Tu boca tiene poder
EL PODER DE LA CONFESIÓN
El poder de nuestra confesión, es algo de lo que se habla bastante
entre los cristianos, pero a su vez ha sido muy mal entendido.
Ha existido una completa distorsión entre los hijos de Dios, pues se ha confesado equivocadamente y la iglesia por décadas ha promulgado una batalla o guerra equivocada.
Primeramente, una consecuencia de nuestra confesión es que la mayoría de resultados de nuestro caminar o sea muchos éxitos y fracasos en nuestra vida son el resultado de nosotros mismos, o sea de nuestras propias decisiones.
El Apóstol Pablo manifiesta en Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
Este pasaje de la biblia está escrito para todos los hijos de Dios que nos deleitamos en su palabra. Como algo extractado del mismo pasaje Bíblico, discernimos que somos el resultado de nuestra boca. Lógicamente tendríamos que analizar en la actualidad cual es nuestra confesión, para ello tenemos que tener claro lo que dice Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” Si nuestra confesión se basa en lo que el evangelio establece lógicamente nuestra confesión será positiva, pero si se basa nuestra confesión en enseñanzas de hombres, o de gobernadores del desconocimiento o de tinieblas que es lo mismo, seguramente esta será negativa.
Ahora bien, es imperativo que entendamos que a partir del conocimiento de la palabra de Dios, y sobre todo del minucioso estudio de la misma, nuestra confesión puede cambiar radicalmente.
Veamos lo que está escrito en el Antiguo Pacto, que era un pacto inferior, al pacto de la
Gracia, en el cual actualmente estamos inmersos. Proverbios 18:21. “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”
• ¿Si queremos vida? Está en el poder de nuestra boca
• ¿Si por el contrario queremos muerte?, también está en el poder de nuestra boca
• Esto porque en ella puso Dios la vida o la muerte.
• Por eso nuestra boca tiene que llenarse de VIDA.
Esto solo se logra con el conocimiento de la Palabra de Dios, por eso Óseas manifiesta “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” Óseas 4:6, entonces en el conocimiento detectamos que allí está el gozo, la paz, el éxito, la prosperidad, etc.
Jesucristo lo dijo así: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” Juan 6:6.
Esas palabras del espíritu que dan vida son nuestra confesión; Mediante el conocimiento del evangelio. Es confesar que estoy completo en Cristo Colosenses 2:10, es confesar que estoy bendecido Efesios 1:3, que estoy reinando en vida Romanos 5:17.
Sin embargo colateralmente a esta confesión positiva, derivada del conocimiento del evangelio. Existen confesiones negativas carnales o sea palabras de carne, lamentablemente en estas participamos MUCHAS VECES y que son palabras que no dan vida por el contrario son palabras de muerte. Jesús lo decía con toda autoridad, porque él lo vivía así.
Leamos Marcos 11:20-24 “Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. Respondiendo Jesús, le dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”
Ante este pasaje de la Biblia nos preguntamos ¿Porque la higuera que maldijo Jesús se secó? La respuesta que cualquiera daría sería: porque era el hijo de Dios.
Ahora bien ¿Usted no es un hijo de Dios también? Una premisa que debemos tomar en cuenta es: que quien dio vida a Jesús fue Dios mismo. Entonces, si Dios está unido a nosotros 1 Corintios 6:17 entendamos que Dios al venir a la tierra en el cuerpo de Jesús también tenía las limitaciones de la gente común.
Así mismo dice la Biblia en Romanos 8:29 que: Los hijos de Dios somos hermanos de Jesucristo. Sin embargo él fue el primogénito y era y es superior a nosotros, porque él creía en su corazón lo que decía con su boca, pero el también padeció y aprendió obediencia. Él estaba con un cuerpo igual que el tuyo y el mío. La muerte está en el poder de la lengua, Y eso fue lo que hizo, hace y hará, todo aquel hijo de Dios, que tiene conocimiento del evangelio y sobre todo de su verdadera posición en Cristo Jesús.
Entonces el que produce resultados, es aquel que cree que será hecho lo que dijo.
Jesucristo lo mencionó así: “Creed que lo recibiréis, y os vendrá”. La fe es creer que recibo lo que pido, es creer que vendrá, es creer, para ver resultados. Tenemos que cambiar nuestra manera de hablar; nuestras circunstancias jamás cambiaran a nuestro favor, sino cambiamos nuestra confesión.
¿Cuándo se secó la higuera para Jesús? Esto se dio cuando el hablo. Sin embargo para los discípulos se secó cuando pasaron por la mañana, cuando vieron que estaba seca.
Los resultados se creen y se hablan antes de verlos, por eso fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1.
