No importa lo que suceda en el camino de nuestra vida,
tenemos que ser
capaces de decir:
Mi alma está en paz.
La vida quizá me jugó malas
pasadas,
pero mi alma está en paz.
Todos mis sueños no se cumplieron
aún,
pero está bien, No tengo apuro.
pero está bien, No tengo apuro.
Se harán realidad, cuando Dios lo
disponga".
Esto comienza cuando creemos que Dios
está al mando.
está al mando.
Pídele a Dios que te dé fortaleza
para soportar
y reposar seguro de que Él cuidará de ti,
y reposar seguro de que Él cuidará de ti,
aun en medio de las más
terribles tormentas de la vida.
Tenemos que desarrollar cada día
un pensamiento como el siguiente:
"Me
contentaré con el lugar donde Dios me puso hoy".
Así lograremos
alcanzar lo mejor de cada uno de nosotros.
Decide entregarle todo a Dios.
El Salmo 55:22 dice:
"Encomienda al
Señor tus afanes, y él te sostendrá".
No importa qué tan oscuro o
triste esté todo en tu vida,
puedes echar el peso de esa carga en Dios.
Si lo haces, te elevarás más alto
y verás que sale el sol en tu vida.
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