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'Me gusta la leche' |
Entérate! La leche es buena o mala ...
Se acusa al
“combustible blanco” de efectos no deseados como la gordura y la
osteoporosis, pero la verdad...qué buena es la leche: sus pros y
contras.
La imagen de la leche es tan
pura como la nieve; tan blanca como el líquido mismo. ¿Quiere otro vaso?
Según el profesor Walter Willet, nutricionista de la Universidad de
Harvard, no hay que suponer que beber mucha leche evitará que se rompan
los huesos. El profesional investigó esta premisa durante 30 años y no
encontró correlación entre el consumo de productos lácteos y los huesos
fuertes. El doctor Colin Campbell, bioquímico afiliado a la Universidad
Cornell de los Estados Unidos, iría un paso más allá y le aconsejaría a
usted no tomar ese vaso de leche si le preocupa la salud de sus huesos.
Se dice que las proteínas de la leche crean un ácido que en realidad los
desgasta.
¿Es esta bebida un lobo disfrazado de oveja?
¿Nos han engañado las campañas de publicidad? El profesor Gertjan
Schaafsma, miembro del Consejo Holandés de la Salud y de la Junta
Científica de la Fundación para la Prevención de la Osteoporosis en los
Países Bajos se muestra escéptico. Ha estudiado los lácteos durante años
y afirma que la opinión de Willet es debatible y no goza de mucha
aceptación. “Para el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, el
calcio no es el único factor que afecta la masa ósea. Los factores
hereditarios, la vitamina D, el ejercicio, la ingesta de sodio y el
excesivo consumo de alcohol y café también influyen en la densidad ósea.
En otras palabras, el estilo de vida y la predisposición genética
pueden producir osteoporosis, pese a una dieta rica en calcio”.
Schaafsma
también rechaza las afirmaciones de Campbell. “Mientras los riñones
funcionen bien, la carga ácida de los alimentos está compensada por una
gran descarga de iones positivos de amoníaco en la orina, en cuyo caso
no hay ninguna pérdida de masa ósea. La teoría de que una dieta rica en
proteínas causa oesteoporosis es anticuada y ha sido desacreditada en
muchas publicaciones”, explica el profesor Schaafsma.
El consumo de leche en Latinoamérica es relativamente alto,
en comparación con otras regiones, con índices anuales hasta de 200
litros per cápita. Este consumo se vio influenciado también por la
aparición de bebidas alternativas hechas sobre la base de leche y
yogures. Todos las entidades gubernamentales siguen asignando a la leche
un lugar prominente en la pirámide alimentaria, un esquema de los cinco
grupos de alimentos que forman la base de una dieta saludable.
Es bueno consumir leche todos los días. Es barata y tiene su lugar en una dieta equilibrada.
Protección
De acuerdo con Jeanne de Vries, investigadora de la División de la
Dieta Humana en la Universidad Wageningen, la leche contiene elementos
clave para un cuerpo sano. “Posee mucho calcio, proteínas y vitaminas”.
El calcio es el componente esencial de los huesos; las vitaminas B2, B6 y
B12 desempeñan un papel esencial en los procesos metabólicos y del
crecimiento.
Nuestro organismo necesita las vitaminas para
fabricar glóbulos rojos, respirar, producir anticuerpos y tener piel,
uñas y pelo sanos. Es difícil saber si la leche realmente nos protege
contra ciertas enfermedades, según De Vries. “No obstante, los estudios
demuestran conexiones positivas entre la salud y la leche. Los péptidos
bioactivos podrían contribuir a una flora intestinal sana y a una
presión arterial baja.”
El profesor Toon van Hooijdonk dijo el
año pasado en la Universidad Wageningen que una disminución en el
consumo de leche podría ser riesgosa para la salud pública. Se basó en
las investigaciones de los nutricionistas estadounidenses David McCarron
y Robert Heany.
Estos expertos calcularon el ahorro que tendría
el sistema estadounidense de atención médica si el consumo de lácteos
alcanzara su objetivo. Los efectos más importantes se tuvieron en las
áreas de la obesidad, la diabetes tipo 2 y la hipertensión.
Grasas
Al hablar de los beneficios de la leche, debe hacerse hincapié en un
punto importante: no podemos simplemente consumir una cantidad ilimitada
de productos lácteos.
El Ministerio de Salud de la Argentina
recomienda una cantidad específica diaria de lácteos, pero esta cantidad
varía según el grupo de edad. Los preescolares y adolescentes necesitan
más que los adultos.
Los lácteos tienen su lado negativo. “Aunque
nunca se ha establecido una relación directa entre el consumo de lácteos
y un riesgo más elevado de enfermedades cardiovasculares, es prudente
limitar la ingesta de grasa de la leche —dice el profesor Schaafsma—.
