*Yo lo que quiero es agradar a Dios*
"Adorar a Dios el Todopoderoso"
'Y a Jesús Amarlo por siempre'
Dios es Espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Juan 4:24
Dios busca adoradores que le adoren en "espíritu y en verdad", quienes están dispuestos a entregarlo todo, y rendirse ante su presencia, postrandose ante el, reconociendo que el es Dios, que entreguen no solo lo que tienen, sino su vida misma y lo que mas aman, para Adorarlo, rendirle Tributo al Dios de la Gloria. !!
ADORAR: Significa: Reverenciar, exaltar, Amar, querer, estimar, Honrar.
ResponderEliminarOrar, Postrarse.
ADORACION: Significa: Devocion, Admiracion, Amor, Afecto, Cariño, Fervor, Pasion, delirio, exaltacion.
El apóstol Pablo describe la verdadera adoración perfectamente en Romanos 12:1-2: “Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
ResponderEliminar“Presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo”. La presentación de nuestro cuerpo significa darle a Dios todo de nosotros mismos. La referencia a nuestro cuerpo significa aquí todas nuestras facultades humanas, todo lo de nuestra humanidad, nuestros corazones, mentes, manos, pensamientos, actitudes, todo, debe ser presentado a Dios. En otras palabras, vamos a ceder el control de estas cosas a Él, como un sacrificio literal fue entregado totalmente a Dios en el altar. Pero, ¿cómo usted puede preguntar? Una vez más, el pasaje es claro: “por la renovación de vuestro entendimiento.” Renovamos nuestras mentes diariamente limpiándola “de la sabiduría del mundo” y sustituyéndola por “la sabiduría verdadera” que viene de Dios. Lo adoramos con la mente renovada y limpia, no con nuestras emociones. Primera Corintios 2:16 nos dice que tenemos “la mente de Cristo”, no las emociones de Cristo.
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