*Cuando nadie defiende nuestra causa* |
"Dios nos defiende! |
“Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza ... ”Mateo 27:39 Es una noche calurosa, estoy en mi habitación escuchando una hermosa canción que se llama “razón de vivir”. Esta canción habla sobre el amor de Dios y la razón de vivir que él nos da aunque algunos no encuentran motivos para vivir porque el mundo da amargura. Dios nos ofrece alegría en lugar de tristeza, aunque nadie pareciera mostrarnos amor sincero, él si lo hace. Cuando nadie parece apostar nada por nosotros, Dios si lo hace. Esta canción me recordó un episodio muy hermoso que encontramos en la Biblia y es sobre la crucifixión de Jesús, lo leemos en el evangelio de Mateo, capitulo 27 y sus versículos 32 al 42. Este episodio relata entre otras cosas cuando llevaron a Jesús a un lugar llamado Gólgota (significa lugar de la Calavera). A Jesús le dieron a probar vinagre mezclado con hiel, pero él no quiso beberlo, ya que esta bebida adormecía el cuerpo para que los condenados que habían sido maltratados antes de ser crucificados no sintieran mucho dolor. Jesús no lo quiso porque él quería sentir ese dolor. Antes de colgarlo en la cruz le quitaron sus vestidos, esto significa que le quitaron sus únicas pertenencias, lo crucificaron junto a dos ladrones como si él también lo fuera. Estando en lo alto, en esa cruz la gente comenzó a pasar para ver su humillación. En las escrituras leemos que la gente se le acercaba solo para insultarlo y burlarse de él y no para consolarle o darle palabras de aliento. El versículo 39 dice: “Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza...”, en otras palabras las personas trataban de decir con ese movimiento de cabeza “yo no doy nada por este”, “yo no lo defendería”, “¿que puedo hacer yo por este, si él mismo no puede hacer nada por él?”. En fin, ese movimiento de cabeza pudo significar muchas cosas más que Jesús tuvo que soportar. Esta lectura me llevo a pensar en la situación de muchas personas que están en difíciles circunstancias y que por más que hagan o dejen de hacer parece imposible que puedan salir de ese problema a tal punto que nadie podría defender su causa. Si hiciéramos un recorrido por las calles buscando este tipo de población nos encontraríamos con gente que esta completamente perdida en los vicios del alcoholismo o drogadicción; niños abandonados pidiendo en las calles, sucios y sin una educación la cual hace pensar que les espera un futuro incierto como adultos; mujeres viviendo una vida indigna vendiendo sus cuerpos para obtener sus sustento diario o ancianos abandonados por sus familiares. Así podemos llegar al sector de personas con discapacidad en nuestro país que lastimosamente esta lejos de ofrecernos accesibilidad a la educación, trabajo, cosas que necesitamos para integrarnos plenamente a la sociedad, entonces llega un momento que sentimos que los demás “menean la cabeza” y no defienden nuestra causa, porque no somos personas en quienes se deban invertir en la educación, ¿para que?, si de todas formas no obtendremos un trabajo. Tampoco somos prospecto para formar nuestra propia familia, ¿para que se fijarían en una mujer u hombre con discapacidad?, si de todas formas las personas discapacitadas no sentimos, según el errado pensamiento de algunos, por lo tanto no podemos tener pareja y mucho menos engendrar hijos o dar a luz. Debo aclarar que este es el pensamiento de la mayoría en nuestra sociedad, no de todos, gracias a Dios que él pone en nuestro camino a seres que nos aman, nos respetan, nos ayudan y defienden nuestra causa y no menean la cabeza porque creen en nosotros como seres humanos que somos capaces de hacer lo que nos proponemos. Dios también defiende nuestra causa, la defendió ese día cuando permitió que su hijo amado Jesús muriera en la cruz del calvario por ti y por mi. Por eso Jesús no bebió de ese liquido que menguaría su dolor, el quería sentirlo, por eso él entiende tu dolor, mi dolor. Él entiende lo que se siente cuando nadie defiende tu causa. Él creyó en nosotros, nos amo desde antes de la fundación del mundo, sabía cuál sería nuestra situación aquí en la tierra y nos quiere dar la fortaleza para vencer retos para poder vivir y cumplir nuestro propósito aunque otros “meneen la cabeza”, diciendo que no podemos, Dios si defiende nuestra causa y nos dice que si podemos. No temas… Adelante que Dios es tu defensor… No temas… Adelante que Dios es tu defensor…
Así decía el salmista y Rey David
en la palabra. Muchas veces nos sentimos atropellados cuando tenemos la
certeza de que estamos siendo rectos y justos ante los ojos de los
hombres y de Dios. Sin embargo el enemigo usa personas incluso muy
cercanas y familiares para hacerte sentir abandonado de la misericordia
de Dios. Por ello en momentos de intenso dolor y rabia por las
actitudes de personas que amamos o, las que son distantes en nuestros
afectos debemos tener claro, que si vivimos con los pies en la tierra y el corazón en el cielo haciendo la voluntad
de Dios no tendremos porque temer a nada. No dejemos ensuciar nuestro
corazón de amargura, no nos dejemos afectar por palabras necias y mal
intencionadas del intrigoso.
Si somos temerosos y cumplimos
conscientemente los mandatos divinos que vienen de Dios y que están en
la palabra, sin religiosidad ni fanatismos inventados por el hombre,
claros de que esa es la lámpara a nuestros pies y la guía al éxito;
podemos estar seguros de que ni en lo alto ni en lo bajo, ni en la calma
ni en la tormenta Dios nos dejara solos y menos nos dejará caer en
vergüenza.
Recuerden que en permanente oración y
confiados en la protección de Dios no hay nada ni nadie que pueda lograr
con nosotros sus malas intenciones. “Cuando más oscuro está es porque
ya va a amanecer”. Así que levántate y anda. No te dejes afectar por la
sorprendente condición humana, por el que dirán, por los chismes que
levantan sobre ti, si te miraron mal o si algún amigo o familiar al que
has amado y en quién has confiado te defraudó.
En la vida todo tiene un para que y nada pasa sin que eso tenga un propósito. La biblia
dice “El caballo se alista para el día de la batalla, más Jehová es el
que da la victoria” Proverbios 21, 31. También dice “Aunque ande en
valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás
conmigo tu vara y tu callado me infundirán aliento, aderezas mesa
delante de mí en presencia de mis angustiadores” Salmo 23.
Por lo demás y como dicen aquí en mi país
"Levántate y sacúdete que eso no son penas"
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Salmo 42
ResponderEliminar1Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa
contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.
2Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?,
¿por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
3Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
4Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío.
5¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío».