus.
Los problemas espirituales producen problemas mentales y emocionales
(del alma); éstos a cambio, producen problemas físicos (del cuerpo). Los
vínculos entre nuestro espíritu, alma y cuerpo, en realidad forman una
cadena irrompible.
Uno no puede resolver un problema psicológico (del alma) por medio de
tratar el cuerpo solo. De igual manera, uno no puede resolver un
problema espiritual, por medio de tratar únicamente con la mente o las
emociones.
Es por tal razón, que algunos tratamientos de doctores y psicólogos
fracasan. Las raíces que producen los problemas del alma o del espíritu
tienen que ser extraídas primero que nada.
Esto también es cierto aun cuando se ora por la sanidad divina de
algunas enfermedades físicas. Después de la oración, al parecer la
persona fue sanada. El dolor físico y los síntomas desaparecen por un
tiempo. Sin embargo, si las necesidades del alma (emociones) y del
espíritu no han sido satisfechas, los problemas físicos pueden volver a
mostrarse muy pronto.
He visto esto suceder muchas veces en el ministerio de los evangelistas
de sanidad divina. Muchas personas han sido totalmente sanadas y nunca
han vuelto a padecer de sus dolencias físicas.
No obstante, otros han continuado regresando por oración. Siguen "perdiendo" su sanidad después de un breve período de tiempo.
Muchos en el ministerio no están conscientes de los niveles más profundos de necesidad en las almas de las personas.
Sí, Dios desea que estemos bien. Quiere que estemos sanos en espíritu,
alma y cuerpo. Pero para recibir la sanidad, debe haber una obra íntegra
o total en los tres aspectos: una que se mueva desde el interior hacia
el exterior (comenzando en el espíritu, continuando hacia el alma y
concluyendo en el cuerpo).
De otra manera, únicamente ocurrirá una sanidad limitada o parcial que
no durará. Por esta razón, deseamos estudiar las clases de padecimientos
que pueden perjudicar el alma del hombre.
B. ENFERMEDADES DEL ALMA
Existen muchas cosas que pueden lastimar el alma permanentemente.
Existen muchas cosas que pueden lastimar el alma permanentemente.
1. Las Causadas Por...
a. Nuestros padres. Por ejemplo, muchos niños sufren debido a las faltas y fracasos de sus padres.
a. Nuestros padres. Por ejemplo, muchos niños sufren debido a las faltas y fracasos de sus padres.
Las Escrituras nos cuentan que los niños deben ser enseñados y
entrenados en amor (Ef 6:4). Las palabras y acciones poco amables e
imprudentes pueden causar temor o resentimientos en los corazones de los
hijos.
1) Los Abusos Físicos. Algunos padres son demasiado ásperos y
críticos. Nunca estimulan o animan a sus hijos. Algunos llegan a los
extremos de los abusos físicos y castigos crueles.
En tales casos, no sólo es el cuerpo el que sufre, sino que también el
alma (la personalidad y emociones) puede ser severamente lastimada.
Estas heridas internas son a menudo llevadas a la vida adulta.
2) Abusos Emocionales. Aun peores que los azotes y heridas de los
abusos físicos, están los golpes invisibles del escarnio de los padres
para con los hijos, los cuales, lastiman el alma permanentemente.
Aquéllos que han sido heridos de esa manera, crecen hasta ser adultos
con muchos problemas emocionales que afectan sus relaciones con los
demás: en la familia, en la escuela, en el trabajo y aun dentro de la
iglesia.
Muchos hijos sufren de complejos de inferioridad o baja autoestima.
Ellos no pueden verse a sí mismos teniendo éxito en nada. Tienen miedo
de tomar nuevas responsabilidades o de prepararse a sí mismos para una
mejor posición en la vida.
Han sido tan rebajados (escarnecidos y criticados) que han perdido la
esperanza. Viven bajo una nube de duda e inseguridad personal.
Cada uno de nosotros tenemos unos cuantos de estos sentimientos de vez
en cuando. No obstante, otros han sido lastimados tan horriblemente que
no pueden vivir una vida normal.
b. Nuestros Pecados. Las leyes del amor y de la moral de Dios
fueron dadas para nuestro bienestar. Descendieron del corazón de Dios
porque Él se compadece de sus hijos. Él nos dio leyes para guardarnos de
las heridas, perjuicios y del dolor. Cuando violamos Sus leyes morales,
trae como resultado quebrantamiento del alma o corazón. Cuando violamos
las leyes de Dios, terminamos con nuestras almas o corazones heridos
(lastimados).
No sólo trae sufrimientos a nuestras vidas, sino también a las demás.
