Reflexión hombre sin trabajo!
 Erase un hombre. No solo se había quedado sin trabajo, sino que tampoco tenia nada
 para comer. Se siente profundamente humillado al tener que tomar 
aquella determinación, pero no le quedaba otro recurso. Muy temprano 
salió de su casilla de tablas, en las afueras de una villa, y agarró para
 el centro de la ciudad. No iba a
 buscar trabajo, iba a recorrer los potes de desperdicios. Porque parece que lo que a 
él tanto le andaba faltando, a otros les sobraba hasta para tirar.
Erase un hombre. No solo se había quedado sin trabajo, sino que tampoco tenia nada
 para comer. Se siente profundamente humillado al tener que tomar 
aquella determinación, pero no le quedaba otro recurso. Muy temprano 
salió de su casilla de tablas, en las afueras de una villa, y agarró para
 el centro de la ciudad. No iba a
 buscar trabajo, iba a recorrer los potes de desperdicios. Porque parece que lo que a 
él tanto le andaba faltando, a otros les sobraba hasta para tirar.
A propósito comenzó muy de madrugada su recorrida. No tenía ganas de que nadie lo viera, y además había que ganarle a los carros de la municipalidad. Destapó uno de los potes y sintió la repugnancia de tener que escarbar alli para conseguir el pedazo de pan, o la media fruta que seria su alimento aquel dia.
Casi con asco fue seleccionando lo poco aprovechable
 que lograba sacar. Porque aún en la situación que estaba, conservaba sus
 delicadezas. En un bolso que llevaba fue guardando lo poco que le 
parece más o menos bueno: media galleta, a la que rebanó la parte ya 
mordida; una manzana de la que separó la parte podrida; un corazón de 
repollo, del que tiró las hojas marchitas de afuera.
Poco a poco, y pote por pote, fue equipando su bolso, dejando atrás suyo y frente a cada parada, un reguero
 de desperdicios que ni siquiera queria volver a tocar para meterlos 
nuevamente en los depósitos de residuos. No queria perder tiempo, porque
 no deseaba que nadie fuera testigo de su situación humillante.
 Pero en una de esas, al mirar para atrás, vio que tenia un testigo 
inesperado, alguien que lo seguia. Otro pobre hombre, peor vestido que 
él mismo, recorria los mismos potes de basuras, que él ya habia revisado,
 y recoge en una bolsita de plástico muchas de las cosas que él habia 
tirado.
Lo que él habia considerado inservible, a un hermano suyo le servira
 ese dia como alimento. Se sintió tan inmensamente conmovido al 
comprobar lo que estaba sucediendo que, sin pensarlo dos veces, 
retrocedió y, abriendo su bolso, le entregó al mendigo la mitad de lo 
que habia juntado. Y al compartir ese poco que tenia se sintió 
enormemente rico.
Y mientras regresaba feliz a su casilla, miraba con 
compasión a todos los satisfechos que pasaban a su lado,mientras se iba 
repitiendo su descubrimiento: POBRES… POBRES SON LOS QUE NO SABEN COMPARTIR.
A nosotros nos duele como continente pobre constatar lo que desperdician los Paises Ricos. Pero: ¿Compartimos lo poco que tenemos, con los pobres de nuestro pueblo?
A nosotros nos duele como continente pobre constatar lo que desperdician los Paises Ricos. Pero: ¿Compartimos lo poco que tenemos, con los pobres de nuestro pueblo?
Haz memoria… cuándo fue la última vez que le compartiste a alguien lo
 tuyo? dinero, comida, ropa… etc. Medita en este pasaje bíblico:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25. 34-40
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25. 34-40
Si deseas servir a Dios, ponte en acción AHORA! no hay que 
ir muy lejos para ver necesidad. Sal de tu círculo y de tu rutina de 
comodidad por un momento, incomodo un instante. Mira más alla de tus 
necesidades. Piensa una cosita… mientras tú te preocupas por el mañana 
hay gente HOY que esta muriendo de hambre o quizas de tristeza, y lo 
peor… sin conocer al Salvador.
Quizas no puedas acabar con el hambre de todo el mundo, 
quizas ni siquiera con el hambre de un grupo de personas pero harás una 
diferencia  muy grande para la persona a la cual ayudes.
"Nadie es tan pobre como para no dar ayuda y nadie es tan rico como para no necesitarla” Madre Teresa de Calcuta ...
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