'Hoy vas a morir' |
ESTA NOCHE VIENEN A PEDIRTE TU ALMA
*Ni pensarlo verdad, imaginar que está noche vienen
a pedir mi alma, ¿Cómo reaccionaría? ¿Qué haría? ¿Qué decisiones tomaría? ¿Estoy
listo para emprender ese largo viaje hacia la eternidad. Tal vez diría como
muchos total la vida es breve hay que gozar porque el mundo se va acabar, es
como para volverse loco ni pensarlo, si es cierto se va acabar para quien en
esta noche vienen a pedirle el alma, pero a caso se ha puesto a pensar en
¿dónde pasará la eternidad? Y sus bienes todo lo que logro acumular en su vida
de quien será? Porque todos nuestros días declinan a
causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento. Salmo 90:9
si eso somos tan solo un pensamiento, ha pensado por un momento en la muerte
seguro estoy que muchas veces, o a lo mejor nunca, porque lo que menos pensamos
es que algún día nos vamos a morir, pero
verdad que la sola mención de morirse da miedo, nos ponemos a pensar en la
familia, el trabajo, los bienes adquiridos, pensamos que aun no hemos vivido lo
suficiente, que aún nos faltan muchas
cosas por hacer y disfrutar, pero que pasaría si ESTA NOCHE VIENEN A PEDIRTE TU
ALMA. Jesús nos relata la siguiente parábola: Y les
dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste
en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola,
diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba
dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré: derribaré mis graneros, y los edificaré
mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma,
muchos bienes; tienes guardados para muchos años; repósate, como, bebe, regocíjate.
Pero Dios le dijo: Necio, está noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has
provisto, ¿de quién será? Lucas 12:15-20 El hombre de la
historia de Jesús murió antes de que pudiera empezar a usar lo almacenado en
sus graneros. Planear para nuestra jubilación, preparándonos para vivir antes
de morir, es sabio, pero pasar por alto la vida después de la muerte es
desastroso. Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas
12:21 ¿Por qué ahorra dinero? ¿Para su retiro? ¿Para adquirir
automóviles o juguetes más costosos? ¿Por seguridad? Jesús nos desafía a pensar
más allá de las metas terrenales y usar lo que tenemos para el Reino de Dios.
Fe, servicio y obediencia son el camino para comenzar a ser ricos en Dios. Si
acumula tesoros solo para su enriquecimiento, sin preocuparse en ayudar a los
demás, irá a la eternidad con las manos vacías. Jesús mismo nos enseña que no
debemos afanarnos por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal. Más buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo
6:33 "Buscar el reino de Dios y su justicia" significa buscar
su ayuda en primer lugar, saturar nuestros pensamientos con sus deseos, tomar
su carácter como modelo y servirle y obedecerle en todo. ¿Qué es lo más
importante para usted? Habrá personas, objetos, metas y otros deseos que
compitan en cuanto a prioridad. Cualquiera de estos puede sacar a Dios del
primer lugar si usted no decide enfáticamente darle el primer lugar en todos
los aspectos de su vida. Dios conoce nuestros pecados como si los tuviera
extendidos ante El, incluso los pecados secretos. No necesitamos ocultar
nuestros pecados ante El, porque podemos hablarle abierta y sinceramente. Pero
aun cuando conoce toda esa terrible información de nosotros, sigue amándonos y
quiere perdonarnos. Esto, en lugar de asustarnos y llevarnos a encubrir
nuestros pecados, nos debería alentar a acercarnos más a El. Percatarnos de que
la vida es corta nos ayuda a utilizar el poco tiempo que tenemos de una manera
sabia. Nos ayuda a centrarnos en usar la vida para un bien eterno. Dedique
tiempo para contar sus días al preguntar: "¿Qué quiero que suceda en mi
vida antes de morir? ¿Qué pequeño paso puedo dar hoy hacia ese propósito?"
Porque nuestros días están contados. Si
nos sentimos insatisfechos con esta vida y todas sus imperfecciones, recuerde
que nuestro deseo de ver nuestra obra establecida está delante de Dios. Pero
nuestro deseo puede satisfacerse únicamente en la eternidad con Dios. Hasta
entonces debemos seguir amando y sirviendo a Dios. Pues él Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en
el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiatés 3:11
Si desea ver revelado el plan eterno de Dios y que su obra se refleje en
tu vida. Entrégale tu vida a Cristo. Tan solo di la siguiente oración:
Señor Jesús
en esta hora te pido perdón, por haber puesto en primer lugar las cosas
materiales y no haber provisto para ti, hoy me arrepiento y te ruego que me
aceptes como tu hijo, reconozco que soy pecador, te pido que me limpies de
todos mis pecados y que me cubras con tu sangre preciosa y que escribas mi
nombre en el libro de la vida, que me des de tu Santo Espíritu. Padre yo te doy
gracias por Jesucristo mi Señor y Salvador y te pido que me ayudes a serte fiel y a hacer tesoros en los cielos,
en el nombre de Jesús amén y amén.
Y esta es la
vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado. Juan 17:3
¡Note que las personas habían comprado todo el material pero David reconocía que venia de las manos de Dios!
ResponderEliminar3- El hombre fue un Necio porque no entendió el propósito de la riqueza.
El pensó que las riquezas eran para almacenarlas y guardarlas. Si se usaba se iba a consumir por sus propios deseos, ‘comer, beber y estar feliz’ pensó. El nunca le dio una pensadita, como el Antiguo Testamento dice, usarlo para la gloria de Dios, para ofrécelo o para sacrificarlo. Ni tampoco pensó de esto como un regalo para ministrar a las necesidades de otros. El nunca pensó cuando sus graneros estuvieran llenos darle algo de ello para ayudar a alguien que estuviera pasando por un momento oscuro.
4- El hombre era un Necio porque él vio sus posesiones como su seguridad. ¡Jesús es nuestra Seguridad! No nuestro trabajo. No nuestra cuenta bancaria. No nuestros recursos. No nuestra tierra.