Nuestros pecados afectan a otras personas, y sus pecados nos afectan a
nosotros. La consecuencia o resultado de violar la ley de Dios a menudo
produce gran dolor y sufrimiento a los hijos inocentes. Ellos no
deberían ser culpados por su dolor y sinsabores.
¿Tuvo usted un padre que tomaba licor en exceso? Tales padres a menudo
golpean a sus esposas e hijos bajo su estado de estupor. El niño sufre
(aunque inocente y sin culpa de mal alguno).
1) Pecados Sexuales. El pecado moral y las avenencias también
lastiman el alma. El Antiguo Testamento declara firmemente tal verdad de
la siguiente manera:
"Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada" (Pr 6:32, 33).
a) Lo Que Dice La Sociedad. Lamentablemente, la sociedad moderna
desea eliminar todos los límites morales con relación a las relaciones
sexuales. Algunos "necios" de los tiempos modernos dicen que mientras
nadie se oponga, cualquier clase de actividad sexual es aceptable.
El adulterio, la homosexualidad, el sexo con los niños y otras prácticas
vergonzosas, no son vistas como pecaminosas. Todas están dentro del
círculo de los "derechos" personales de cada individuo. Tales
actividades son, según esos leprosos morales modernos, marcas de madurez
y "libertad" personal.
b) Lo Que Dios Dice. La Palabra de Dios prohíbe explícitamente
una conducta inmoral de tal naturaleza, y advierte a las personas
respecto a los dolorosos resultados, tanto para el individuo como para
la sociedad.
Los principios divinos de moralidad son para nuestro bienestar y
felicidad personal. También son para el bien de la sociedad como un
todo.
El violar las leyes de Dios no trae la verdadera libertad. De hecho, el
hacer tal cosa nos empuja hacia esclavitud del pecado, lo cual, al final
conduce a la destrucción y a la muerte eterna.
En el proceso de descendencia, habrá mucho dolor en cada nivel: en el
espiritual, mental, emocional y físico. Esto es cierto para el individuo
y para la sociedad como un todo.
c) Resultados. La sociedad moderna ya está comenzando a cosechar
una siega horrible de las semillas pecaminosas que sembró. Los hogares
rotos, corazones y matrimonios quebrantados; niños confusos y
maltratados; madres sin casarse y los millones de abortos anuales;
además de las temibles enfermedades venéreas transmitidas sexualmente.
Y Dios se conduele porque el hombre sufre. Es un dolor producido por la
rebelión del hombre contra Sus leyes divinas del amor. El ignorar esta
verdad es como invitar a la tragedia, pues toda esa inmoralidad lastima y
destruye el alma.
2) Otros Pecados. Una luz adicional sobre las causas que lastiman
o hieren el alma pueden ser halladas en las siguientes palabras que
escribiera el Apóstol Pedro:
a) Lo Que Dice La Escritura. "Amados, yo os ruego como a
extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que
batallan [son los enemigos que pelean para destruir] contra el alma" (1 P
2:11).
Pedro está diciendo que si nosotros nos rendimos a los deseos fuertes de
la carne, esos pecados [como guerreros enemigos] procurarán destruir
nuestras emociones, mente y nuestra habilidad para pensar. Como
resultado, el alma será herida, lastimada y quebrantada.
b) Resultados. Nuestra vida interior descansa sobre el fundamento
de la razón y la emoción. Cuando nuestras emociones han sido
lesionadas, es difícil pensar apropiadamente. Recuerdos dolorosos son
entretejidos dentro de nuestros corazones y mentes. No podemos vernos o
entendernos a nosotros mismos, ni a otros claramente. El futuro está
lleno de imágenes aterradoras.
Nuestra imaginación recuerda cuadros o imágenes de lo que va a
suceder. El color o carácter de tales cuadros es controlado por el
bienestar de nuestras almas.
Cuando "todo está bien con nuestras almas", el futuro es esplendoroso y está lleno de fe y esperanza.
Sin embargo, si nuestras mentes, memorias y emociones siguen heridas por
los eventos dolorosos del pasado, la escena es bastante diferente. El
cuadro será pintado con colores oscuros del temor, la duda,
resentimiento, celos y el sentir pena por sí mismo. No es de asombrarse
del porqué el Dios de amor nos da pautas divinas por las cuales regir
nuestro modo de vivir. Él sabe el dolor que padeceremos si seguimos
practicando nuestros propios deseos carnales.
