EL PROPÓSITO DE DIOS EN LA VIDA DE UN HOMBRE LLAMADO POR ÉL, DEBE SER
UN FACTOR DETERMINANTE PARA VIVIR UNA VIDA ALEJADO DEL PECADO.
La vivencia en lo que hemos aprendido en los principios de Dios, es un
factor muy determinante para conducir a otros a la perfección, y a la
consolidación.
Los Apóstoles instaron mucho acerca de la vida intachable en la que nos debemos conducir para apacentar la grey de Dios.
Es de suma importancia en el sistema del Reino de Dios, el ser
perfeccionado para mantenerse en el propósito de Dios y ser promovido en
el. Pablo dijo a Timoteo “Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad…” (2ªTimoteo 2:15)
El original lo
expresa como sigue “Pon diligencia en ti mismo ser aprobado para
presentarte ante Dios como un obrero que no tiene de que avergonzarse,
que usa correctamente la Palabra de la verdad”
El término
procurar que se utilizó en el griego da la idea de: la diligencia, el
apresurarse, ser celoso, con un arduo deseo, con una intensa pasión;
entre otros.
El término “presentarse” del griego es
“Parastesai” que tiene que ver con el estar ante un escenario como un
modelo a seguir, con una figura ilustrativa como ejemplo cabal, como una
figura digna de ser imitada.
`El término Aprobado viene del griego Dokimos que describe lo que fue hallado acto útil para el servicio.
Este término (aprobado) es utilizado para hacer referencia al oro o
la plata, que por el fuego han sido purificados de toda aleación y que
al ser analizado minuciosamente después de dicho proceso queda apto y
útil para ser presentado en el mercado.
Cuando Pablo le
dijo a Timoteo “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
verdad…”
Según las características de los términos antes
mencionado y analizados, lo que le quiso decir fue: “Timoteo trata de
mantenerte en los principios del Reino, en el carácter de Dios y en sus
demandas, en sujeción, en sumisión y en obediencia; haciendo una
vivencia lo que has aprendido de su Palabra, para cuando seas analizado
por Dios estés acto para ser promovido en el Reino”.
Debemos
tomar en cuenta, que toda promoción que venga de Dios a nuestras vidas,
es producto de un ascenso que hemos recibido de Él. Nadie es promovido
en el reino de Dios si no ha sido ascendido por Él. El ascenso tiene que
ver con niveles de autoridad, y el ser promovido tiene que ver con
expansión, es hasta donde Dios te puede llevar. y todo esto es producto
del desarrollo en la vida de santidad en la que vivimos, como resultado
de la formación de un carácter de acuerdo a los principios y el
pensamiento de Dios..
Por otra parte pablo insta a Timoteo a no vivir de apariencia en la fe.
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia
conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y
día; 4deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de
gozo; 5trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual
habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro
que en ti también. 6Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don
de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio” 2ª Timoteo 3.7.
La moral, la integridad, la
ética, y la equidad; es como un gran piso, que con derechos podemos
desarrollar y pregonar nuestra fe, podemos ejercer autoridad, y podemos
ser administradores de los bienes del Reino. Por lo contrario
perderíamos ante Dios y el mundo que nos rodea todos los derechos para
seguir fungiendo en el llamado que hemos recibido de Dios, y así poder
Dios alcanzar su propósito en nosotros.
Charles Swindoll plasmo en uno de su libro una verdad que me hizo reflexionar en grande, él dijo:
“Podemos seguir siendo el mejor cirujano del mundo, siendo el más grande de los promiscuos”.
“Podemos seguir siendo el mejor juez de una nación, siendo el más arrogante y soberbio que haya existido en el mundo”.
“Podemos seguir siendo el magnate más prestigioso de las naciones
con los más altos niveles de corrupción financiera en la que se haya
vivido”.
“Pero nunca, nunca, nunca; podemos desarrollar en
éxito el propósito de Dios en la vida sumergidos en el pecado. Porque
todo llamado que viene de Dios no es una Profesión es una Vocación, y
te debes a un ser que su naturaleza es pura santidad”.
No te
engañes, Dios no puede ser burlado, lo que tu siembra lo vas a recibir.
En Dios no hay atajo como para caerle adelante. El pecado es como un
gran peso que te resta velocidad en la carrera en relación al propósito
de Dios, y en algún caso te puede eliminar del propósito divino. Pablo
como escritor describe esto como advertencias en la carta a los
Corintios.
“No sabéis que los que corren en el estadio,
todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de
tal manera que lo obtengáis. 25Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como
a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
27sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que
habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” 1ª
Corintio 9:24.27.
El término “ yo mismo” tiene que ver con
un auto eliminación, no se da a la eliminación que viene de parte de
Dios. El término eliminado que pablo utilizó en forma personal en
referencia al ejercicio del Ministerio es adokino que indica: Rechazado,
reprobado por su mal testimonio con pérdidas de recompensas futuras.
Es triste decirlos que en la actualidad hay creyentes que siendo
llamados por Dios, por causa de su reincidencia en el pecado en forma
descarada perdieron de Dios su aprobación para el ejercicio en su obra, y
lo que hacen dentro de la obra de Dios lo hacen por inercia, costumbre,
humanismo, estrategias, iniciativas propias; que no dejan de tener
resultados pero para efecto de Dios no tendrán recompensa alguna.
Hay una gran diferencia en caer en forma cotidiana, fortuita en
el pecado, que premeditar el pecado. El que hayamos caído en el pecado
cotidiano, fortuitamente, por accidente; es entendido por Dios, pero el
hacer planes y proyectos para pecar en forma descarada, con alevosía; es
condenado por el gran YO SOY. Este fue el pecado de Acán, el cual
premeditó y mantuvo oculto su error. Si analizamos el pasaje, Acán se
movió en cuatro pasos que son comunes en aquellos que premeditan el
pecado.
1) Vio.
2) Codició.
3) Tomó.
4) Escondió y ocultó el pecado.
2) Codició.
3) Tomó.
4) Escondió y ocultó el pecado.
“Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado
contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre
los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de
plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y
tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda,…”
Josué 7:20.21.
Este es denominador común, que se está
dando en forma descarada en nuestras congregaciones, de ministro o
feligreses que vieron el pecado, lo codiciaron, lo tomaron, y lo
mantuvieron oculto. El problema de Acán fue, que se arrepintió después
que su pecado fue descubierto, si él hubiera tomado la decisión de
manifestar su falta en una actitud de arrepentimiento, es probable que
Dios hubiera tenido misericordia de él. El pecado premeditado de este
hombre, destruyó su vida, su familia, sus bienes, y sin lugar a duda el
propósito de Dios en él. Pablo en sus cartas nos aconseja, a no
premeditar el pecado, sino a luchar en contra de el.
“Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no
en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del
Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.” RomanoS
13:13.14.
/// BENDICIONES ///
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