La mejor manera de conseguir nuestros resultados es creyendo que será hecho lo que dice romanos 10:8-10: “Mas, ¿qué dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos; que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”
Hay una poderosa palabra que es FE, pero esa palabra tiene que salir de nuestra boca, porque con ella se confiesa para salvación, para salud, para prosperidad, para sanidad;
etc. Está claro no es solo meditando, además de esto es hablando. Si no hay palabras sanas en nuestra boca NO habrá buenos resultados.
Tenemos que Hablar como el nuevo hombre, leamos Efesios 4:24-25 “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”
Está claro que en estos versículos lo que es espíritu y vida aquí es la verdad. Y la carne que nada aprovecha es la mentira.
Leamos ahora Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” Nuestras palabras corrompidas son muerte, ahí está el poder de la muerte así como también si de nuestra boca sale una confesión basada en el evangelio, estas serán palabras de vida como por ejemplo: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13, o bien “porque mi vida está escondida con Cristo en Dios” Colosenses 3:3.
Veamos ahora como hace la diferencia el apóstol Pablo. Efesios 4:31 “Quítese de vosotros toda Amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Aquí hay 6 palabras corrompidas que no deben salir de nuestra boca, estas saldrían de nuestra carne y como ya lo hemos acotado: Toda carne para nada aprovecha.
Sigamos leyendo efesios 4:32: “Antes sed benignos unos con otros, Misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdono a vosotros en Cristo” Por el contrario del versículo anterior aquí hay 3 palabras que son VIDA, estas son: Bondad, misericordia y perdón; estos dan VIDA. Amado lector la palabra del PERDON hace milagros, Porque da GRACIA a los oyentes, por eso David decia “Sean Gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti”. Salmo 19:14
CONCLUSIÓN:
Los resultados de nuestra vida están en los dichos de nuestra boca y meditaciones. Si meditas bien, hablas bien, y allí esta nuestra salud o salvación de lo que nos acontece a diario en nuestras vidas. Si no, nos enlazamos con nuestra boca como dice Salomón en proverbios 6:2 “Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.Enlacemos nuestra boca con palabras de fe, de posición y posesión en Cristo.
Metámonos presos en los dichos de la palabra de Dios, como dijo el salmista: “Susténtame conforme a tu palabra, y viviré. Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. Sostenme y seré salvo, Y me regocijare siempre en tus estatutos”
Ha existido una completa distorsión entre los hijos de Dios, pues se ha confesado equivocadamente y la iglesia por décadas ha promulgado una batalla o guerra equivocada.
Primeramente, una consecuencia de nuestra confesión es que la mayoría de resultados de nuestro caminar o sea muchos éxitos y fracasos en nuestra vida son el resultado de nosotros mismos, o sea de nuestras propias decisiones.
El Apóstol Pablo manifiesta en Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
Este pasaje de la biblia está escrito para todos los hijos de Dios que nos deleitamos en su palabra. Como algo extractado del mismo pasaje Bíblico, discernimos que somos el resultado de nuestra boca. Lógicamente tendríamos que analizar en la actualidad cual es nuestra confesión, para ello tenemos que tener claro lo que dice Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” Si nuestra confesión se basa en lo que el evangelio establece lógicamente nuestra confesión será positiva, pero si se basa nuestra confesión en enseñanzas de hombres, o de gobernadores del desconocimiento o de tinieblas que es lo mismo, seguramente esta será negativa.
Ahora bien, es imperativo que entendamos que a partir del conocimiento de la palabra de Dios, y sobre todo del minucioso estudio de la misma, nuestra confesión puede cambiar radicalmente.
Veamos lo que está escrito en el Antiguo Pacto, que era un pacto inferior, al pacto de la
Gracia, en el cual actualmente estamos inmersos. Proverbios 18:21. “La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”
• ¿Si queremos vida? Está en el poder de nuestra boca
• ¿Si por el contrario queremos muerte?, también está en el poder de nuestra boca
• Esto porque en ella puso Dios la vida o la muerte.
• Por eso nuestra boca tiene que llenarse de VIDA.
Esto solo se logra con el conocimiento de la Palabra de Dios, por eso Óseas manifiesta “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” Óseas 4:6, entonces en el conocimiento detectamos que allí está el gozo, la paz, el éxito, la prosperidad, etc.
Jesucristo lo dijo así: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” Juan 6:6.
Esas palabras del espíritu que dan vida son nuestra confesión; Mediante el conocimiento del evangelio. Es confesar que estoy completo en Cristo Colosenses 2:10, es confesar que estoy bendecido Efesios 1:3, que estoy reinando en vida Romanos 5:17.
