ORACIÓN
Padre, perdóname por cada vez que he tomado en poco tu nombre y tu
santidad, ayúdame en mi debilidad, dame un temor reverente por tu nombre
y por tu santidad, que jamas juegue con el llamado que has hecho a mi
vida, que día a día pueda verme frente al espejo de tu palabra y sea de
agrado a tu corazón, que no sea desechado si no traicionado a mi destino
profético en el nombre de JESÚS amén.
Los hijos de Elí y Samuel
1Sam 2: 12-36
Los
hijos de Eli eran impíos y no tenían conocimiento de Jehová, sin
embargo eran sacerdotes y ministraban en el templo, menospreciaban las
ofrendas y el sacrificio que el pueblo ofrecía a Jehová. Subestimaron su
ministerio, pisotearon lo santo, fornicaron con las mujeres que velaban
en la puerta del tabernáculo, no oyeron el consejo de su padre, no
obedecieron la exhortación de su autoridad, hacían pecar al pueblo de
Dios.
Mientras tanto Samuel crecía en aceptación delante de Dios y de los
hombres, el padre guardo el corazón de este joven que fue apartado por
el altísimo, alguien que no había tenido linaje sacerdotal, que apareció
de un milagro, de una petición, de un voto, alguien que fue ofrecido al
señor desde antes de su concepción. ¡Qué gran diferencia!. Finalizaba
un ministerio que ensucio lo santo y comenzaba el ministerio de quien
glorificaría al Padre.
Qué triste que hoy en día la historia se repite, hay hijos de Eli en la iglesia del Señor, pero de cierto os digo que tendrán su recompensa, pero que glorioso que Dios proveerá Samueles, hijos de Ana, personas que están creciendo en medio del mal ejemplo pero que aun así están permaneciendo aceptos para el Señor con vidas que marcan la diferencia y serán puestos en reemplazo de aquellos que serán desechados.
Oración.
Padre celestial, guarda mi corazón de todo lo ilegitimo, guarda mi corazón de tomar todo lo que no sea mío, no permitas que pisotee tu nombre, tu santidad, y todo cuanto es sagrado para ti. Líbrame de ser un hijo de Elí en este tiempo, revélate a mi vida yo quiero conocerte, no quiero ser un ministro por título sino porque te agrade mi corazón, no quiero perder lo que me has dado.
Hoy renuncio a la impiedad, al velo que no me deja conocerte, al pecado de menospreciar lo santo, no quiero ser una piedra con la que tú pueblo tropiece.
Quiero ser un Samuel en este tiempo, un hombre, una mujer que se mantenga integro en medio de la contaminación, quiero ser tu representante, quiero ser la provisión tuya para la iglesia que está a punto de ser removida, quiero ser quien tome el lugar de los que se irán, quiero ser de los que surgen y no de los que se van. En el nombre de Jesús Amén.
Declaro que tomare en serio el nombre de Dios el cual represento, su santidad, la envestidura que ne me ha sido dada, que soy la provisión de Dios para la iglesia, que glorifique su nombre en el lugar donde he sido puesto/a Amen.
Qué triste que hoy en día la historia se repite, hay hijos de Eli en la iglesia del Señor, pero de cierto os digo que tendrán su recompensa, pero que glorioso que Dios proveerá Samueles, hijos de Ana, personas que están creciendo en medio del mal ejemplo pero que aun así están permaneciendo aceptos para el Señor con vidas que marcan la diferencia y serán puestos en reemplazo de aquellos que serán desechados.
Oración.
Padre celestial, guarda mi corazón de todo lo ilegitimo, guarda mi corazón de tomar todo lo que no sea mío, no permitas que pisotee tu nombre, tu santidad, y todo cuanto es sagrado para ti. Líbrame de ser un hijo de Elí en este tiempo, revélate a mi vida yo quiero conocerte, no quiero ser un ministro por título sino porque te agrade mi corazón, no quiero perder lo que me has dado.
Hoy renuncio a la impiedad, al velo que no me deja conocerte, al pecado de menospreciar lo santo, no quiero ser una piedra con la que tú pueblo tropiece.
Quiero ser un Samuel en este tiempo, un hombre, una mujer que se mantenga integro en medio de la contaminación, quiero ser tu representante, quiero ser la provisión tuya para la iglesia que está a punto de ser removida, quiero ser quien tome el lugar de los que se irán, quiero ser de los que surgen y no de los que se van. En el nombre de Jesús Amén.
Declaro que tomare en serio el nombre de Dios el cual represento, su santidad, la envestidura que ne me ha sido dada, que soy la provisión de Dios para la iglesia, que glorifique su nombre en el lugar donde he sido puesto/a Amen.