![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPqhxlo2rq9xYVsZDjHGn5AYajOjw0ks0q4YLykLMxoOaD9H4EAPpa8IZkTRFGH6syLck6yqPNYiRkV1gnrekyNEzO6e73egJxkqid-rlH110TTrwEcyu2XRsvn1EJOW6IUfQgZXQMFA1c/s320/A+jugo+de+naranja.jpg) |
LAS VITAMINAS |
*Las
vitaminas son sustancias complejas que el organismo necesita en pequeñas
cantidades para un sinfín de procesos básicos, y que juegan un rol
importantísimo en las reacciones químicas que ocurren en el cuerpo. Una
alimentación diaria variada, es decir que incluya todos los grupos de
alimentos, provee las vitaminas necesarias para mantenerte siempre
saludable.
Clasificación
Se clasifican según la forma en que se absorben y que se almacenan en
el organismo. Las vitaminas A, D, E y K son liposolubles ya que, tal
como su nombre lo indica, son solubles solo en sustancias grasas;
mientras que la vitamina C y las del complejo B, son solubles en agua y
por ello reciben el nombre de hidrosolubles. El cuerpo puede almacenar
las vitaminas liposolubles en el hígado y en el tejido graso a la vez
que elimina el exceso de vitaminas hidrosolubles a través de la orina,
razón por la cual hay que consumirlas diariamente a través de los
alimentos.
Las provitaminas son sustancias que el organismo puede transformar en
vitaminas. Entre ellas se destaca el betacaroteno, precursor de la
vitamina A, así como un tipo de esteroide presente en la piel que, tras
la exposición solar, el organismo utiliza para formar la vitamina D.
Vitaminas liposolubles
Estas vitaminas necesitan sustancias grasas para poder ser absorbidas
al torrente sanguíneo desde el intestino. Por eso, las personas que
tienen trastornos de mala absorción de grasas pueden presentar síntomas
de deficiencia de vitaminas, aunque a través de la dieta aporten
cantidades adecuadas de ellas. Por otro lado, si una persona toma
suplementos en altas dosis se podrían acumular cantidades excesivas y
tóxicas.
Vitamina A
Sus formas activas son el retinol, el ácido retinoico y los ésteres
de retinol. El betacaroteno es una forma precursora. La vitamina A es
fundamental para la visión normal y para prevenir la ceguera nocturna.
Es necesaria para el proceso natural de división celular y de
crecimiento, para el desarrollo de los huesos y de los dientes, y para
la salud de la
piel, las membranas mucosas y el tejido epitelial que
reviste los intestinos, las vías respiratorias y otros órganos. Sus
propiedades antioxidantes ayudan a prevenir el daño celular que provocan
los radicales libres y que podría devenir en cáncer; asimismo previenen
enfermedades cardiovasculares y retrasan los efectos del envejecimiento
en la piel. El organismo necesita la vitamina A para sintetizar
aminoácidos, tiroxina y otras hormonas. Por lo general, no se
recomiendan suplementos. Un exceso puede ser tóxico; incluso, puede
provocar la muerte. Una mujer que planea un embarazo no debería consumir
suplementos con altas dosis de vitamina
A o de isotretinoína ya que
puede provocar daños en el feto. Esta vitamina se almacena en el
organismo, y los suplementos deben interrumpirse tres meses antes de
intentar
la concepción.
Vitamina D
Existen dos formas de esta vitamina: la D2, que proviene de las
plantas, y la D3, que el cuerpo puede sintetizar cuando la piel se
expone a los rayos ultravioletas del sol. Para una adecuada formación de
vitamina D, hay que exponer al sol parte de la piel, como por ejemplo
los brazos, durante diez minutos al día. El organismo necesita la
vitamina D para absorber el calcio. También propicia la absorción de
fósforo e impide que los riñones eliminen proteínas con la orina. Como
absorbe minerales, la vitamina D promueve el crecimiento de huesos y
dientes fuertes. Su deficiencia causa raquitismo en los niños y
osteomalacia en los adultos (esta forma adulta del raquitismo es muy
rara en el mundo industrializado). Otros síntomas identificados en los
últimos años con la deficiencia de esta vitamina son alteraciones
musculoesqueléticas, enfermedades infecciosas y trastornos autoinmunes.
