Bajar de peso mejorará tu salud y bienestar y también le dará a tu auto confianza y auto estima un gran impulso.
Necesitas descubrir algunos secretos para perder tantos kilos como sea posible naturalmente. Sí, lo harás naturalmente, sin las peligrosas píldoras dietéticas y cirugías. ¿Estás listo para perder esos indeseables kilos hoy?
*Si está tratando de perder algunos kilos, no trate de ajustar todos sus hábitos de comida y ejercicio a la vez.
Será mejor encontrar varias cosas simples que pueda realizar diariamente. Aquí hay 12 hábitos que pueden ayudarle a perder los kilos del invierno, y la buena noticia es que no tiene que hacer todo a la vez. Elija algunos para comenzar, y agregue otros en el camino. En poco tiempo la balanza debería ir en la dirección adecuada: hacia abajo.
1. Haga cinco o seis comidas chicas o tentempiés en lugar de tres comidas grandes.
Un estudio sudafricano descubrió que cuando los hombres comían partes de su comida de la mañana en intervalos de una hora consumían casi un 30% menos de calorías en el almuerzo que cuando comían la misma cantidad de comida de una sola vez. Otros estudios muestran que a pesar de comer la misma cantidad de calorías, distribuidas de esta manera el cuerpo produce menos insulina, lo que mantiene firmes los niveles de azúcar en sangre y ayuda a reducir el hambre.
2. Trate a las comidas altas en calorías como a joyas de la corona.
En lugar de agregar unas pocas frutillas a un bol de helado, agregue una cucharada de helado a un bol de frutillas. Disminuya la cantidad de papas fritas combinándolas con mucha salsa sustanciosa y fresca. Equilibre un poco de queso con mucha ensalada. No coma un bife entero con guarnición de vegetales; ponga unas tiras de carne grillada sobre una montaña de vegetales.
3. Después del desayuno, que el agua sea su bebida principal.
En el desayuno, beba un jugo de naranja. Pero el resto del día, enfóquese en el agua en lugar del jugo o las gaseosas. Probablemente ya sepa que las bebidas endulzadas tienen muchísimas calorías. Quizá no sepa que a pesar de las calorías, las bebidas azucaradas no disparan la misma sensación de saciedad que la comida, según varios estudios. Así que, siga comiendo y bebiendo.
4. Achique los platos.
Ciertos estudios muestran que mientras más comida tenga frente a usted, más comerá, sin importar cuán hambriento esté. Así que en lugar de usar grandes platos (que lucen tristemente vacíos si no están repletos de comida), sirva su comida principal en platos de ensalada. Lo mismo para los líquidos. En lugar de vasos de medio litro y enormes tazas de café, regrese a los viejos vasos de cuarto de litro y tazas estándar.
5. Solo coma en su silla de comer.
Designe una silla frente a la mesa de la cocina como el único lugar para comer, y fuércese a comer solo allí mientras esté en casa, sean comidas o tentempiés. Eso significa nada de comida frente al televisor, o mientras lee en el estudio, o en el dormitorio. No estamos seguros de cuándo toda la casa se convirtió en un patio de comidas, pero al restringirse a un solo lugar reducirá en gran medida el mordisqueo sin sentido.
6. Sirva alimentos crudos en cada comida.
Vegetales o frutas, simplemente. Zanahorias, apio, rábano, coliflor, naranjas, duraznos, manzanas o incluso arvejas, son adecuados para todas las comidas. Ponga un plato en el centro de la mesa y establezca la regla de que la comida no termina hasta que se acabe el plato. Son increíblemente sanas, sustanciosas y ocupan el lugar de comidas cocidas altas en calorías.
7. No guarde comida que derrocha calorías.
Deje las tortas, las papas fritas, las facturas y otras delicias altas en calorías para ocasiones especiales, fuera de casa. Si compra un kilo de helado y lo lleva a casa, rápidamente comerá un kilo de helado. ¿Por qué tentarse?
8. Sírvase al estilo de los restaurantes.
Eso significa servir en la cocina en lugar de servir estilo familiar (en boles y bandejas sobre la mesa). Aún mejor: guarde los sobrantes antes de sentarse a comer. De esa manera, cuando su plato esté vacío, ya habrá terminado. Sin comida que tomar de la mesa, ni siquiera de la cocina.
9. Tome un bol de caldo o una ensalada rica en vegetales con cada almuerzo y cena.
Un cuerpo de investigación demuestra que comer alimentos ricos en agua como zucchini, tomates y pepinos durante las comidas reduce su consumo general de calorías. Otras comidas ricas en agua son las sopas y ensaladas. No obtendrá los mismos beneficios de beber agua; el cuerpo procesa el hambre y la sed a través de diferentes mecanismos, así que no registra saciedad al beber agua (o gaseosas, té, café, jugo...).
11. Use vegetales para aumentar sus comidas.
Puede comer el doble de pasta con vegetales como el brócoli, las zanahorias y los tomates por las mismas calorías que la pasta con mayonesa. Lo mismo ocurre con los salteados. Y agregue vegetales para lograr un omelet más sustancioso y esponjoso sin tener que agregar huevos.
12. Evite la comida blanca.
Las dietas bajas en carbohidratos de hoy tienen legitimidad científica: grandes cantidades de carbohidratos simples de la harina blanca y el azúcar agregada pueden hacer destrozos con su azúcar en sangre y hacerlo ganar peso. Pero no hay que exagerar. Evite el azúcar, el arroz blanco y la harina blanca pero consuma muchos panes y arroces integrales. Un estudio de Harvard sobre 74.000 mujeres descubrió que aquellas que comían más de dos porciones diarias de granos enteros tenían un 49% menos de probabilidades de tener sobrepeso que las que consumían las comidas blancas.
