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La pornografía existe en
diversas formas y es muy fácil quedar atrapado en alguna de ellas. Pero... ¿qué
tiene de malo la pornografía?
En general, la pornografía afecta negativamente a todos sus espectadores, independientemente de su creencia religiosa, credo, sexo o edad. Hemos elaborado una lista de razones más comunes, por las que una persona "normal", puede ser víctima de este vicio.
En general, la pornografía afecta negativamente a todos sus espectadores, independientemente de su creencia religiosa, credo, sexo o edad. Hemos elaborado una lista de razones más comunes, por las que una persona "normal", puede ser víctima de este vicio.
Si eres de los que
piensa que
la pornografía no es mala y que solo afecta a algunas personas
"débiles", debes leer esto… Y si gracias a Dios, no te interesa la
pornografía, quizá con esta información puedas ayudar a un amigo que se
encuentre batallando contra este enemigo.
VER EL LADO OSCURO DE LA PORNOGRAFÍA
La pornografía alimenta y
exagera insatisfechos deseos sexuales. Además, crea un ansia interminable de
más y más, con el fin de lograr "la más alta excitación
sexual". Esclaviza fácilmente a las personas con sus propios deseos y abre
la puerta a otras formas de maldad como la ira, la envidia, la violencia, la
compulsión, el odio, el abuso, la mentira y el egoísmo.
(Para empezar, el mal hábito lo
mantienes oculto, y si te preguntan dirás que no eres esclavo de la porno, y
allí empiezan las mentiras; hay jóvenes que roban a sus padres para sostener su
vicio, o intentan inducir a menores inocentes para abusar de ellos. Tal vez a
ti no te haya pasado, pero hay miles que ya están sufriendo mas allá del mal hábito).
El gran poder que tiene la
pornografía se revela cuando el adicto intenta detener su hábito: es casi
imposible detenerlo sin ayuda exterior.
"El que encubre sus pecados no
prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia". Proverbios
28:13
La frase “no prosperará” en
este versículo anterior, significa que si ocultas este mal hábito de la
pornografía, sin reconocer que lo tienes, y sin buscar ayuda de Dios y de tus
padres, pastores, amigos para dejarla,
no tendrás un crecimiento real tanto espiritual, como intelectual o
profesional. Ocultar el pecado, NO ES SABIO. Empezando por eso.
La pornografía intensifica el
egoísmo, llevando al individuo a querer servirse siempre a sí mismo, en lugar
de servir a los demás. Por ejemplo, la masturbación, que por lo general
acompaña al ver pornografía, además de reforzar la orientación sexual centrada
en sí mismo (es decir, la lujuria o deseo sexual desproporcionado); la cual
puede ir en detrimento de la capacidad de una persona para dar y recibir amor.
En el matrimonio, el mandato de Dios es que el marido debe satisfacer a su mujer y la mujer a su marido, y no, solamente la mujer al marido, (o viceversa). El ser responsable de satisfacer a tu cónyuge, de hecho, quita tus ojos del satisfacerte a ti mismo, o que solamente tu salgas satisfecho (satisfecha) Corintios 7: 1-5 (léelo, por favor).
En cuanto al matrimonio, la
pornografía podría dañar el concepto sexual que tiene de su pareja actual o
futura. (No, joven amigo, las mujeres reales no gritan tonterías o piden actos
dolorosos y repulsivos cuando hacen el amor con el hombre que aman). Los
espectadores porno pueden encontrar difícil el disfrutar de la verdadera
intimidad con su cónyuge ¡al estar fantaseando con alguien más! Además, la
pornografía construye una percepción irreal de las relaciones sexuales: el sexo
porno es un retrato o un acto realizado exclusivamente para el disfrute del
espectador que esta viendo el video o película. El hombre adicto al porno
obliga o chantajea a su esposa para que haga todo lo contrario a lo que para
Dios es una expresión privada de amor entre un esposo y una esposa,
convirtiéndola en una actriz que es obligada a hacer cosas que en realidad no
ama ni siente, tan solo para que su marido se entretenga (o Viceversa, hemos
recibido cientos de correos de damas afectadas o enviciadas en pornografía, lo
cual les ha causado serios problemas físicos y familiares, sin mencionar los
espirituales).
