Definición:
****** El apostar dinero u otra cosa de valor a un evento futuro, posibilidad,
o contingencia que es desconocida o incierta a los participantes. La
característica esencial de un juego de azar es la apuesta o el riesgo
que se corre, como tal. Lamentablemente en la Biblia no hay textos que hablen directamente de los juegos de azar. Sin embargo hay una serie de textos en la Escritura que se refieren a los principios envueltos. Estos son algunos:
* El décimo mandamiento que se encuentra en Éxodo 20:17 habla sobre la codicia, la cual es la raíz de la mayoría de nuestros problemas. ¿Cuál es una de las razones por las que la gente juega a la lotería y otros juegos similares? Ellos codician dinero rápido y fácil. 1º Timoteo 6:10 declara que “... raíz de todos los males es el amor al dinero...” Por lo tanto, la atracción del juego y la lotería obviamente encaja bajo estos textos. Pero hay más. Dios ha dado a cada persona ciertos talentos, los cuales entre otras cosas incluyen el tiempo, el dinero, la influencia y una cantidad de otros ítems relacionados. Él va a pedir a cada persona estricta cuenta de cómo éstos fueron usados. Si son desperdiciados y desechados, a menudo los indulgentes no son los únicos que pagan el precio. Las familias a menudo tienen que sufrir la insatisfacción de las necesidades básicas por causa de la adicción al juego de uno de los miembros. Mateo 6:21 registra a Cristo diciendo “porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Para aquellos que se comprometen en este tráfico, el dinero es el mutilador. En la parábola Jesús dijo del rico insensato que éste se condenó a sí mismo diciendo cuán rico era que derrumbaría sus graneros para construir otros más grandes... Seguramente recuerdas que la historia termina con el hombre muriendo esa misma noche. Entonces ¿a quién le pertenecerá esta riqueza? (Lucas 12:13-21). Como tú sabes, algunas iglesias aprueban el bingo y las loterías como un medio para recaudar dinero con fines caritativos. Aún así, los cristianos mas conservadores desaprueban los juegos de cualquier clase, sea lotería, máquinas tragamonedas, carrera de caballos o de perros, ruleta rusa, póquer, bridge, o tirar la moneda para ver quien paga la gaseosa. ¿Por qué? Mateo 7:16 dice, “por sus frutos los conoceréis.” ¿Cuáles son los frutos de los juegos de azar? El rédito y las tareas son dos argumentos frecuentemente colocadas a favor. Aún así, cuando Tom Dewey era gobernador, se dirigió a la legislatura de Nueva York de la siguiente manera: “toda la historia del juego legalizado en este país y en el exterior muestra que ha traído nada más que pobreza, crimen y corrupción, desmoralización de los parámetros éticos y morales, y últimamente un nivel de vida más bajo y miseria para toda la gente.” Un jugador puede llegar a ser tan adicto a su pasatiempo como el alcohólico lo es al alcohol y el drogadicto lo es a las drogas. Un principio orientador y una verdad que una vez percibida penetra el corazón es que ambos, el tiempo de uno y el dinero, pertenecen a Dios. “Ustedes han sido comprados por precio” (1º Corintios 6:20). Considera la parábola de los talentos donde el dueño le dio a un siervo 5 talentos, a otro le dio 3 y al último le dio sólo1. Este último hombre escondió su talento en la tierra. El dueño lo reprochó. ¿Cuánto más severo hubiera sido el reproche si él lo hubiera jugado todo? Si tu tiempo y dinero fueran de tu propiedad, podríamos decirte “juega todo por favor, es tu propio negocio.” Pero jugar con dinero que no es propio, desperdiciar tiempo que no nos pertenece, nos hace nada menos que ladrones a los ojos de Dios. Y la Biblia dice que un ladrón no entrará en el reino de los cielos (1º Corintios 6:9, 10). Esta es una interesante afirmación: “Uno tiene 1 chance in 10 millones de ganar la lotería estatal en California. Mientras tanto, si tú dejas tu hogar y manejas apenas unas pocas cuadras, tu chance de un accidente automovilístico fatal es 1 en 1 millón.” Uno no puede responder por la precisión de estos hechos, pero es digno de consideración. Otra interesante porción de información: El Gobernador Washburn de Wosconsin en su mensaje anual del 9 de Enero de 1873 declaró, “Parece que se requiere una ley para deshacer las escuelas donde se forman los jugadores. Éstas están en todos lados. Inclusive la iglesia (involuntariamente, sin duda) a veces se encuentra haciendo el trabajo del diablo. A veces con fines religiosos o con propósitos caritativos, pero a menudo con propósitos menos dignos, loterías, paquetes de premios, etc., todos inventados para obtener dinero sin un valor recibido. Nada es tan desmoralizante o intoxicante, particularmente para los jóvenes, como la adquisición de dinero o propiedad sin trabajar. Con gente respetable involucrada en estos ocasionales negocios, y calmando sus conciencias con la reflexión de que el dinero irá a parar a un buen fin, no es extraño que la juventud del estado caiga tan frecuentemente en los hábitos que la excitación de los juegos de azar engendran ciertamente.” Recuerda: esto fue en 1873, no 1973!!! Oramos para que esta sea la ayuda que estás buscando.