Así como las grasas vegetales y animales sólidas, la leche contiene
muchas grasas saturadas que pueden elevar las concentraciones de
colesterol.
Por lo tanto, se recomiendan las variedades con poca
grasa o descremadas”. El Ministerio de Salud recomienda dos tazas o
tres vasos de leche por día, para chicos en edad preescolar.
Problema de imagen
En algunos países, se consume una cantidad suficiente de lácteos. Sin
embargo, es sorprendente la forma en que está disminuyendo el consumo
de leche.
Según Aad Vernooij, vocero de la Asociación Holandesa
de Productos Lácteos, la introducción de incontables alimentos lácteos
alternativos es la razón más importante. “Antes usábamos la leche para
preparar avena; hoy, el estante de productos lácteos está lleno de
yogures, budines y todo tipo de bocaditos sobre la base de leche”.
Además, ésta ha debido hacer frente a la creciente competencia de las
gaseosas. “La leche tiene un problema de imagen —dice Vernooij—. Es un
producto de consumo básico; las gaseosas son para darse un gusto”.
Con
todo, es improbable que en un futuro cercano se hagan nuevas campañas
de publicidad. Los tiempos han cambiado drásticamente. No fue
coincidencia que las campañas de “La leche: el combustible blanco” se
crearan en una época en que Holanda tenía un excedente de leche. La
manera más fácil de resolver esto fue hacer que los consumidores
bebieran litros y litros de leche.
Según Schaafsma, podemos descartar con tranquilidad las acusaciones
que se hacen a los productos lácteos. “Todavía oímos el viejo argumento
de que la leche es para los becerros y no para los humanos. Esa es una
visión miope. El hombre es omnívoro por naturaleza.” Entonces, ¿el
mensaje sería que hay que seguir bebiendo leche? Responde Schaafsma: “Yo
no me animaría a decir que la leche es una necesidad. No obstante, sí
creo que es bueno consumirla a diario. Es relativamente barata y tiene
su lugar en una dieta equilibrada”.
MITOS Y VERDADES
MITO. La leche engorda
Los
productos lácteos son fuente importante de calcio y de proteínas de
alta calidad que estimulan el metabolismo y el crecimiento de los
músculos y los huesos. Por lo tanto, tienen un efecto favorable sobre el
peso, sobre todo si se eligen productos descremados o con poca grasa.
MITO. Las alergias a la leche de vaca están aumentando.
La
alergia a la leche de vaca se presenta principalmente entre los más
chicos. Un promedio de uno a tres por ciento de los recién nacidos
desarrolla una alergia a la leche de vaca durante los primeros meses. La
alergia generalmente desaparece de los dos años en adelante.
VERDAD. La leche es una de las más antiguas fuentes de alimento para los humanos.
La
gente ha bebido leche durante el mismo tiempo en que ha criado
animales. En otras palabras, sabíamos desde el principio que los lácteos
eran buenos para nosotros, y muchos estudios científicos apoyan esto.
Hay países donde las personas consumen muy pocos lácteos y lleva una
vida sana, pero es difícil comparar hábitos dietéticos nacionales.
Necesitan compararse las pautas totales para tener el cuadro completo.
MITO. La leche entera contiene más calcio.
Las leches descremada, de poca grasa y entera contienen básicamente
la misma cantidad de calcio. La leche entera contienene más grasa y
vitaminas A y D, solubles en grasa. El hecho es que los tres tipos de
leche son las fuentes naturales más importantes de calcio en la dieta
occidental. Junto con otros productos lácteos, proveen cerca de dos
terceras partes de la cantidad recomendada de calcio que se necesita
para el desarrollo de los huesos en niños y adolescentes, y para la
buena salud ósea en adultos y personas mayores.
CONTRA EL INFARTO Y LA DIABETES
Un
estudio reciente realizado por médicos del Hospital Durand, de Buenos
Aires, y del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Buenos
Aires, concluyó que el consumo de leche en chicos ayudaría a prevenir el
riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y de sufrir un infarto en edad
adulta.
Los investigadores hallaron en un grupo de alumnos de
escuela primaria que aquellos que más leche consumían tenían menos
resistencia a la insulina, tendían a comer más frutas y verduras, y
hacían más ejercicio.
El efecto preventivo de la leche se originaría
por el calcio y el magnesio que ésta contiene. El primero reduciría la
formación de grasa en el organismo, mientras que el segundo está
asociado con una mejor secreción de la insulina, la hormona que
transporta la glucosa hasta el interior de las células para que éstas la
transformen en energía. El estudio incluyó a 365 chicos entre 5 y 14
años de dos escuelas bonaerenses.
Fuente: Diario La Nación