Sin embargo colateralmente a esta confesión positiva, derivada del conocimiento del evangelio. Existen confesiones negativas carnales o sea palabras de carne, lamentablemente en estas participamos MUCHAS VECES y que son palabras que no dan vida por el contrario son palabras de muerte. Jesús lo decía con toda autoridad, porque él lo vivía así.
Leamos Marcos 11:20-24 “Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. Respondiendo Jesús, le dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”
Ante este pasaje de la Biblia nos preguntamos ¿Porque la higuera que maldijo Jesús se secó? La respuesta que cualquiera daría sería: porque era el hijo de Dios.
Ahora bien ¿Usted no es un hijo de Dios también? Una premisa que debemos tomar en cuenta es: que quien dio vida a Jesús fue Dios mismo. Entonces, si Dios está unido a nosotros 1 Corintios 6:17 entendamos que Dios al venir a la tierra en el cuerpo de Jesús también tenía las limitaciones de la gente común.
Así mismo dice la Biblia en Romanos 8:29 que: Los hijos de Dios somos hermanos de Jesucristo. Sin embargo él fue el primogénito y era y es superior a nosotros, porque él creía en su corazón lo que decía con su boca, pero el también padeció y aprendió obediencia. Él estaba con un cuerpo igual que el tuyo y el mío. La muerte está en el poder de la lengua, Y eso fue lo que hizo, hace y hará, todo aquel hijo de Dios, que tiene conocimiento del evangelio y sobre todo de su verdadera posición en Cristo Jesús.
Entonces el que produce resultados, es aquel que cree que será hecho lo que dijo.
Jesucristo lo mencionó así: “Creed que lo recibiréis, y os vendrá”. La fe es creer que recibo lo que pido, es creer que vendrá, es creer, para ver resultados. Tenemos que cambiar nuestra manera de hablar; nuestras circunstancias jamás cambiaran a nuestro favor, sino cambiamos nuestra confesión.
¿Cuándo se secó la higuera para Jesús? Esto se dio cuando el hablo. Sin embargo para los discípulos se secó cuando pasaron por la mañana, cuando vieron que estaba seca.
Los resultados se creen y se hablan antes de verlos, por eso fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1.
La mejor manera de conseguir nuestros resultados es creyendo que será hecho lo que dice romanos 10:8-10: “Mas, ¿qué dice? Cerca de ti esta la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos; que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”
Hay una poderosa palabra que es FE, pero esa palabra tiene que salir de nuestra boca, porque con ella se confiesa para salvación, para salud, para prosperidad, para sanidad;
etc. Está claro no es solo meditando, además de esto es hablando. Si no hay palabras sanas en nuestra boca NO habrá buenos resultados.
Tenemos que Hablar como el nuevo hombre, leamos Efesios 4:24-25 “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”
Está claro que en estos versículos lo que es espíritu y vida aquí es la verdad. Y la carne que nada aprovecha es la mentira.
Leamos ahora Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” Nuestras palabras corrompidas son muerte, ahí está el poder de la muerte así como también si de nuestra boca sale una confesión basada en el evangelio, estas serán palabras de vida como por ejemplo: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13, o bien “porque mi vida está escondida con Cristo en Dios” Colosenses 3:3.
Veamos ahora como hace la diferencia el apóstol Pablo. Efesios 4:31 “Quítese de vosotros toda Amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Aquí hay 6 palabras corrompidas que no deben salir de nuestra boca, estas saldrían de nuestra carne y como ya lo hemos acotado: Toda carne para nada aprovecha.
Sigamos leyendo efesios 4:32: “Antes sed benignos unos con otros, Misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdono a vosotros en Cristo” Por el contrario del versículo anterior aquí hay 3 palabras que son VIDA, estas son: Bondad, misericordia y perdón; estos dan VIDA. Amado lector la palabra del PERDON hace milagros, Porque da GRACIA a los oyentes, por eso David decia “Sean Gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti”. Salmo 19:14
CONCLUSIÓN:
Los resultados de nuestra vida están en los dichos de nuestra boca y meditaciones. Si meditas bien, hablas bien, y allí esta nuestra salud o salvación de lo que nos acontece a diario en nuestras vidas. Si no, nos enlazamos con nuestra boca como dice Salomón en proverbios 6:2 “Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios.Enlacemos nuestra boca con palabras de fe, de posición y posesión en Cristo.
Metámonos presos en los dichos de la palabra de Dios, como dijo el salmista: “Susténtame conforme a tu palabra, y viviré. Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. Sostenme y seré salvo, Y me regocijare siempre en tus estatutos”
Salmo.119:116-117.
QUE LOS RESULTADOS DE NUESTRA BOCA SEAN CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.
QUE LOS RESULTADOS DE NUESTRA BOCA SEAN CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.
PASTOR: ABNER RUIZ
REINANDO EN VIDA INTERNACIONAL
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