Vitamina E
Es un poderoso antioxidante que protege al organismo del daño causado
por los radicales libres, sustancias relacionadas con los signos del
envejecimiento ya que provocan daños en las células, en los tejidos y en
los órganos. La vitamina E fortalece el sistema inmune y ayuda a hacer
frente a virus y bacterias. Es también esencial para
la formación de
glóbulos rojos, favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y ejerce
una función anticoagulante. No hay acuerdo sobre los beneficios de
suplementos de vitamina E en la prevención de enfermedades cardíacas.
Ciertos estudios sobre pacientes cardiovasculares mostraron una
reducción del 20 al 40 por ciento en el riesgo de enfermedad coronaria,
pero pruebas más recientes no revelaron ningún beneficio. Podría ser que
los beneficios de un suplemento solo sean aprovechables para aquellos
sin enfermedad coronaria declarada o para un subgrupo de pacientes
cardíacos, pero aún debe determinarse.
La vitamina E no se acumula hasta llegar a niveles tóxicos en el
cuerpo; el exceso se elimina con las heces. Quienes toman medicación
anticoagulante, o van a someterse a una cirugía, no deben tomar vitamina
E sin aprobación médica, por sus propiedades anticoagulantes.
Vitamina K
El hígado necesita la vitamina K para fabricar las proteínas de la
sangre esenciales para la coagulación. La mitad de la vitamina K la
producen las bacterias del intestino; el resto proviene de la
alimentación. Investigaciones recientes indicaron que la vitamina K
puede aumentar la densidad ósea y reducir los riesgos de fracturas. La
deficiencia de vitamina K se caracteriza por un sangrado excesivo,
incluso en heridas menores. Algunos recién nacidos son especial- mente
vulnerables a esa deficiencia porque carecen de las bacterias
intestinales que se necesitan para formarla.
Vitaminas hidrosolubles
Las vitaminas del complejo B y la vitamina C, solubles en agua, se
absorben más fácil- mente que las vitaminas liposolubles, pero al no
poder almacenarse en el organismo su consumo a través de los alimentos
debe ser diario. Un exceso de estas vitaminas se elimina a través de la
orina.
Vitamina H
Se relaciona con el ácido fólico, la vitamina B5 y la vitamina B12.
La vitamina H es esencial para el adecuado metabolismo de los
carbohidratos, en especial de la glucosa, y también de las proteínas y
las grasas. Parte de esta vitamina es producida por las bacterias
intestinales, pero también se encuentra en muchos alimentos. La
deficiencia de esta vitamina es extremadamente rara en aquellas personas
que llevan una alimentación saludable ya que parte de la misma es
producida en el intestino a través de la flora.
Vitamina B9
Conocida también como ácido fólico tiene un rol esencial en la
síntesis de nuevas células porque ayuda a producir el ADN y ARN;
asimismo trabaja junto a la vitamina B12 para formar hemoglobina en los
glóbulos rojos y ayuda a controlar los niveles de homocisteina, una
sustancia cuyos niveles se asocian al riesgo de enfermedad
cardiovascular. Durante el embarazo, el ácido fólico contribuye a evitar
defectos neurológicos en el desarrollo del feto, en particular la
espina bífida. El alcohol y los anticonceptivos orales afectan su
absorción, lo que aumenta el riesgo de deficiencias.
Vitamina B3
Esta vitamina, también llamada ácido nicotínico, colabora en la
producción de energía en las células de todo el organismo; favorece el
correcto funcionamiento de las enzimas y ayuda a que el organismo
utilice los azúcares y los ácidos grasos. También mejora la circulación y
los niveles de colesterol sanguíneo. Su deficiencia es muy rara en
personas que consumen habitualmente proteínas, sin embargo, una
deficiencia severa puede dar lugar a la pelagra, que se caracteriza por
diarrea, problemas en la piel y demencia. Por el contrario, un exceso de
esta vitamina puede provocar irritación en la piel o incluso daño
hepático.
