QUIENES SON LOS TOMADOS Y QUIENES SON LOS DEJADOS SEGÚN MATEO 24:40.42.  
    “…el uno será tomado y el otro será dejado”  Mateo 24:40.41.
      Según la doctrina del arrebatamiento parcial, los tomados son los 
que son raptados al cielo y los dejados son los que quedan en la gran 
tribulación. Pero tenemos que entender algo bien importante, no podemos 
tomar estas dos palabras y darle el significado que nos parezca para 
tratar de apoyar una opinión o teoría en contra de otra. 
        
El estudioso consciente de la Biblia, no es aquel que trata de buscar 
como apoyar su opinión, sino es aquel  que busca las verdades absolutas y
 eternas que ella contiene en su inspiración a fin de que le sea 
iluminado lo revelado en ella, con el propósito  de extraer el contenido
 de la verdad. Al estudiar la Sagradas Escrituras tenemos que permitir 
que ella misma se explique, y que el Espíritu Santo quien la inspiró, 
nos ilumine sus verdades. La idea central del estudioso de las 
escrituras Sagradas, es descubrir a través del estudio en forma 
exegética la verdad absoluta de Dios, descubrir el pensamiento de Dios, 
en lo que esta plasmado en los textos Sagrados.
 La Biblia 
fue escrita originalmente en arameo, griego y hebreo y no en ninguno de 
los idiomas modernos de hoy en día; así que, no podemos darle 
significados o interpretaciones a las palabras de la Biblia basado en 
los idiomas modernos. Por eso al estudiar la Sagradas Escrituras, 
debemos dejar que ella misma se explique, debemos comparar un texto con 
otro texto, ver el contexto, entender el marco histórico y comparar la 
palabra con pasajes paralelos que contienen los mismos términos para 
entender su verdadero significado Bíblico escrito en su idioma original.
 Vamos a descubrir que significan el ser tomado y el ser dejado en su 
marco Bíblico, citemos el pasaje.
        La Biblia 
fue escrita originalmente en arameo, griego y hebreo y no en ninguno de 
los idiomas modernos de hoy en día; así que, no podemos darle 
significados o interpretaciones a las palabras de la Biblia basado en 
los idiomas modernos. Por eso al estudiar la Sagradas Escrituras, 
debemos dejar que ella misma se explique, debemos comparar un texto con 
otro texto, ver el contexto, entender el marco histórico y comparar la 
palabra con pasajes paralelos que contienen los mismos términos para 
entender su verdadero significado Bíblico escrito en su idioma original.
 Vamos a descubrir que significan el ser tomado y el ser dejado en su 
marco Bíblico, citemos el pasaje. 
       "Entonces estarán dos en 
el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán
 moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada." 
Mateo 24:40.41.
          Muchas personas al leer estos textos  lo
 aplican al arrebatamiento de la Iglesia.  Pero como hemos expresado no 
podemos darle nuestra propia interpretación a lo dicho en las Escrituras
 y creer que el pasaje Bíblico insinúa lo que nosotros creemos. En estos
 versos no se encuentra la palabra rapto ni arrebatamiento, ni se 
menciona el cielo. Jesús ni siquiera dice cómo el que es tomado es 
tomado, ni por qué es tomado, ni adonde es llevado cuando es tomado. 
Jesús está usando una metáfora, comparando su venida con los días de 
Noé, por lo consiguiente para entender lo que realmente Jesús está 
exponiendo en estos versos, tenemos que estudiar los detalles de lo que 
pasó en los días de Noé.
         Como Jesús utiliza la catástrofe
 diluviana como comparación a su discurso, vayamos al relato para ver 
que nos dice y comprender dicho discurso. Es imposible tener 
entendimiento  a lo dicho por Jesús en este pasaje (Mateo 24) si no se 
toma en cuenta las referencias que Él hizo de los acontecimientos en 
relación a los días de Noé. 
          “Y he aquí que yo traigo un
 diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya 
espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 
Más estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, 
tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y lo hizo así Noé; hizo 
conforme a todo lo que Dios le mandó."(Génesis. 6: 11-14, 18, 22) 
       "Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino 
sobre la tierra. Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca,
 y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.
       
"Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo 
que había en la tierra, murió. Así fue destruido todo ser que vivía 
sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los 
reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos (tomados) de la tierra, y
 quedó (dejados) solamente Noé, y los que con él estaban en el arca. 
“Génesis 7:22.23.
       Es interesante notar aquí que Noé le 
predicó al mundo antediluviano con el poder del Espíritu Santo, que Dios
 estaba a punto de destruir al mundo. Este mensaje pregonado por Noé no 
fue atendido por los habitantes de aquella época. De igual forma en los 
últimos tiempos se pregonará y se anunciará el Evangelio del Reino 
mensaje que no será tomado en cuenta por los habitantes de esa era.  
        Según el relato Bíblico que acabamos de leer, debemos hacernos 
unas preguntas.  ¿Quiénes fueron los tomados y los dejados?
      
Quedados: El término hebrea que se usa aquí como dejar o  quedar en 
referencia a Noé y su familia es “Shaar”; y esta palabra significa lo 
que queda o resta después de una gran calamidad o destrucción. 
Encontramos la misma palabra en: Éxodo. 14:28. Josué. 8:17, 22.  Isaías.
 24:6.  Hageo 2:3. En todos estos versículos que utilizan el término 
“Shaar”  siempre se refiere a personas que quedan con vida. 
     
 Tomado: La palabra hebrea que se usa aquí es “Lakad”, que significa: 
raído, atrapar, capturar, retener, enlazar; sorprender en un acto 
vergonzoso. Encontramos la misma palabra en: Deuteronomio. 2:35. Número.
 32:39, 41. 34: 14, 15. Josué. 8:8. 1ª Reyes. 9: 6. 16:18.  2ª Reyes. 
32:18.  28:18.  Jeremías. 32:28.  48:1. 7.  Eclesiastés. 7:26.  
Proverbios. 5:22.  11:6. 16: 2,  Jeremías. 48:1, 7.  32: 8. 37:8.  
Daniel. 11: 8. Habacuc. 1:10. Juan 8:3, 4. Lucas. 9:39. 2ª Corintio. 
11:20. 12:16. Los términos tomar y dejar en el lenguaje Bíblicos, 
difieren mucho de lo que pueden significar para nosotros hoy en día de 
acuerdo a nuestro idioma y nuestras culturas.  
       Al analizar
 ahora los versículos 40-41 de Mateo 24,  notemos algo muy importante. 
El versículo 40 comienza con la palabra Entonces. Según el contexto el 
vocablo “Entonces” está haciendo referencia en la catástrofe diluviana 
que dejo como resultado a unos que son tomados y a otros que son 
dejados. Quienes fueron dejados o preservados en el arca fueron Noé y su
 familia, y los que fueron tomados, raído, o sorprendidos por el juicio;
 fueron los que no atendieron el llamado de Noé. Esto es una similitud 
de lo que Jesús presenta en mateo 24. Los que son dejados son los 
preservados para el reino, y los que son tomados  son los que entraran 
en juicio. Esto es profetizado por el Profeta Isaías en sus escritos.
        “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los 
cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la 
venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio 
estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el 
día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el 
diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del 
Hombre. 
     Entonces estarán dos en el campo; el uno será 
tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un 
molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque 
no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”. Mateo 24:36.42.
 
     “En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria,
 y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de 
Israel. 3Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado 
en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén 
registrados entre los vivientes, 4cuando el Señor lave las inmundicias 
de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de 
ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación” Isaías 
4:2.4.