Necesitas descubrir algunos secretos para perder tantos kilos como sea posible naturalmente. Sí, lo harás naturalmente, sin las peligrosas píldoras dietéticas y cirugías. ¿Estás listo para perder esos indeseables kilos hoy?
*Si está tratando de perder algunos kilos, no trate de ajustar todos sus hábitos de comida y ejercicio a la vez.
Será mejor encontrar varias cosas simples que pueda realizar diariamente. Aquí hay 12 hábitos que pueden ayudarle a perder los kilos del invierno, y la buena noticia es que no tiene que hacer todo a la vez. Elija algunos para comenzar, y agregue otros en el camino. En poco tiempo la balanza debería ir en la dirección adecuada: hacia abajo.
1. Haga cinco o seis comidas chicas o tentempiés en lugar de tres comidas grandes.
Un estudio sudafricano descubrió que cuando los hombres comían partes de su comida de la mañana en intervalos de una hora consumían casi un 30% menos de calorías en el almuerzo que cuando comían la misma cantidad de comida de una sola vez. Otros estudios muestran que a pesar de comer la misma cantidad de calorías, distribuidas de esta manera el cuerpo produce menos insulina, lo que mantiene firmes los niveles de azúcar en sangre y ayuda a reducir el hambre.
2. Trate a las comidas altas en calorías como a joyas de la corona.
En lugar de agregar unas pocas frutillas a un bol de helado, agregue una cucharada de helado a un bol de frutillas. Disminuya la cantidad de papas fritas combinándolas con mucha salsa sustanciosa y fresca. Equilibre un poco de queso con mucha ensalada. No coma un bife entero con guarnición de vegetales; ponga unas tiras de carne grillada sobre una montaña de vegetales.
3. Después del desayuno, que el agua sea su bebida principal.
En el desayuno, beba un jugo de naranja. Pero el resto del día, enfóquese en el agua en lugar del jugo o las gaseosas. Probablemente ya sepa que las bebidas endulzadas tienen muchísimas calorías. Quizá no sepa que a pesar de las calorías, las bebidas azucaradas no disparan la misma sensación de saciedad que la comida, según varios estudios. Así que, siga comiendo y bebiendo.
4. Achique los platos.
Ciertos estudios muestran que mientras más comida tenga frente a usted, más comerá, sin importar cuán hambriento esté. Así que en lugar de usar grandes platos (que lucen tristemente vacíos si no están repletos de comida), sirva su comida principal en platos de ensalada. Lo mismo para los líquidos. En lugar de vasos de medio litro y enormes tazas de café, regrese a los viejos vasos de cuarto de litro y tazas estándar.
5. Solo coma en su silla de comer.
Designe una silla frente a la mesa de la cocina como el único lugar para comer, y fuércese a comer solo allí mientras esté en casa, sean comidas o tentempiés. Eso significa nada de comida frente al televisor, o mientras lee en el estudio, o en el dormitorio. No estamos seguros de cuándo toda la casa se convirtió en un patio de comidas, pero al restringirse a un solo lugar reducirá en gran medida el mordisqueo sin sentido.
6. Sirva alimentos crudos en cada comida.
Vegetales o frutas, simplemente. Zanahorias, apio, rábano, coliflor, naranjas, duraznos, manzanas o incluso arvejas, son adecuados para todas las comidas. Ponga un plato en el centro de la mesa y establezca la regla de que la comida no termina hasta que se acabe el plato. Son increíblemente sanas, sustanciosas y ocupan el lugar de comidas cocidas altas en calorías.
7. No guarde comida que derrocha calorías.
Deje las tortas, las papas fritas, las facturas y otras delicias altas en calorías para ocasiones especiales, fuera de casa. Si compra un kilo de helado y lo lleva a casa, rápidamente comerá un kilo de helado. ¿Por qué tentarse?
8. Sírvase al estilo de los restaurantes.
Eso significa servir en la cocina en lugar de servir estilo familiar (en boles y bandejas sobre la mesa). Aún mejor: guarde los sobrantes antes de sentarse a comer. De esa manera, cuando su plato esté vacío, ya habrá terminado. Sin comida que tomar de la mesa, ni siquiera de la cocina.
9. Tome un bol de caldo o una ensalada rica en vegetales con cada almuerzo y cena.
Un cuerpo de investigación demuestra que comer alimentos ricos en agua como zucchini, tomates y pepinos durante las comidas reduce su consumo general de calorías. Otras comidas ricas en agua son las sopas y ensaladas. No obtendrá los mismos beneficios de beber agua; el cuerpo procesa el hambre y la sed a través de diferentes mecanismos, así que no registra saciedad al beber agua (o gaseosas, té, café, jugo...).
11. Use vegetales para aumentar sus comidas.
Puede comer el doble de pasta con vegetales como el brócoli, las zanahorias y los tomates por las mismas calorías que la pasta con mayonesa. Lo mismo ocurre con los salteados. Y agregue vegetales para lograr un omelet más sustancioso y esponjoso sin tener que agregar huevos.
12. Evite la comida blanca.
Las dietas bajas en carbohidratos de hoy tienen legitimidad científica: grandes cantidades de carbohidratos simples de la harina blanca y el azúcar agregada pueden hacer destrozos con su azúcar en sangre y hacerlo ganar peso. Pero no hay que exagerar. Evite el azúcar, el arroz blanco y la harina blanca pero consuma muchos panes y arroces integrales. Un estudio de Harvard sobre 74.000 mujeres descubrió que aquellas que comían más de dos porciones diarias de granos enteros tenían un 49% menos de probabilidades de tener sobrepeso que las que consumían las comidas blancas.
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