"No! al engaño"
Creciendo en Gracia" una secta peligrosa
Desde hace cuatro años he venido señalando el peligro que representa para la estabilidad emocional de muchas personas, e incluso para la paz y convivencia social de las diversas iglesias, la secta denominada “Creciendo en Gracia” cuyo fundador es el puertorriqueño ex drogadicto, José Luis de Jesús Miranda, el cual, y según su locura ha ido evolucionando, pasó de ser sucesor de San Pablo y padre de la tercera reforma, a Jesucristo hombre, y por último, se proclamó el anticristo, y ordenó a sus seguidores tatuarse con el 666, símbolo del gobierno de la bestia que aparece en Apocalipsis 13.
Cuando confronté a los líderes de esta secta por este diario, con un artículo intitulado “Un loco anda suelto”, recibí toda clase de amenazas por parte de su representante, razón por lo cual presenté una denuncia en la Fiscalía, y de la misma nunca tuve respuesta, incluso dejándole un DVD que demostraba la peligrosidad de este movimiento. He afirmado que esta secta es peligrosa por varias razones. Primero: Ataca a las demás iglesias, violando el derecho a la expresión de culto, pues interrumpen sus actos religiosos. Segundo: Inducen a sus seguidores a tatuarse, incluso llevando a los menores de edad. Tercero: Presentan una teología herética al proclamar a un hombre como dios en la tierra, y ahora anuncian que en el 2012 su líder José Luis de Jesús Miranda será inmortal. Este falso cristo se ha divorciado dos veces, y tiene juicios pendientes en los Estados Unidos, por evasión de impuesto. Además, es capaz de llevar a sus seguidores a acciones irracionales, por lo que no debemos olvidar la terrible historia de un demente que era menos loco que éste, y que sin embargo llevó en Guyana uno de los peores casos de suicidio colectivo en la historia de la humanidad, después de cometer abusos sexuales con los miembros de la secta, su nombre era el reverendo Jim Jones. El 18 de noviembre de 1978 este personaje indujo a 913 de sus seguidores a uno de los más grandes suicidios colectivos conocidos en el mundo, denominado la Tragedia de Jonestown.
Es evidente que los seguidores de este demente están llevando a los niños menores de edad a tatuarse el 666 o su clave SSS (salvo siempre salvo), algo que debe ser considerado ilegal, máxime con una marca que los puede confundir con la mara 18. No basta con denunciar este movimiento peligroso, se debe investigar a fondo, como lo ha hecho este diario, pues los riesgos de tal movimiento son grandes y debemos tomar las medidas necesarias para que no se repitan hechos como los acontecidos con otras sectas mesiánicas en el pasado.
Email. mariofumero@hotmail.com
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