Conmoverse! Dar su vida
“No hay amor más grande que dar la vida por los
amigos”
Jn 15, 9-17:
1.
LOS LLAMO AMIGOS
Nuestro
Señor Jesucristo resucitado, vivo y presente, que ha dado la vida por los
amigos, nos llama y nos atrae a su amistad. Ante todo, busca una confianza
mayor con cada uno de nosotros. Jesús se ha permitido contarnos todos sus
secretos, El nos ha introducido en la intimidad del Padre. Jesús nos ofrece una
amistad que va en serio, El, la ha
demostrado dando la vida por los que eran enemigos (Col 1,21-22) y
convirtiéndolos en amigos. A la luz de la Pascua hemos de examinar si nuestra
vida camina por los cauces de la verdadera amistad e intimidad con Jesucristo.
¿O talvez todavía le vemos alejado?. Nuestro Señor
Jesucristo, nos demanda a corresponder a esta amistad con la fidelidad a sus
mandamientos, ¿estamos dispuestos?
2.
“COMO EL PADRE ME AMÓ, TAMBIÉN YO LOS HE AMADO
A USTEDES. PERMANEZCAN EN MI AMOR”
Jesús, les
habla a sus apóstoles del ansia de su amor hacia ellos para que fructifiquen
unidos a El, pues los ama al modo sobrenatural, como el Padre le ama a El.
Unidos a El y amados por El no necesitan, para dar “mucho fruto,” más que
“permanecer en El.”
Y la prueba de
esta permanencia son las obras: mis mandamientos, mis preceptos. Porque no
todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad del Padre (Mt 7:21). Ha de ser
copiado su ejemplo: como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco
en su amor.
Y les dice esto
para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto Porque cumplen el
mensaje del Padre, que El trajo como el Enviado. Y para nuestro gozo sea
cumplido. Pues al saber que estamos unidos a Cristo-Vid, permaneceremos
unidos a El y que al guardar sus mandatos, sabemos entonces la meta suprema
de sus aspiraciones: ser amados por el Padre.
3.
COMO TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES
Jesús nos dice:
como también yo los he amado a ustedes. Jesús nos ama con el mismo amor que
ama al padre. Hoy por lo general
definimos el amor como aquel sentimiento de afecto, cariño, solidaridad que
una persona siente hacia otra y que se manifiesta generalmente en desear su
compañía, alegrarse con lo que se considera bueno para ella y sufrir con lo
que se considera malo.
Le decimos
amor, a nuestra persona amada, decimos que se hace con amor, cuando se hace
algo con esmero, con mucho cuidado, cuando deseamos hacer algo con mucho
gusto, decimos que lo hacemos de mil amores, cuando somos generoso en hacer
algo y lo hacemos de forma gratuita, decimos que lo hacemos por amor al arte,
y cuando pedimos algo con humildad y caridad decimos por amor a Dios.
¿Pero cómo fue
el amor de Jesús?, En los Evangelios encontramos la fuerza del amor de Jesús,
es un libro abierto para descubrir como fue el amor de Jesús, “En esto
Conocerán todos que sois mis Discípulos, si tenéis amor los unos por los
otros” (Jn, 13-35), “Como el Padre me Amó, también
yo os he amado; permaneced en mi amor” (Jn 14-9),
“Si Guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”, (Jn 14-10) “Este es mi mandamiento: que os améis los unos
a los otros, como yo os he amado” (Jn 14-12),
“Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 14-13) “Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo
daré a conocer Todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos,
y yo en ellos." (Jn 17-26)
4.
DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ
Podemos
encontrar muchas manifestaciones de sensibilidad, por la cual conocemos como
es el afecto de Jesús, podemos descubrir al hombre con la inclinación natural
a hacer el bien, podemos hallar dulzura, suavidad, amabilidad de carácter, no
solo tiene la facultad de ser el perfecto amigo bueno, además en todo lo
parece, se manifiesta claramente su sentimiento de pena y lastima por la
desgracia o el sufrimiento ajeno, para todo se inclina con afecto, su
carácter es templado, apacible, en otras palabras es el puro amor, que nos
maravilla por su aptitud del conocimiento perfecto de la comprensión, con un
dominio absoluto para el entendimiento y la capacidad para respetar y ser
tolerante con los demás, El posee el mayor grado posible de la cualidad
Amor puro por
los niños;"Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque
de los que son como éstos es el Reino de los Cielos" (Mt 19, 14), ese amor natural por el bien de los
demás;”Entonces Jesús, levantándose, le dijo: "Mujer, ¿dónde están
ellos? ¿Ninguno te condenó?" "Ninguno, Señor", respondió ella.
Y Jesús le dijo: "Yo no te condeno tampoco. Vete, desde ahora no peques
más” (Jn 8, 10-11), así podríamos llenar muchas
páginas de ejemplo sobre como amo Jesús.
5.
A QUIEN MIRÓ JESÚS, LOS HIZO CON AMOR
A quien miró
Jesús, los hizo con amor, así nos mira a nosotros hoy, con afecto, y cuando
nos habla lo hace al corazón, su suave voz es además una insistencia
permanente en nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y
a la cual debemos guardar fidelidad, y a amarlo como el lo hizo y lo sigue
haciendo.