* El décimo mandamiento que se encuentra en Éxodo 20:17 habla sobre la codicia, la cual es la raíz de la mayoría de nuestros problemas. ¿Cuál es una de las razones por las que la gente juega a la lotería y otros juegos similares? Ellos codician dinero rápido y fácil. 1º Timoteo 6:10 declara que “... raíz de todos los males es el amor al dinero...” Por lo tanto, la atracción del juego y la lotería obviamente encaja bajo estos textos. Pero hay más. Dios ha dado a cada persona ciertos talentos, los cuales entre otras cosas incluyen el tiempo, el dinero, la influencia y una cantidad de otros ítems relacionados. Él va a pedir a cada persona estricta cuenta de cómo éstos fueron usados. Si son desperdiciados y desechados, a menudo los indulgentes no son los únicos que pagan el precio. Las familias a menudo tienen que sufrir la insatisfacción de las necesidades básicas por causa de la adicción al juego de uno de los miembros. Mateo 6:21 registra a Cristo diciendo “porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Para aquellos que se comprometen en este tráfico, el dinero es el mutilador. En la parábola Jesús dijo del rico insensato que éste se condenó a sí mismo diciendo cuán rico era que derrumbaría sus graneros para construir otros más grandes... Seguramente recuerdas que la historia termina con el hombre muriendo esa misma noche. Entonces ¿a quién le pertenecerá esta riqueza? (Lucas 12:13-21). Como tú sabes, algunas iglesias aprueban el bingo y las loterías como un medio para recaudar dinero con fines caritativos. Aún así, los cristianos mas conservadores desaprueban los juegos de cualquier clase, sea lotería, máquinas tragamonedas, carrera de caballos o de perros, ruleta rusa, póquer, bridge, o tirar la moneda para ver quien paga la gaseosa. ¿Por qué? Mateo 7:16 dice, “por sus frutos los conoceréis.” ¿Cuáles son los frutos de los juegos de azar? El rédito y las tareas son dos argumentos frecuentemente colocadas a favor. Aún así, cuando Tom Dewey era gobernador, se dirigió a la legislatura de Nueva York de la siguiente manera: “toda la historia del juego legalizado en este país y en el exterior muestra que ha traído nada más que pobreza, crimen y corrupción, desmoralización de los parámetros éticos y morales, y últimamente un nivel de vida más bajo y miseria para toda la gente.” Un jugador puede llegar a ser tan adicto a su pasatiempo como el alcohólico lo es al alcohol y el drogadicto lo es a las drogas. Un principio orientador y una verdad que una vez percibida penetra el corazón es que ambos, el tiempo de uno y el dinero, pertenecen a Dios. “Ustedes han sido comprados por precio” (1º Corintios 6:20). Considera la parábola de los talentos donde el dueño le dio a un siervo 5 talentos, a otro le dio 3 y al último le dio sólo1. Este último hombre escondió su talento en la tierra. El dueño lo reprochó. ¿Cuánto más severo hubiera sido el reproche si él lo hubiera jugado todo? Si tu tiempo y dinero fueran de tu propiedad, podríamos decirte “juega todo por favor, es tu propio negocio.” Pero jugar con dinero que no es propio, desperdiciar tiempo que no nos pertenece, nos hace nada menos que ladrones a los ojos de Dios. Y la Biblia dice que un ladrón no entrará en el reino de los cielos (1º Corintios 6:9, 10). Esta es una interesante afirmación: “Uno tiene 1 chance in 10 millones de ganar la lotería estatal en California. Mientras tanto, si tú dejas tu hogar y manejas apenas unas pocas cuadras, tu chance de un accidente automovilístico fatal es 1 en 1 millón.” Uno no puede responder por la precisión de estos hechos, pero es digno de consideración. Otra interesante porción de información: El Gobernador Washburn de Wosconsin en su mensaje anual del 9 de Enero de 1873 declaró, “Parece que se requiere una ley para deshacer las escuelas donde se forman los jugadores. Éstas están en todos lados. Inclusive la iglesia (involuntariamente, sin duda) a veces se encuentra haciendo el trabajo del diablo. A veces con fines religiosos o con propósitos caritativos, pero a menudo con propósitos menos dignos, loterías, paquetes de premios, etc., todos inventados para obtener dinero sin un valor recibido. Nada es tan desmoralizante o intoxicante, particularmente para los jóvenes, como la adquisición de dinero o propiedad sin trabajar. Con gente respetable involucrada en estos ocasionales negocios, y calmando sus conciencias con la reflexión de que el dinero irá a parar a un buen fin, no es extraño que la juventud del estado caiga tan frecuentemente en los hábitos que la excitación de los juegos de azar engendran ciertamente.” Recuerda: esto fue en 1873, no 1973!!! Oramos para que esta sea la ayuda que estás buscando.