“¿Qué provecho existe para mí? Te ayudaré pero ¿qué recibiré a cambio?” Fácilmente reconocemos que esta generación es la generación del “yo”, y ese mismo narcisismo contamina nuestra relación con Dios, con muchas familias y con los demás.
Muchas personas hoy día están
viviendo desvergonzada y abiertamente para ellos mismos. No les
interesan las otras personas, y no tienen tiempo para ayudar a otro en
necesidad. Su enfoque es solamente sobre lo que ellos quieren, lo que
ellos necesitan, lo que ellos sienten que sería de más beneficio para
ellos. Es irónico porque esta actitud los condena a vivir una vida sin
profundidad ni recompensa o gozo, ya que, no importa cuánto acumulen
para ellos mismos, nunca están satisfechos.
*Amigo, amiga si usted quiere
experimentar un nuevo nivel del gozo de Dios, si usted quiere que
derrame de su bendición y favor en su vida, entonces tendrá que dejar
de pensar sólo en usted mismo. Tiene que aprender a ser una persona que
da y no sólo una que recibe.
Deje de pensar lo que todos
pueden hacer por usted, y comience a ver lo que usted puede hacer para
otros porque no fuimos creados para ser personas envueltas en nosotros
mismos, pensando sólo en nosotros mismos. No, Dios nos creó para ser
dadores, y usted nunca se sentirá verdaderamente realizado como persona
hasta que no aprenda el secreto tan sencillo de cómo dar su vida.
Cuando soy tentado a frustrarme
o a preocuparme, o cuando pierdo el gozo, la primera cosa que me
pregunto es: “¿Sobre qué estoy enfocado? ¿Dónde está mi énfasis? ¿Sobre
que estoy pensando?” Nueve de cada diez veces estoy pensando en mis
problemas; estoy pensando en alguna frustración o preocupación en mi
vida; estoy pensando en lo que tengo que hacer ma ñana.
Cuando estoy tan involucrado
con “yo”, es como activar una formula para la depresión y el desánimo.
Tenemos que aprender a cambiar el enfoque de nuestra vida.
El fallecido cantante cristiano, Keith Green, lo dijo muy bien: “Es tan difícil ver cuando mis ojos están puestos en mí”.
El fallecido cantante cristiano, Keith Green, lo dijo muy bien: “Es tan difícil ver cuando mis ojos están puestos en mí”.
Por Joel Osteen
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Hechos 20:35,36
35En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: ``Más bienaventurado es dar que recibir. 36Cuando terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos.…
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