Así es el amor
de Jesús, ese que no condena, ese que nos da misericordia, ese que transforma
nuestras vidas, ese que nos da paz absoluta, por tanto podemos definir que
Jesús es perfecto e inigualable sinónimo de amor.
6.
“ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE
AMADO”
La situación
histórica de esta sección queda sugerida por el lugar paralelo del amor al
prójimo, evangelio según san Juan 13:34.35, donde Cristo nos dice: “Les doy
un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado,
ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que
ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.
El amor mutuo
que han de tenerse no es filantropía, ha de estar calcado en el ejemplo de
Él: que se amen como El los ha amado. Precisamente por este modo es por lo
que antes llamo también a este precepto “un mandamiento nuevo”.
7.
NO HAY AMOR MÁS GRANDE QUE DAR LA VIDA POR LOS
AMIGOS
Como ejemplo
que clarifique este amor suyo, pone lo que es prueba humana, esto es dar la
vida por los amigos. No es que Cristo restrinja la universalidad de su
muerte, sino que utiliza la comparación usual humana.
Al hablar de
amigos, le lleva a llamar a sus apóstoles amigos. Ya que los servidores
ignoran lo que hace su señor. El Antiguo Testamento tenía más aspecto de
servidumbre. Sin embargo los amigos conocen sus intimidades. Y El les revelo
el gran secreto y mensaje del Padre, es decir el Evangelio, las intimidades
de Dios. Pero la verdadera amistad exige obras. Así como nos dice: Ustedes
son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Como amigos de
Cristo son predilectos. Y esto evoca la elección que hizo de ellos para el
apostolado, como lo indica el término lingüístico según san Juan 13:18, donde
les dice: “no hablo de todos ustedes, yo se a quién he escogido”.
8.
YO EL QUE LOS ELEGÍ A USTEDES.
Directamente se
refiere no a la predestinación, sino a la elección, vocación, al apostolado, que
les hizo al llamarlos a cada uno en su día, san Juan 6, 70: ¿No les elegí yo
a los doce?, y de este modo no piensen que este privilegio fue algo que salio
de ellos.
La finalidad de
esta elección es para que vayáis. El sentido es: a seguir su camino, (Mt 9:6; 19:21) es la misión de apóstoles; y no se pone
término geográfico a su misión, “Id pues y hagan
discípulos a todas las gentes”, (Mt 28-19): es
decir que den mucho fruto de apostolado. Es la vocación a la santidad antes
dicha. Y es a lo que lleva la sección siguiente, en que habla de las
persecuciones que tendrán por causa de él.
Y cuando nos
dice Jesús: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los
elegí a ustedes.”, tenemos que comprender, que no le hacemos un favor a Jesús
acatando su llamada, El nos esta haciendo a nosotros una ayuda, por tanto
debemos estar agradecido del Señor, El nos llama a la santidad en nuestras
vidas, entonces no es suficiente alborozarse por este llamado, es necesario
comprender cual es la razón y el fin de esta elección, así como nos lo dice
Jesús: “Y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”, es
decir, el fruto de su apostolado que sea de una eficacia permanente allá
donde ellos arrojen la simiente.
9.
“ASÍ TODO LO QUE PIDAN AL PADRE EN MI NOMBRE,
ÉL SE LO CONCEDERÁ”.
Y otra vez se
pone la oración como medio eficaz de apostolado. “Así todo lo que pidan al
Padre en mi nombre, él se lo concederá”. El apóstol tiene en la oración un
recurso de éxito, pero tiene la obligación de usarla como medio normal del
fruto de su apostolado. La forma rotunda con que está expresada la concesión
de todo lo que pidan tiene una explicación semejante a lo anteriormente
expuesto.
La sección
termina con una exposición impactante: Lo que yo les mando es que se amen los
unos a los otros. Pero solo hay un precepto: el amor.
Toda la
voluntad de Cristo se resume en esta palabra, amor, amar, de este modo y solo
así se cumple la voluntad de Dios y la misma voluntad del Hijo, que no es
otra que la voluntad del Padre.
10.
LO QUE YO LES MANDO ES QUE SE AMEN LOS UNOS A
LOS OTROS
Amar es
entregarse, es darse, es saber que podemos hacer nosotros por nuestro amado
Jesucristo que vive en nuestro prójimo, y entregarnos a nuestro prójimo como
Cristo se entrego por todos nosotros. Pero finalmente Jesús nos da un
mandato: “Yo les mando” y hay un solo precepto, el amor. “Porque sólo el amor es el que une y junta
el alma con Dios” (San Juan de la Cruz 2N 18,5). Ante este mandato, nos
hacemos una pregunta: ¿Cuanto estamos dispuesto a acoger este mandato de
Cristo?, no es un favor el que nos pide, es un precepto, ciertamente no es fácil
cumplir este pedido como lo hace nuestro Señor Jesucristo, porque El que
tiene una inclinación natural de amor hacia los hombres, pero como dice San
Juan de la Cruz, (EP 26), “Y adonde no hay amor, ponga amor y sacará amor”, ¿es
muy difícil esto?
El Señor Jesús les
Bendiga, les regale su amistad y su amor a todos
Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant
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