Créelo: La pura verdad *EL INFIERNO
Dos amigos hablaban
acerca de qué hay después de la muerte. "Nadie sabe",
afirmó uno de ellos, y añadió: "Pero esto sí, que el
infierno es un mito. ¿Cómo puede un Dios de amor condenar a
Sus criaturas a un lugar de castigo eterno?" Su amigo
movía la cabeza señalando su acuerdo, y parecía que allí
iba a terminar el asunto. Pero los dos se quedaban sentados
en silencio por un momento, y de repente el que antes
escuchaba dijo: "Y con esto que decías, que nadie sabe,
estamos incluídos, con que, ¡supónte que después de todo,
existe el infierno! ¡Ay, cambiemos de tema!"
Pero el tema no va
a desaparecer, así que te quiero preguntar, estimado lector,
acerca de los dos amigos se preguntaban: Y si es verdad, si
existe el infierno, ¿qué? Jesucristo mismo describió el
infierno como un lugar de "tinieblas"
y un " horno de fuego"
donde será "el lloro y el crujir
de dientes" (S. Mateo 13:42).
Algunos dicen que no hay nada después de la muerte, y otros
dicen que los muertos no tienen conocimiento, no son
conscientes de nada. Pero de las palabras de Cristo, quien ha
muerto y vuelto, es evidente que la muerte física no es el
final, sino que existimos después, que el infierno es real,
¡y que allí el hombre es tan consciente de sí mismo y de
su alrededor como lo era cuando vivía en este mundo!
La Sagrada Biblia,
que es la Palabra de Dios, afirma que el infierno es un lago
de fuego y azufre (Apocalipsis 20:10), no una teoría ni un
concepto filosófico, ni mucho menos un cuento, sino un lugar
real de llamas que arden y queman (Apocalipsis 14:11) pero no
consumen, como el fuego divino que Moisés vio en Éxodo 3:2.
El infierno es el fin de los que se olvidan de Dios (Salmo 9:17),
y el castigo eterno de los pecadores de toda clase y de los
hipócritas religiosos también, donde sufren y sufrirán
tormentos día y noche sin descanso. No es agradable pensarlo,
pero es verdad que es así. El infierno es un lugar donde la
gente ora pero sus oraciones no son contestadas (S. Lucas 16:27).
El infierno es un lugar donde los que allí están no quieren
que vengan sus parientes y seres queridos (S. Lucas 16:28).
Los condenados no se aniquilan, no son destruidos, sino que
sufren eternamente las consecuencias de su ignorancia
voluntaria acerca de Dios, de su rechazo del evangelio y de
sus obras, palabras y pensamientos impíos. Allí en el lago
de fuego, les atormenta hasta incluso su propia mente, su
memoria (S. Lucas 16:25), acerca de cosas que les gustaría
olvidar, pero que no pueden. As posible que algunos de los
que yacen allí en llamas de fuego piensan que están en el
purgatorio y que saldrán, pero es mentira y es una esperanza
vana y cruel. Escucha, amigo mío, el purgatorio (que es
dogma que tiene que ser creído por todo buen católico-romano)
es algo que no existe, que no aparece en la Biblia, pero el
Hades, sí existe; y el Infierno, también. Sobre las puertas
de este lugar podrían escribirse con razón las famosas
palabras: "Abandonad esperanza todos los que entréis
por estas puertas". ¿Por qué? Porque el mismo
Jesucristo, que sabe más que Papas y sacerdotes y santos,
afirmó que no saldrían de allí nunca (S. Lucas 16:26). No
están para ser purificados, reformados o rehabilitados. El
infierno es el castigo eterno. No solamente el lugar es
eterno, sino también el castigo lo es, según la Palabra de
Dios. Así que, no te dejes engañar por las palabras dulces
de sacerdotes o de los llamados "Testigos
de Jehová" o "Adventistas" u
otros que solo hablan de "amor" y te dicen lo que
te gusta oír, que el más allá no será así. Con tristeza
de advierto de que si ellos no se arrepienten, ¡estarán allí
comprobando que es eterno!
Así que supónte,
y es más que una suposición, que después de todo, es
verdad que Dios castigará el pecado. Tómalo muy en serio,
porque la misma Sagrada Biblia lo afirma diciendo: "
está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio" (Hebreos
9:27). Esto significa que no hay reencarnación, no hay
segundas oportunidades. Está claro que hay una vida, esta
que vives ahora, y es la única que tendrás; y ella terminará
en una cita inevitable con la muerte, y después de esto, el
juicio.
