El pasado 14 de Abril del 2013, la noche de las elecciones en
Venezuela, me acosté angustiado grandemente, discutía con el Señor,
¿hasta cuándo permitirás esto? Y ¿cuándo le darás libertad a mi país? En
la madrugada me levanté muy compungido entre visiones y palabras que
Dios me mostraba. Era cómo sí todas ellas vinieran a una, escenas de
visiones del pasado venían también a mi mente, hasta que el Señor me
habló,
–“¡Levántate y escribe!”
…”Comienza un nuevo tiempo en Venezuela, y algunos querrán darle
nombre y verlo como una secuencia del pasado, pero no, será un nuevo
momento, porque para muerte surgió éste y no para vida, cachorro de León
querrá ser llamado pero delante de él irán solo escorpiones con gran
ponzoña, muerte cual nunca antes, principio del fin será, y así será
contado en la historia, de éste no se narrarán sus logros ni sus muchos
aciertos entre sus errores, pues para desgracia ha salido, con su boca
hablará grandes palabras y será seguido primero por muchos, pero rápido
por pocos, entonces usará la fuerza y todo el poder en su mano para
perseguir a sus adversarios y derramará mucha sangre en poco tiempo,
Porque su tiempo será corto.
Veo a muchos profetas levantarse para guiar al pueblo, pero poco
pueblo les sigue y les escucha, serán perseguidos y muchos de ellos
asesinados, veo mucho pueblo que se levanta, grandes protestas,
protestas de miedo y angustia, porque el tiempo del miedo y la angustia
han llegado a Venezuela; pero saldrán muchos jóvenes a las calles.
*Veo marchas gigantes; veo a profetas que se levantan entre mucho pueblo, pero, guiados por hombres impíos, alineados al gobierno, el corazón del pueblo será llevado lejos de las palabras de estos profetas y solo muy poco pueblo creerá y seguirá a estos, habrá trampas para ellos, porque querrán callarlos y quitarlos de en medio, HABRÁ GRAN TEMOR ENTRE LOS DEL REMANENTE. Se levantarán muchos impíos aún entre el ministerio, cuyo compromiso no es con Dios ni con su obra, sino con el gobierno y por boca de estos serán entregados a muerte muchos de mi remanente, habrá persecución por todas partes. No habrá seguridad en el gobierno, ni estabilidad. Entonces querrán hacerlo por la fuerza, correrán una carrera contra el tiempo y perderán, pues su tiempo será corto, buscarán alianzas desesperadamente, pero algunos de sus aliados se irán y se harán declaraciones públicas contra estos, pero no lograrán volver a esas alianzas, pocos aliados quedarán y serán sólo los peores, los que están puestos para desgracia y deshonra, los que quedarán.
Este es el principio del fin del Bolivarianismo en Venezuela; porque
no lucharán con hombre sino que contra mi dice el Señor, y su fama será
sólo deshonra y su nombre será sólo desgracia, y nadie quedará que
quiera ser llamado por el nombre de estos, porque no les será entregada
gloria como a su antecesor, ni gracia ante el pueblo, sino que por vara
tendrán amigos que no serán amigos, recibirán traición tras traición, y
no tendrá paz ni un solo día. Aún su rostro mostrará su ira, su
angustia, pues de ira será colmado…”
¿No queda nadie que oiga? –Pregunté en la visión, pues veía que los
profetas hablaban, pero la gente, con rabia se iban y no querían
escuchar, aun ministros y líderes “cristianos”; Y se me dijo: –“es que
la mayoría sigue a ministros y líderes comprometidos con el gobierno…”
Veía como se alejaban de los mensajeros que llegaban para advertirles.
–“¡Entraré en juicio contra muchos líderes que han vendido su fe, y han
vendido sus iglesias! Airado estoy contra ellos; pero por amor del
remanente —me decía el Señor–, se levantará palabra de Dios por todas
partes, callarán a uno y se levantarán cinco, y aunque en medio de gran
hostilidad, hablarán, y serán perseguidos el mensaje de estos, pues
espada aguda habrá en sus bocas”.
Remanente de Dios no tengas miedo, Dios ha escuchado tu clamor y por
causa de ello su mano luchará esta batalla hasta concederle la libertad
al país…
“Clama –dice el Señor, como nunca porque habrá lágrimas, gran llanto
en mi pueblo, preparaos para la respuesta histórica de este examen, que
muchos ya han reprobado. Dije que limpiaría mis altares y lo veréis,
dije que os daría una nueva Venezuela y la veréis, ¡más no sin sangre!…”
Algunos me han preguntado cómo interpretar esto. Hay solo varias
cosas que me gustaría decir al respecto ya que considero seriamente que
Dios las ha tratado conmigo: en primer lugar, es un hecho, el tiempo del
bolivarianismo está contado y no será más en la forma y propuestas del
chavismo venezolano. En segundo lugar, Dios está airado producto del
movimiento idolátrico surgido de la muerte de Chávez y que aun estando
éste en vida ya existía. En tercer lugar, Dios está airado con muchos
ministros e iglesias que vendieron su fe por un puesto político o
bandera política y no guardaron su integridad delante de Dios. También
sé que Dios entrará en juicio contra estos si no se arrepienten
prontamente. Otro de los atenuantes es el espíritu de politiquería que
entró a la iglesia dividiendo al pueblo y al ministerio, convirtiendo la
casa de Dios en cueva de ladrones y mentirosos (no me refiero a todos
los ministros o iglesia, solo a aquellos que cayeron bajo este espíritu a
todo lo largo y ancho del país).
La actual situación del país es solo el principio del fin (la Cosiata),
se luchará grandemente para mantener el espíritu de esta revolución,
pero no podrán, en corto tiempo las banderas rojas, solo serán un
símbolo del pasado; Dios pondrá un espíritu de confusión sobre el
liderazgo político y no podrán acertar en sus estrategias, error tras
error cometerán y será notorio. El poder cambiará de manos aunque no sin
angustia y sangre; se arrojará vergüenza sobre los hombres fuertes y su
mancha se imprimirá con sangre. Correrán buscando consejos de otros
líderes del exterior, pero todo será en vano, nada funcionará. Habrá un
renacer del movimiento profético en Venezuela, aunque muchos de sus
protagonistas del pasado no lo serán en el presente, pues no solo no
creen, sino que se han hecho opuestos y adversarios. Resplandecerá un
movimiento de unción genuina cual nunca antes en Venezuela, se
levantarán líderes con poder y unción del Espíritu y la nación será
conmovida cual nunca se ha visto… muchos de los protagonistas serán
ministros muy jóvenes. He visto en visiones como Dios los levanta en
todo el país…
La madrugada del día de las elecciones, las visiones me turbaban por
largo rato, aun visiones del pasado me sobrecogían turbando mi corazón…
He orado a Dios pidiendo respuesta de cómo y cuándo escribir todas
estas cosas, las he enviado en privado a mucha gente, pero he sido
movido por el Espíritu Santo a decirlas públicamente, muy en especial
porque he entendido que no se dará mucho tiempo para su cumplimiento; y
en segundo lugar, por causa del remanente de Dios en Venezuela el cual
será perseguido y angustiado por un tiempo y es necesario que reciba
fortaleza de Dios, pues con claridad el Señor me ha indicado que él
mismo será provisto de fe y fortaleza para este momento.
Un nuevo tiempo ha comenzado… “Paraos y estad firmes y ved la salvación de Jehová…”
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