"No pondré delante de mis
ojos cosa injusta: Aborrezco la obra de los que se desvían: Ninguno de ellos se
allegará á mí. 4 Corazón perverso se apartará de mí; No conoceré al
malvado". Salmos 101:3-4
La pornografía promueve el uso
de prácticas destructivas y puede llevar a la adicción progresiva. Tal vez tú
digas que a ti no te afecta, o que no afecta a todos, pero créelo, afecta a más
gente de lo que tu te imaginas. Por ejemplo, los sitios de pornografía
habitualmente atan a los espectadores con representaciones de todo tipo de
perversión sexual imaginable, como la pornografía infantil, la homosexualidad,
la bestialidad, la necrofilia (interés sexual por los cadáveres), el masoquismo
(placer por maltrato o sufrimiento), la violación y el sadismo (gratificación
al infligir dolor físico o mental a los demás). La exposición de la persona a
esos temas, naturalmente, aumenta la probabilidad de querer representar lo que
ha visto. Esto puede llevarlo a cometer delitos sexuales, al estilo de los
famosos asesinos en serie Ted Bundy y Gary Ridway (El Asesino de Green River).
La pornografía sexualiza la
mentalidad del espectador. Asimismo, deforma y pervierte su perspectiva sobre
el sexo, ya que sus pensamientos están anormalmente elevados. Las imágenes
porno quedan estampadas en el cerebro del espectador, con la ayuda de las
hormonas liberadas durante la excitación sexual. Incluso, si una persona decide
dejar de mirar pornografía, las imágenes del pasado pueden permanecer en su
mente por años o para toda la vida.
La pornografía puede llevar a
una persona a la adicción por la masturbación. La Biblia no habla mucho acerca
de la masturbación. He escuchado a conferencistas y pastores decir que la masturbación
es practicada solo por degenerados y por monstruos (en una "congregación"
muy popular en Ciudad Juárez, escuche decir esto varias veces), PERO, cuando
les pregunte si ellos la practicaron cuando eran adolescentes, todos confesaron
que SÍ, sí lo hicieron. TODOS. SI TU TIENES DUDAS SOBRE LA MASTURBACIÓN, pregúntale
a tu consejero o pastor; ellos te podrán dar un consejo u opinión más adecuada
a tu situación, PERO no eres un "monstruo" si la has practicado. Seas
hombre o mujer, TODOS hemos atravesado por esa etapa, el problema del que
hablamos aquí, sin embargo, es que la pornografía puede causar una OBSESIÓN
DESMEDIDA Y EXAGERADA por la masturbación.
La pornografía puede dañar las
relaciones del espectador con su familia, por no mencionar el aumento de la
probabilidad de que su cónyuge e hijos encuentren el material pornográfico. La
porno también puede inspirar al espectador a cometer incesto, un tema común en
la pornografía. ¿Por qué? Simplemente porque cuando la persona es victima
de un deseo sexual alterado por mirar porno, pudiera perder noción de los límites
morales, y lo que Dios manda con respecto al sexo. Una persona así pudiera
perder contacto con la realidad y ver "provocaciones" sexuales de
personas que ni siquiera se imaginan esta situación. (Parientes, amigas,
amigos). Sí, sí ha sucedido. Y más seguido de lo que te imaginas.
Otras cosas que pueden inspirar
al espectador (que a su vez podría afectar a la familia) incluyen frustración
sexual, el abuso, la mentira, deudas, comportamiento violento y pensamiento
irracional.
La adicción a la pornografía
puede llevarte a la deuda. La conveniencia de las transacciones con tarjeta de
crédito en internet alienta el gasto ilimitado. Además, las zonas para
pornógrafos son demasiado comunes en internet, estas están inundadas con
llamativos anuncios "teasers" (anuncios provocativos que buscan que
quieras ver más). Además del correo electrónico no deseado, que es un cebo para
los espectadores potenciales en busca de porno gratis. Una vez atraídos por la
pornografía gratuita en el sitio, los espectadores deben pagar para ver
más.
La porno también puede causar
grandes pérdidas económicas para los empleadores cuyos empleados pierden horas
de trabajo en su afanosa búsqueda de porno: descargan, ven el material y luego
cubren sus huellas en los ordenadores de la empresa. Los empleados que se ven
atrapados accediendo a sitios pornográficos pueden ser despedidos,
contribuyendo más a la deuda.
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