martes, 17 de junio de 2014

Aprende! El Tamiflu se extrae del anís estrellado



El Tamiflu se extrae del anís estrellado


  El principal componente del Tamiflu es el anís estrellado o badiana -fruto de un pequeño árbol conocido como Illicium verum Hook- y en él se encuentra una notable cantidad de aceite esencial rico en anetol, felandreno y limoneno, aldehídos y cetonas, cineol y algo de safrol. Composición que determina su acción carminativa, eupéptica, espasmolítica y antidiarreica. De hecho es lo primero que se suele dar en muchos lugares a los niños recién nacidos en cuanto empiezan con problemas digestivos ya que logra aplacar los gases. También se indica en las personas mayores que sufren gastroenteritis, meteorismo, espasmos gastrointestinales, catarros y bronquitis. Según el fabricante el Tamiflu contiene también fosfato de oseltamivir, una sustancia que en el organismo se convierte en oseltamivir, droga activa que tiene la facultad de inhibir las neuraminidasas, unas enzimas de los virus de la gripe constituidas por glucoproteínas. La actividad neuraminidásica es esencial para que las partículas víricas recién formadas abandonen las células infectadas y prosigan la diseminación infecciosa por el organismo siendo precisamente eso lo que según el fabricante impide el oseltamivir activo. Además de bloquear el crecimiento de los virus gripales inhibiendo su replicación y patogenicidad.
Ahora bien, en dosis elevadas puede resultar tóxica. De hecho entre los efectos secundarios conocidos y reseñados en muchos libros se dice que el anís estrellado puede producir delirios, anestesia y convulsiones. De hecho la FDA comunicó hace escasas semanas que ha detectado en 32 casos delirios, alucinaciones, encefalitis y convulsiones. También la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) solicitó el 16 de noviembre pasado a la multinacional Roche que revise sus datos sobre la seguridad del Tamiflu tras haber registrado problemas psiquiátricos en pacientes que tomaban el fármaco e, incluso, dos casos de presuntos suicidios: un joven de 17 años en febrero de 2004 y un niño de 14 en febrero del 2005. En ambos casos los adolescentes manifestaron antes del fatal desenlace un comportamiento anormal. Ya en noviembre del 2001 nuestro Ministerio de Sanidad y Consumo prohibió la venta y distribución de anís estrellado en España al sospechar que su ingesta podía haber provocado efectos adversos en 20 lactantes.
Dicho lo cual hay que añadir que el Tamiflu sólo sirve para aliviar síntomas, no está demostrado que prevenga siquiera el contagio de la gripe común y la posibilidad de que pudiera ser eficaz contra una mutación del famoso virus de la gripe aviaria H5N1 que se contagiara entre humanos es puramente especulativa. Hoy por hoy adquirir Tamiflu es un completo sinsentido.
http://www.dsalud.com/numero82_1.htm

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