El odio y los resentimientos pueden manchar hasta los mejores recuerdos
de nuestra infancia. Todos nosotros tenemos buenos recuerdos de nuestra
infancia, jugar en el jardín a media tarde, las fiestas de cumpleaños en
familia, ver los dibujos animados con tu hermano los sábados por la
mañana e irte a dormir con un beso de buenas noches. Sin embargo, en
todo el mundo no predominan este tipo de recuerdos, sino otros como
peleas con sus padres, enfrentamientos con sus hermanos, etc. No tener
buenos recuerdos de la infancia puede desencadenar que la persona viva
con resentimientos el resto de su vida.
El rencor o los resentimientos pueden tener su raíz en algún hecho de la infancia, continúan durante la adolescencia y persisten en la edad adulta, sobre todo si no se tratan. Aunque sean un hecho, no es la mejor forma de vivir ya que te gastan la energía y nos hacen incapaces de desempeñar tareas simples. Por supuesto, pueden afectar a nuestras relaciones sociales; no seremos capaces de llevar una relación sana con los amigos o la pareja si hemos tenido traumas en la infancia y no se han superado.
Puedes vencer estos resentimientos y traumas si sigues estos 10 consejos. Pero debes recordar que esta no es la única manera de acabar con los traumas sino que debes buscar, además, otras formas que te motiven a tí personalmente. Utiliza estos consejos como apoyo.
1. Lleva una vida espiritual: aunque pueda resultar un poco abstracto, el llevar una vida relajada y espiritual puede ayudare a conocerte a tí mismo. Busca formas de comprenderte a tí mismo y conseguirás saber de dónde vienen tus traumas.
La Biblia es el libro que te muestra el Dios del amor y perdón
2. Escribe un diario.: coge un cuaderno de notas cualquiera y decóralo acorde con tus gustos y preferencias y escribe en él las cosas por las que te sientes agradecido, los compromisos que vas asumiendo para superar tus problemas. Comprométete a escribar todos los días en él las cosas por las que debes dar las gracias. Las cosas pueden ser tan fáciles como volver a hablarte con tu mejor amigo, con el que no hablabas desde hacía dos años o que tu jefe te aumente el sueldo.
El diario te ayudará a ver la parte positiva de la vida. Al obligarte a buscar cosas por las que dar las gracias te obligas a ver más allá de las cosas tristes. En la vida hay más cosas además de tristeza y dolor.
3. No tengas miedo de buscar ayuda. Busca un grupo de apoyo en el que hablar de tus traumas y escuchar a gente que tenga el mismo problema que tú. Eso te ayudará a ver dónde está el origen de tus problemas y los demás podrán darte consejos. El sentimiento de hermandad te ayudará a no sentirte tan solo.
4. Aprende a escuchar. Uno de los grandes problemas de la raza humana es nuestra incapacidad de escucharnos. Algo que aprenderás en los grupos de ayuda es, no sólo a hablar de tus problemas, sino también a escuchar cómo se sienten otros con el mismo problema. Puede que así también te des cuenta de que tus problemas, a lo mejor, no son tan importantes como los de los demás y te sentirás mejor.
5. Enfréntate a la persona: si la persona causante de tus traumas está todavía viva, intenta ponerte en contacto con ella y reconciliaros. Si esa persona se disculpa, agradéceselo, si no, vete. Pero debes enfrentarte a los problemas e intentar ponerles remedio.
6. Intenta perdonar aunque sea un proceso lento. El perdón es la llave para conseguir paz contigo mismo. Si aprendes a perdonar, aprenderás a dejar a un lado el odio y controlar tu temperamento.
7. No descargues tu odio con los demás. No hagas que tu familia y amigos que, al fin y al cabo, son la gente que te quiere, pague tus traumas y odios.
8. Ocupa tu tiempo: practica algún ejercicio, apúntate a alguna clase de idiomas, haz senderismo, etc, en definitiva, ocupa tu tiempo y manten la cabeza ocupada. De esta manera no pensarás en tus problemas aunque sea durante el periodo de tiempo que estés ocupado.
9. No te refugies en el alcohol o en las drogas para evadirte del problema. Enfréntate a él.
2. Escribe un diario.: coge un cuaderno de notas cualquiera y decóralo acorde con tus gustos y preferencias y escribe en él las cosas por las que te sientes agradecido, los compromisos que vas asumiendo para superar tus problemas. Comprométete a escribar todos los días en él las cosas por las que debes dar las gracias. Las cosas pueden ser tan fáciles como volver a hablarte con tu mejor amigo, con el que no hablabas desde hacía dos años o que tu jefe te aumente el sueldo.
El diario te ayudará a ver la parte positiva de la vida. Al obligarte a buscar cosas por las que dar las gracias te obligas a ver más allá de las cosas tristes. En la vida hay más cosas además de tristeza y dolor.
3. No tengas miedo de buscar ayuda. Busca un grupo de apoyo en el que hablar de tus traumas y escuchar a gente que tenga el mismo problema que tú. Eso te ayudará a ver dónde está el origen de tus problemas y los demás podrán darte consejos. El sentimiento de hermandad te ayudará a no sentirte tan solo.
4. Aprende a escuchar. Uno de los grandes problemas de la raza humana es nuestra incapacidad de escucharnos. Algo que aprenderás en los grupos de ayuda es, no sólo a hablar de tus problemas, sino también a escuchar cómo se sienten otros con el mismo problema. Puede que así también te des cuenta de que tus problemas, a lo mejor, no son tan importantes como los de los demás y te sentirás mejor.
5. Enfréntate a la persona: si la persona causante de tus traumas está todavía viva, intenta ponerte en contacto con ella y reconciliaros. Si esa persona se disculpa, agradéceselo, si no, vete. Pero debes enfrentarte a los problemas e intentar ponerles remedio.
6. Intenta perdonar aunque sea un proceso lento. El perdón es la llave para conseguir paz contigo mismo. Si aprendes a perdonar, aprenderás a dejar a un lado el odio y controlar tu temperamento.
7. No descargues tu odio con los demás. No hagas que tu familia y amigos que, al fin y al cabo, son la gente que te quiere, pague tus traumas y odios.
8. Ocupa tu tiempo: practica algún ejercicio, apúntate a alguna clase de idiomas, haz senderismo, etc, en definitiva, ocupa tu tiempo y manten la cabeza ocupada. De esta manera no pensarás en tus problemas aunque sea durante el periodo de tiempo que estés ocupado.
9. No te refugies en el alcohol o en las drogas para evadirte del problema. Enfréntate a él.
Refúgiate En el Dios de Amor JESÚS
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