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INTRODUCCIÓN
El Virus del Papiloma Humano (VPH), es un virus tan común que afecta tanto a hombres como a mujeres alojándose en el tejido epitelial y mucoso en forma latente, esperándo el momento adecuado para manifestarse produciendo síntomas molestos como escozor y ardor y otros son asintomáticos.
El VPH está constituido por material genético es decir, ADN (ácido desoxirribonucleico) que es capaz de invadir células de la mucosa y/o epiteliales como lo son: zonas ano -genitales, bucofaríngeas y piel en general. Esas verruguitas, cadillos o condilomas son producidos por el VPH, usualmente estas lesiones son originadas por papillomavirus de bajo riesgo oncogénico. Sin embargo, algunos tipos de VPH son capaces de producir lesiones severas en la vulva, cuello uterino y ano de la mujer, en el pene y ano del hombre, que inclusive pueden llevar al desarrollo de cáncer en estas zonas tan delicadas. Dicho virus presenta una multitudinaria familia ya que en la actualidad se han encontrado mas de 100 especies relacionadas y de estos se han detectado y clasificado 15 de los cuales tienen manifestaciones oncológicas (cáncer), es decir que existen VPH de bajo y alto riesgo.
La infección por VPH es básicamente un problema que puede afectar a la pareja sexual, pero es factible que otras personas y niños cercanos al paciente se vean afectados. Por eso, entender su forma de transmisión contribuye a la prevención. Clásicamente, es adquirido por el contacto con una zona de piel ó mucosa ya infectada, por ello debido a la gran intimidad durante las relaciones sexuales se hace más probable el contagio con el virus.
En Venezuela, el 70% de las personas infectadas con VPH han adquirido la infección por vía sexual. Los hombres infectados que no tienen manifestaciones clínicas evidentes pueden transmitir el virus a su pareja "sin conocimiento de causa". El 40% de los hombres con VPH albergan al virus en la uretra sin ninguna manifestación externa que advierta a su compañera(o) sexual la existencia del inquilino no deseado. Esto señala a la uretra y al prepucio como reservorios del VPH, lo que constituye mayor riesgo a presentarse una infección persistente en las parejas sexuales.
Otras formas de transmisión comprobada pero con bajas probabilidades de infección son:
Contacto íntimo con objetos usados por personas infectadas, tales como toallas húmedas, sábanas, ropa íntima, trajes de baño húmedos.
Transmisión de madre infectada a su hijo (a) durante el parto (si hay lesiones en el canal vaginal ó en la vulva) ó después en los cuidados diarios del bebé particularmente si las lesiones tipo verruga/cadillo están presentes en la mamá.
Este inquilino no deseado a veces no da manifestaciones evidentes de su visita, pero debemos estar pendientes cuando aparecen los siguientes síntomas:
Ardor ó picazón constante en las zonas genitales.
Aumento en la sensibilidad y aparición de dolor en los genitales durante las relaciones sexuales.
Flujos y hemorragias vaginales fuera del ciclo menstrual ó regla.
Presencia de verrugas, pequeñas malformaciones de la piel en forma de coliflor y los vulgares cadillos.
Si se presenta alguno de los síntomas anteriores, hay especialistas médicos como los ginecólogos, urólogos y dermatólogos, a los cuales se puede acudir para salir de dudas.
Y es de vital importancia que se tome en cuenta la gran responsabilidad de cuidarnos o hacerle seguimiento al tratamiento si se observa persistencia en nuestro cuerpo ya que aproximadamente 10 de los 30 tipos de infección genital por VPH identificados pueden provocar, en casos raros y cáncer cervical y está demostrado clínicamente que el VPH es un agente etiológico en el desarrollo de cáncer cervical o de cervix, demostrado y afirmado por parte de investigadores y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalando que al menos el 99,7% de los cánceres de cuello uterino contiene el ADN del Virus del Papiloma Humano (VPH).
De este modo, el cáncer de cuello de útero es uno de los problemas mas frecuentes al producir la muerte en muchas mujeres en edad reproductiva. A este hecho, existen cifras alarmante a escala mundial con un registro anual de 500 mil casos de cáncer cervical, 80% de los cuales ocurren en países en desarrollo como en Africa, America Latina y Asia.
Por lo tanto es de suma importancia educar e informar a la población en general con respecto a esta situación.
En Venezuela, el cáncer de útero es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres. Datos estadísticos nos refleja las drásticas cifras donde ocurrieron las bajas femeninas desde el año 2003 produciéndose para ese entonces 1.540 casos de muertes, es decir que de 244 mujeres que se detecta cáncer por cuello uterino 100 fallecen. No obstante para el año 2005 se detectaron 1.210 muertes femeninas según el Anuario de Mortalidad 2005.
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