Cuando se batalla contra el enemigo interior, la carne, la palabra clave es huir.
"Huye, pues, de las pasiones juveniles ..." (2 Timoteo 2:22). "Huid de
la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está
fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo" (1
Corintios 6:18). Nadie le ha dicho a usted que puede vencer este pecado
luchando contra él. Lo que debe hacer es huir.
¡Debe huir!, como si fuera un cobarde de primera clase. En 1 Corintios
10:13 leemos: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que
podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida,
para que la podáis resistir". A veces esa vía de escape es dos piernas y
una gran carrera. Simplemente salga de allí.
*Jesús nos enseñó a orar de la siguiente manera: "Y no nos metas en
tentación..." (Mateo 6:13).
*No mire la basura de la televisión. No lea
esas revistas. ¿Para qué meter eso en su mente? Al hacerlo está
coqueteando con la tentación. Usted dirá: "Leer esas revistas sucias no
me afecta".
Si usted es hombre y lee eso pensando que no le afecta, es porque usted cree ser uno de estos dos hombres: Superman o un gran mentiroso. No, usted no puede tomar el fuego en sus manos y no quemarse (Proverbios 6:27). Simplemente debe huir de estas cosas.
"Jesús nos enseñó a orar de la siguiente manera: "Y no nos metas en tentación..."
Si usted es hombre y lee eso pensando que no le afecta, es porque usted cree ser uno de estos dos hombres: Superman o un gran mentiroso. No, usted no puede tomar el fuego en sus manos y no quemarse (Proverbios 6:27). Simplemente debe huir de estas cosas.
"Jesús nos enseñó a orar de la siguiente manera: "Y no nos metas en tentación..."
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