¿PODRÁ EL CREYENTE CUIDAR O PERDER LA SALVACIÓN? N° 3 Y ULTIMA PARTE. POR EL DR. MAESTRO JOSÉ N. BRICEÑO A.
`Como lo expuse en la introducción de la primera y la segunda parte de
este estudio, para responder a esta interrogante, es necesario hacer un
análisis a fondo de algunos pasajes bíblico que fueron tomados y
aplicados en forma tergiversada para hacer defensa de la doctrina
concerniente a la perdida de la salvación. En esta oportunidad
analizaremos Hebreos 10 y Filipenses 2.
>Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda
expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o
de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto mayor castigo
pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere
afrenta al Espíritu de gracia? 30Pues conocemos al que dijo: Mía es la
venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a
su pueblo. 31¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos
10:26.31.
Para comprensión del pasaje, es necesario
establecer a quienes se dirigen las palabras del autor. Sin lugar a
dudas se reitera el mensaje a los creyentes como el caso del capítulo 6.
En esta oportunidad se presenta el mismo mensaje con diferentes
connotaciones en un lenguaje hipotético.
El pecado
voluntario que menciona el escritor, está relacionado a volver a los
ritos de la ley, sacrificando corderos en forma voluntaria después de
haber tenido conocimiento a través de la Palabra del verdadero cordero
que ya fue inmolado una vez y para siempre.
El volver a
estos sacrificios significa, no haber tenido revelación e iluminación
del Cristo como el único cordero acepto ante Dios como el sacrificio
eterno y absoluto. El que escribe afirma que el que haga tal acción (el
volver a los sacrificios de corderos según los rituales de la ley) es
mero profesante nominal, que estuvo infiltrado en la iglesia, y que por
tal acción pone por inmunda la sangre del pacto eterno y pisotearía
así al hijo de Dios, haciendo afrenta al Espíritu de Gracia,
blasfemando en contra de Él.
El lenguaje del escritor nos indica con el verbo “conocer” que se trata de uno que es devoto a la ley y fue vividor de ella, ya que afirma en su mensaje: “pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza yo daré el pago dice el Señor”.
Por otro lado, la frase: “Y otra vez el Señor Juzgará a su pueblo”, nos
afirma con exactitud que se hace referencia a judíos no convertidos que
apostatan de la verdad en cuanto a Cristo como el cordero, después de
tener un conocimiento meramente intelectual para volver a los
sacrificios y los rituales de la ley.
Por otro lado, la
frase “Otra vez” relacionada al juicio, no es consecuente con la
iglesia, ya que ella (la Iglesia) no ha pasado por ningún juicio de
parte de Dios. Esto le da fuerza a lo antes dicho, que el escritor está
haciendo referencia a judíos no convertidos, meros simpatizantes que
estaban infiltrados en la Iglesia.
Otro pasaje que se ha
tomado en forma descontextualizada para defender la doctrina en relación
a la perdida de la salvación, es lo dicho por el apóstol Pablo en su
carta a los Filipenses. Estudiemos el pasaje.
> “12Por
tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el
día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en
vano he trabajado…”. (Filipenses 2:12.16)
La oración
“Ocupaos en vuestra salvación” que aparece en el pasaje, no da la idea
de mantener la Salvación por obras, demarca la severa exhortación que el
Apóstol Pablo le da a los creyentes a que se avoquen, trabajen,
produzcan, para difundir el Evangelio como luminares del mundo dando
testimonio de tal proclamación con palabras y con hechos.
El término que se utilizó del griego es: “Katergazomai” que es la forma
enfática de “Ergazomai” que indica: trabajar, producir, llevar a cabo la
obra encomendada como luminares en el mundo, en pro de la salvación que
recibimos, para que otros sean beneficiados. Es un dar de gracia lo que
de gracias recibimos.
En conclusión acerca del tema de la
pérdida de la Salvación, estos pasajes que estudiamos, no se deben tomar
como fundamento doctrinal para afirmar que un creyente puede perder la
Salvación. /// Bendiciones ///
N° 3 Y ULTIMA PARTE. POR EL DR. MAESTRO JOSÉ N. BRICEÑO A.
