*OJO! Los demonios son frágil

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Los demonios son frágil

La Biblia dice que los demonios creen y tiemblan. (Stgo. 2:19).  

Por lo tanto, es importante diferenciar el tipo de creer o fe que la Biblia dice que justifica al hombre, y el creer o la fe que creen los demonios, ya que los demonios no son justificados a pesar de que "creen y tiemblan".
Una persona puede haber estudiado doctrina, teología, profecía, o historia en la Biblia y haber obtenido un conocimiento teórico e intelectual de la verdad, y aún así permanecer fuera de la vida salvadora de Cristo. Esa persona puede pasar su vida creyendo que está salvo, porque conoce y cree la verdad, y sin embargo perderse porque no conoció la verdad como es en Cristo Jesús, como lo es en el contexto de Cristo.
Si los "demonios creen y tiemblan", ¿Qué es lo que los demonios creen? Ellos creen que Jesús es el Hijo de Dios. Ellos creen que Cristo murió en la cruz. Ellos creen que Cristo resucitó y ascendió a los cielos. Ellos creen que Jesucristo es el Salvador del mundo. Ellos creen y están claros en la naturaleza humana de Cristo. Ellos creen y saben que los muertos nada saben. ¿Quién cree más entonces, los hombres o los demonios?
A FE DE LOS DEMONIOS. LA FE DE LOS HIJOS DE DIOS 
Millones de seres humanos no creen en Dios. Hay también miles de cristianos que posiblemente en algún momento de sus vidas han dudado de Dios y han pensado que Dios no los oye cuando oran, o peor, que Dios no existe. ¿Que diferencia hay entonces entre el creer de los demonios y el creer de los seres humanos? ¿Es el "creer" de los demonios o el "creer" de los seres humanos fe? ¿Es esta "fe" o "creer" lo que la Biblia menciona cuando dice: "Así que, concluimos ser el hombre justificado por fe..."? Rom. 3:28. No. Los demonios no tienen la verdadera fe, porque a pesar de que "creen y tiemblan", no aceptaron y rechazaron para siempre el don de Dios. Dudaron de Dios y ahora luchan contra Él. Rechazaron el tiempo de su arrepentimiento y se separaron de Dios para siempre. Los demonios ya no tienen esperanza. Pero, aunque los seres humanos todavía tienen esperanza y oportunidad de arrepentimiento, el "creer" de los seres humanos tampoco es verdadera fe, pues la fe es don de Dios: "Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." Efes. 2:8.
Así que somos salvos solo cuando aceptamos el don (el regalo) de Dios; y este don o regalo, es la fe DE Jesús. Al aceptar el don o la fe DE Jesús, entonces nuestra fe es ahora no la fe de seres humanos, sino la fe DE Jesús que nos pertenece al haber aceptado el don de Cristo para nuestra salvación, de tal forma que nadie se gloríe, y el "...que se gloría, gloríese en el Señor" (1 Cor. 1:31) y para que se cumpla la Escritura cuando dice: "En el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la FE DE Él." Efes. 3:12.
Es sorprendente ver como miles de personas cristianas dudan del poder que acompaña la OMNIPOTENCIA DE LA FE DE ÉL (de Cristo), al punto que a pesar que la Biblia dice que podemos dejar de cometer pecados, no creen que esto es posible antes de que Cristo venga. El demonio puede romper "cadenas" y "grillos" de metal y hacerlos "pedazos": Y salido él del barco, luego le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, Que tenía domicilio en los sepulcros, y ni aun con cadenas le podía alguien atar; Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas la cadenas habían sido hechas pedazos por él, y los grillos desmenuzados, y nadie le podía domar...Y como vio a Jesús de lejos, corrió, y le adoró. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo Jesús Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo." Marcos 5:2-4,6. Sin embargo, muchos dudan de que Dios pueda verdaderamente romper todas las cadenas y grillos del pecado que nos atan antes de que seamos arrebatados en las nubes de los cielos. Por lo tanto, ¿Cuál es entonces la diferencia dela fe de los cristianos y la fe de los demonios? La diferencia es que la fe DE Jesús si rompe todas las cadenas y los grillos del pecado y los hace pedazos con el poder de Dios. Tanto así que las Escrituras declaran: "Cualquiera que permanece en él, no peca;..." 1Juan 3:6. El secreto está en permanecer en Él, en permanecer en la "FE DE ÉL" y la fe viene por el oír y el oír de la Palabra de Dios. Amén.
Lo que muchos no han entendido es que la "FE DE ÉL" no salva en los pecados sino DE los pecados, por la potencia de su poder. Dios nos amó aun estando en nuestros pecados para sacarnos de nuestros pecados y revelar su Gloria. Dios va a hacer una demostración de poder de tal magnitud con la última generación, que Él la va a ARREBATAR o TRASLADAR VIVA, sin pasar por la muerte. Por eso las Escrituras dicen que sin santidad nadie verá al Señor (Heb. 12: 14). Por eso las Escrituras dicen: "Confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo." Fili. 1:6. La incredulidad de muchos sin embargo, no hará nula la verdad de Dios: "¿Pues qué si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿La incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios? En ninguna manera. Antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso. Como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos. Y venzas cuando de ti se juzgare." Rom. 3: 3-4.