Vitamina B5
Se encuentra en casi todos los alimentos de origen vegetal y animal.
También lo producen las bacterias del intestino. Este ácido es necesario
para el metabolismo de los carbohidratos, de las proteínas y de las
grasas, y se emplea para la producción de hormonas, glóbulos rojos y
grasas. No es frecuente su deficiencia.
Vitamina B2
Como es esencial para liberar la energía, la vitamina B2 se requiere
para metabolizar proteínas, carbohidratos y grasas. También es necesaria
para aprovechar la niacina y la vitamina B6, y es necesaria para la
síntesis de las hormonas corticoesteroides. Excepto por aquellos
individuos que están severamente malnutridos, la deficiencia de esta
vitamina es poco frecuente. Síntomas de la misma incluyen alteraciones
en la vista, piel reseca y descamada e hinchazón de la lengua.
Vitamina B1
Esta vitamina ayuda a las células del organismo a convertir los
hidratos de carbono en energía; es esencial para el correcto
funcionamiento del corazón, de los músculos y del sistema nervioso. Los
síntomas de la deficiencia leve son fatiga, debilidad muscular y daño
nervioso, y en caso de carencia severa puede llevar al beriberi, que
afecta principalmente el sistema cardiovascular y el nervioso. Sin
embargo, esta enfermedad es poco frecuente en los países desarrollados.
Vitamina B6
Está formada por tres compuestos relacionados e intercambiables
(piridoxina, piridoxamina y piridoxal). Es una coenzima esencial para el
metabolismo de las proteínas; libera energía en una forma que las
células pueden aprovechar, colabora en el funcionamiento de los sistemas
nervioso e inmunológico y en la producción de glóbulos rojos. Cuando
hay deficiencia se advierte la piel grasa y descamada, en especial
alrededor de los ojos, la nariz y la boca; pérdida de peso, debilidad
muscular, lengua lisa y rojiza, irritabilidad y depresión. Altas dosis
de suplementos pueden causar daños neurológicos.
Vitamina B12
Funciona como coenzima, una molécula orgánica que contribuye en la
función de las enzimas. Es esencial para el crecimiento y para la
división celular, para la formación de glóbulos rojos, del material
genético y de la mielina (envoltura de tejido graso de las fibras
nerviosas). Su deficiencia causaría anemia perniciosa, síntomas
neurológicos y debilidad. En la mayoría de los casos, la deficiencia de
esta vitamina no se debe a una alimentación insuficiente sino a la
imposibilidad de absorberla en el tracto intestinal debido a la falta de
un factor intrínseco cuya producción disminuye con la edad. En esos
casos, deben suministrarse suplementos.
Vitamina C
Llamada también “ácido ascórbico”. Es necesaria para producir
y
conservar el colágeno, el tejido conjuntivo que mantiene a las células
del cuerpo juntas. Es un antioxidante importante y se asocia con menores
riesgos de enfermedades cardíacas, de ciertos tipos de cáncer, e
incluso de los trastornos de salud que aparecen con el envejecimiento.
Facilita la cicatrización de heridas y quemaduras, contribuye a formar
los dientes y los huesos, fortalece las paredes de los capilares y otros
vasos sanguíneos, e incrementa la absorción de hierro. Es un remedio
popular para el resfrío y aunque los estudios indican que probablemente
no sirva para prevenirlo, puede disminuir su gravedad y acortar su
duración. Los síntomas de deficiencia son fatiga, dolor en las
articulaciones, encías que duelen o que sangran, hematomas que aparecen
con facilidad, huesos debilitados que se fracturan fácilmente y una
curación más lenta de las heridas. Frente a una deficiencia severa,
estos síntomas se agravan y se produce el escorbuto, se forman úlceras
en las encías, se aflojan los dientes y pueden darse hemorragias
espontáneas.