3) Las Obras De La Carne. En su carta a los Gálatas, Pablo
enumera las obras de la carne, las cuales, pueden lesionar el alma
severamente. Haríamos bien en prestar atención especial a estas obras
(Ga 5:19-21):
a) Adulterio: Tener relaciones sexuales con una persona que no sea su esposo o esposa.
b) Fornicación: Tener relaciones sexuales con personas que no son casadas (solteras, divorciadas, etc.)
c) Inmundicia: Pensamientos, obras y palabras impuras, homosexualidad.
d) Lascivias: Comportamiento egoísta y vergonzoso.
e) Idolatría: Adoración de ídolos y dioses falsos.
f) Hechicería: El uso de poderes mágicos y demoniacos.
g) Odio: Sentir aborrecimiento o deseos de matar a otra persona, tener mal temperamento.
h) Desavenencia: Disputa, riña, pelea.
i) Antagonismo: Celos.
j) Ira: Enojo.
k) Contiendas: Argumentos, peleas.
l) Sediciones: Causando divisiones.
m) Herejías: Falsas enseñanzas.
n) Envidias: Desear lo que otros poseen.
o) Homicidios: Matar o quitar la vida a otros.
p) Borracheras: Tomar bebidas alcohólicas (licor, vino fermentado, cerveza, etc.)
q) Orgía: Celebraciones sin control y donde abunda todo lo mundano y de satisfacción carnal.
2. Los Efectos Que Tendrán:
a. Sobre Nosotros. Las obras de la carne son diseñadas por el diablo para lesionar el alma. Después de la participación quedamos debilitados y heridos en nuestro interior. Nuestras vidas son robadas, desperdiciadas y aun destruidas. Una nación que permite y estimula esas actividades "naturales" de la carne, a través de las revistas, periódicos, películas, establecimientos de nudismo, etc., está cometiendo suicidio social. Está sembrando las semillas de la muerte y destrucción entre su pueblo.
a. Sobre Nosotros. Las obras de la carne son diseñadas por el diablo para lesionar el alma. Después de la participación quedamos debilitados y heridos en nuestro interior. Nuestras vidas son robadas, desperdiciadas y aun destruidas. Una nación que permite y estimula esas actividades "naturales" de la carne, a través de las revistas, periódicos, películas, establecimientos de nudismo, etc., está cometiendo suicidio social. Está sembrando las semillas de la muerte y destrucción entre su pueblo.
b. Sobre Nuestra Sociedad. En el nivel personal, los resultados
finales serán padecimientos mentales, emocionales y físicos. En el nivel
social, las normas morales decaerán y la proporción en las estadísticas
del crimen aumentarán.
Este es el lamentable estado en el cual encontramos a la mayor parte de
nuestro mundo hoy. Los hospitales, prisiones y otras instituciones,
están llenas hasta no tener lugar para uno más. Cuando los habitantes de
una nación están enfermos en sus almas, toda la sociedad sufre de igual
manera.
3. Tenemos Una Alternativa
Jesús advirtió a Sus discípulos de que el diablo ha venido para "robar, matar y destruir". Luego declaró: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn 10:10).
Jesús advirtió a Sus discípulos de que el diablo ha venido para "robar, matar y destruir". Luego declaró: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn 10:10).
a. Vida O Muerte. La alternativa es clara: es una entre la vida y
la muerte, el fruto del Espíritu o las obras de la carne. Cuando una
sociedad ignora o voluntariamente quebranta las leyes de Dios, está
abriendo las puertas para que el mismo diablo entre. Los resultados son
trágicos en cada nivel de la vida, ya sea de una persona, de una
familia, de una comunidad o de una nación.
"Bienaventurada es la nación cuyo Dios es Jehová" (Sal 33:12). Cuán
triste es cuando una nación fundada bajo los principios santos deja a
Dios fuera de su vida pública. Cuando los valores morales son reducidos
en las escuelas y en la televisión, hay un gran precio que pagar. El
pecado no es algo barato, cuesta un precio muy alto servir al diablo.
b. Acercándose A Dios. Cuando nos allegamos a Dios, Él se allega a
nosotros (Stg 4:8). Cuando dejamos a Dios fuera de nuestras vidas, nos
estamos desconectando de la fuente de protección de Su presencia. Él
honrará nuestra alternativa o selección, entregándonos a la
inmundicia... de nuestros propios corazones:
"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad… Por lo
cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de
sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos…
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas… recibiendo en sí
mismos la retribución debida a su extravío" (Ro 1:18, 24, 26, 27).
C. CONCLUSIÓN
Sí, vemos a nuestro alrededor los resultados de la maldad del hombre. El
pecado es como una espada que penetra hasta romper las partes más
remotas del alma del hombre.
Pero hay esperanza y se encuentra en la Palabra de Dios. En su gracia,
Él ha provisto sanidad para las heridas graves del cuerpo y alma del
hombre. Él desea nuestro bienestar tanto para nuestro bien como para Su
gloria.
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