El creer y conocer la verdad con el intelecto es un paso, peroel creer y conocerla verdad como es en Jesús, como es en el contexto de Cristo; descubrir a aquel que es nuestro salvador, darnos cuenta y responder a su influencia salvadora y transformadora es otra cosa completamente diferente. Podemos estar textualmente al tanto de lo que la Palabra de Dios dice y aún así permanecer espiritualmente en oscuridad. Hagamos la pregunta: ¿Somos salvos por fe, sí o no?
La mayoría contestarán que sí. Pero, veamos si esa respuesta está correcta, haciendo otra pregunta: ¿Si somos salvos por fe, somos salvos por la fe de Cristo o nuestra fe?
Si decimos que somos salvos por nuestra fe, (aparte de la fe de Jesús) tenemos un tremendo problema porque estaríamos diciendo que somos salvos por nuestros méritos y sabemos que esto sería un grave error. Por lo tanto, es importante diferenciar entre nuestra fe, y la fe de Jesús.
En vez de preguntar si somos salvos por la fe, ¿Porqué mejor no preguntamos, si somos salvos por la fe de Jesús? ¿Acaso no dicen las Escrituras que la fe es un don de Dios? (Efes. 2:8) Y si la fe es don de Dios, quiere decir que la fe viene de Dios, no de nosotros mismos, ¿verdad? El decir que somos salvos por la fe de Jesús, (en el contexto de cristo) en vez de nuestra fe, (el contexto humano) expresa el pensamiento verdadero como es en Cristo Jesús, como es en el contexto de Cristo.
Por eso es que la verdad no existe en términos del contexto humano sino en el contexto de Cristo. La verdad existe en términos del contexto de Cristo. Las preguntas y las respuestas de la verdad tienen que ser analizadas en el ¡contexto de Cristo y como es en Cristo Jesús! No es lo mismo preguntar si somos salvos por fe, que preguntar si somos salvos por la fe deCristo o en Cristo.
Ahora podemos entender también porque es importante diferenciar entre la fe de los demonios y la fe de los hijos de Dios. Es diferente porque la fe es don de Dios. Gloria a Dios. Don gratuito de Dios, para todos los que acepten a Cristo como Su Salvador Personal. Los demonios no aceptaron la fe de Jesús. Satanás no aceptó a Cristo como Su Dios. Tuvo su oportunidad y la despreció. Satanás lo vio como su contrincante. Satanás Quiso ser igual a Dios, sin ser Dios. Dios no forzó a los ángeles, ni fuerza a ningún hombre a aceptarlo. Por eso el don de la fe, aunque disponible para todos, no todos la aceptaron y no todos la aceptan.
¿ES LA FE DE JESÚS O LA FE EN JESÚS LA QUE NOS SALVA?
Veamos que nos dice la Palabra de Dios: "Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo, para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." Rom. 3:26.
La Biblia dice que Cristo es el que Justifica al que es de la fe de Jesús. Noten que es la fe de Jesús la que nos justifica, no nuestra fe como un "creer" aparte de la fe de Jesús. La fe de Jesús, se convierte en la feen Jesús, cuando nosotros aceptamos a Cristo como nuestro Salvador personal. Es de esta forma como somos salvos por la fe en Jesús. No por un "creer" del hombre, sino por un aceptar de parte de nosotros la fe de Jesús, formando un vínculo inseparable entre Cristo y el ser humano. "Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesucristo. Empero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta." Gál. 3:22-23. ¿Cuál fe? La de Cristo. Gloria a Dios. Continúa la Palabra de Dios: "De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo; porque todos sois hijos de Dios por la feen Cristo Jesús. Porque todos los que habéis sido bautizados enCristo, deCristo estáis vestidos." Gál. 3:24-27. Mas venida la fe, ya es nuestra fe, ya es la fe en Jesús, porque hemos aceptado la fe de Él, la cual está fundamentada en el poder de Dios: "Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios." 1 Cor. 2:5.
No nos asombremos cuando la Palabra dice: "...Todo lo que no es de fe, es pecado." Rom. 14:23. "Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe en Jesús..." Heb. 12:2. Tengamos entonces total seguridad en la fe que hemos adquirido gratuitamente, y el poder que la acompaña: "Porque todo aquello que es nacido de Dios, vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe." 1 Juan 5:4.
"¿Dónde pues está la jactancia? Es excluida. ¿Por cuál ley? ¿De las obras? No, mas por la ley de la fe." Rom. 3:27. Porque solamente somos justificados por la ley de la fe, según nos dice el versículo 27. No somos justificados por las obras, sino por la ley de la fe. Entonces, la fe tiene relación con la ley. "¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera, antes establecemos la ley." Rom. 3:31. Así que la fe establece la Ley. En otras palabras la fe magnifica la ley. Por lo tanto, la ley de Dios es pues la ley de la fe.
La Biblia dice que la transgresión de la ley es pecado y que la paga del pecado es la muerte. Esto significaba muerte eterna para el pecador. Ningún ser creado incluyendo los ángeles del cielo podían pagar la deuda del pecado. Solo Dios podía hacerlo. Hubiese sido más fácil para Dios cambiar la su ley y Cristo no hubiese muerto en la cruz. Pero este mismo hecho testifica de la inmutabilidad de su ley, testifica de la inmutabilidad de su carácter, pues la ley es un reflejo del carácter de Dios. Dios no cambia. Es el mismo hoy y siempre. Todas las leyes implican una obediencia. Esto quiere decir que la ley de la fe exige obediencia, por eso el apóstol Pablo nos dice:

"Mas manifestado ahora, y por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, declarado a todas las gentes (naciones) para que obedezcan a la fe." Rom. 16:26.

En otras palabras hay que obedecer la fe. Pero la fe de Cristo no se obedece con el poder humano, sino con el poder de Dios. Por eso la Palabra dice:

"Acerca de su Hijo (que fue hecho de la simiente de David según la carne; el cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, (poder) según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro, Por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe todas las naciones en su Nombre." Rom. 1:3-5.

En otras palabras Dios nos da Gracia, (poder de Dios) para obedecer la fe. Gloria a Dios. El hombre cuenta con el poder de la Gracia de Dios para obedecer la fe, en Su Nombre.

Recordemos que en Cristo podemos "más que vencer": "Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó." Rom. 8:37.

"Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta..." Fil. 4:19.

Cristo nos da todo el poder del cielo sobre toda la fuerza de Satanás. Si Dios nos da todo el poder sobre Satanás, entonces no existe razón para que no podamos vencer en todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia.

Por medio de la fe de Jesús podemos participar de la Naturaleza Divina. ¡Nuestra naturaleza humana vestida de la divinidad!: "Para que la bendición de Abrahán fuese sobre los gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu." Gál. 3:14.

Por eso los demonios son débiles, porque carecen de la fe de Jesús que obra por el amor. Los demonios son débiles porque no aceptaron a Jesús como Su Dios y Salvador Personal.

Los demonios son débiles ante el poder de la Palabra de Dios que vive en nosotros. Los demonios son débiles ante el poder de la fe, que es don de Dios. Los demonios son débiles porque Dios nos ha dado todo el poder sobre el enemigo y nada nos dañará. Gloria a Dios.

Dios proveyó un poder tan irresistible, que los demonios huyen y tiemblan ante la presencia de ese poder (Stgo. 4:7). La Palabra de Dios dice que si resistimos a Satanás, él huirá de nosotros. ¿Cómo podemos resistir a Satanás? Con el poder de la fe.

Este poder es tan sublime, tan poderoso, que la Biblia, la Palabra de Dios dice que los que lo tengan "levantarán alas como águilas, correrán y no se cansarán; caminarán y no se cansarán". Dice también la Palabra que "multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna" (Isa. 40:31, 29). El poder de la fees tan grande que puede hacer las mismas obras que Cristo hizo y mayores aún hará:

"De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre." Juan 14:12.