Como lo expuse en la introducción de la primera y la segunda parte de
este estudio, para responder a esta interrogante, es necesario hacer un
análisis a fondo de algunos pasajes bíblico que fueron tomados y
aplicados en forma tergiversada para hacer defensa de la doctrina
concerniente a la perdida de la salvación. En esta oportunidad
analizaremos Hebreos 10 y Filipenses 2.
>Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda
expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o
de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto mayor castigo
pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere
afrenta al Espíritu de gracia? 30Pues conocemos al que dijo: Mía es la
venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a
su pueblo. 31¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos
10:26.31.
Para comprensión del pasaje, es necesario
establecer a quienes se dirigen las palabras del autor. Sin lugar a
dudas se reitera el mensaje a los creyentes como el caso del capítulo 6.
En esta oportunidad se presenta el mismo mensaje con diferentes
connotaciones en un lenguaje hipotético.
El pecado
voluntario que menciona el escritor, está relacionado a volver a los
ritos de la ley, sacrificando corderos en forma voluntaria después de
haber tenido conocimiento a través de la Palabra del verdadero cordero
que ya fue inmolado una vez y para siempre.
El volver a
estos sacrificios significa, no haber tenido revelación e iluminación
del Cristo como el único cordero acepto ante Dios como el sacrificio
eterno y absoluto. El que escribe afirma que el que haga tal acción (el
volver a los sacrificios de corderos según los rituales de la ley) es
mero profesante nominal, que estuvo infiltrado en la iglesia, y que por
tal acción pone por inmunda la sangre del pacto eterno y pisotearía
así al hijo de Dios, haciendo afrenta al Espíritu de Gracia,
blasfemando en contra de Él.
El lenguaje del escritor nos
indica con el verbo “conocer” que se trata de uno que es devoto a la ley
y fue vividor de ella, ya que afirma en su mensaje: “pues conocemos al
que dijo: Mía es la venganza yo daré el pago dice el Señor”.
Por otro lado, la frase: “Y otra vez el Señor Juzgará a su pueblo”, nos
afirma con exactitud que se hace referencia a judíos no convertidos que
apostatan de la verdad en cuanto a Cristo como el cordero, después de
tener un conocimiento meramente intelectual para volver a los
sacrificios y los rituales de la ley.
Por otro lado, la
frase “Otra vez” relacionada al juicio, no es consecuente con la
iglesia, ya que ella (la Iglesia) no ha pasado por ningún juicio de
parte de Dios. Esto le da fuerza a lo antes dicho, que el escritor está
haciendo referencia a judíos no convertidos, meros simpatizantes que
estaban infiltrados en la Iglesia.
Otro pasaje que se ha
tomado en forma descontextualizada para defender la doctrina en relación
a la perdida de la salvación, es lo dicho por el apóstol Pablo en su
carta a los Filipenses. Estudiemos el pasaje.
> “12Por
tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
14Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo; 16asidos de la palabra de vida, para que en el
día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en
vano he trabajado…”. (Filipenses 2:12.16)
La oración
“Ocupaos en vuestra salvación” que aparece en el pasaje, no da la idea
de mantener la Salvación por obras, demarca la severa exhortación que el
Apóstol Pablo le da a los creyentes a que se avoquen, trabajen,
produzcan, para difundir el Evangelio como luminares del mundo dando
testimonio de tal proclamación con palabras y con hechos.
El término que se utilizó del griego es: “Katergazomai” que es la forma
enfática de “Ergazomai” que indica: trabajar, producir, llevar a cabo la
obra encomendada como luminares en el mundo, en pro de la salvación que
recibimos, para que otros sean beneficiados. Es un dar de gracia lo que
de gracias recibimos.
En conclusión acerca del tema de la
pérdida de la Salvación, estos pasajes que estudiamos, no se deben tomar
como fundamento doctrinal para afirmar que un creyente puede perder la
Salvación. /// Bendiciones ///
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