Supónte que después
de todo, es verdad que no podemos ir al cielo en base a
nuestras buenas obras. Toda la vida nos han dicho: "sé
bueno e irás al cielo" ¿verdad? Aunque no te guste,
debo informarte que en esto los Católico-Romanos, los
Testigos y los Mormones están de acuerdo: porque todas ellas
son religiones de obras , de gente tratando de ser buena para
salvarse. Y por sinceras y religiosas que sean esas
religiones, están equivocadas y lo que enseñan es,
francamente engaño y es mentira. Sí, es mentira, porque no
podemos ser buenos sin la gracia de Dios. En su epístola a
los Romanos 3:10, San Pablo declara: "
No hay justo, ni aun uno", y en el
libro de Isaías 64:6 es hombre de Dios nos informa que ante
el Dios Santo y Justo :" todas
nuestras justicias son
como trapos de inmundicia".
Supongamos que
después de todo, es verdad que Jesucristo es el único
Salvador y Mediador entre Dios y los hombres. Pues así es,
porque Él mismo dijo: "Yo soy el
camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí" (S. Juan 14:6). Nadie más
puede rogar por ti ante Dios, y nadie más puede ser tu
mediador, sino solo Jesucristo. Entonces, sin Él, estarás
perdido, sí, perdido en el infierno para siempre.
Sí, el infierno
existe, y si antes te daba risa, ya puedes dejar de reírte,
porque no es de risa. Si la punta de tu dedo o tu lengua no
aguanta la pequeña llama de un mechero, ¿cuánto menos
cuando tú estés sumergido en un lago de fuego? ¡Fuego que
arde y quema pero no consume! Respiras y se llenan tus
pulmones del fuego divino, y ardes por dentro y por fuera en
aquellas llamas. Llamas que destruyen, que quiere decir que
te arruinan, pero sin aniquilar, en el lugar tenebroso donde
todos los que van allí "serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos"
(Apocalipsis 20:10). No vas a ver a ningún cantante, ni habrá
juergas, ni siquiera una sola persona con quien hablar y
expresar tus dolores. "Está
reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas"
(S. Judas 13). Cuando entres allí maldecirás el día que
escuchaste a los que te dicen que no existe. ¡Te dijeron mentira
y tú les creíste porque te gustaba lo que decían! Pero
Dios afirma que: "los cobardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en
el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda".
(Apocalipsis 21:8). Así que, después de todo, hay infierno,
amigo, y bien debes temer, porque Jesucristo te aconseja: "No
temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden
matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y
el cuerpo en el infierno" (S.
Mateo 10:28).
¿Por qué?
Sencillamente porque tú eres pecador. Ante la Palabra de
Dios, tus pensamientos, deseos, palabras y hechos demuestran
que eres pecador. No te compares con otros, y no digas que no
has hecho nada a nadie, porque no es así. Cada pecado tuyo
ofende a Dios y contribuye a la contaminación espiritual de
Su creación. Dios, siendo Santo y Justo, tiene que castigar
el pecado. No busques el consuelo liviano de los que te dicen
que Dios es amor, que Dios es muy misericordioso, porque
ellos son falsos profetas que no te dicen toda la verdad
acerca de Dios. Dios es amor, pero Su amor no previene el
eterno castigo de los que mueren en su pecado, porque la
Biblia dice que Dios: "ama la
justicia y aborrece la maldad" .
Dios no será misericordioso con el pecado, y si no te
arrepientes, y no buscas la salvación que hay en Jesucristo,
estarás perdido, nunca conocerás el amor de Dios.
Así que,
cree la Biblia, cree a Jesucristo, porque existe el infierno
y tú vas allí si no cambias. Teme a Dios, y busca la
salvación que Él ofrece gratuitamente. Si esta salvación
te interesa, podemos indicarte en la Biblia, la Palabra de
Dios, cómo puedes ser salvo y escapar del juicio por tus
pecados, ponte en contacto con nosotros y gratuitamente y sin
compromiso te indicaremos cómo puedes ser salvo por la
gracia de Dios. No te fíes de otros caminos, ni mucho menos
de los que te dicen que después no hay nada, porque "hay
camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino
de muerte" (Proverbios 14:12). Hoy
aún es día de salvación para ti, si quieres, y espero que
quieras. Tu actitud hace toda la diferencia. Así que,
aprovecha tu oportunidad mientras puedas, porque si no,
lamento decirte que mañana... ¡al infierno!
traducido y
adaptado por Carlos Tomás Knott
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