Si! *Debemos orar por el Gobierno de nuestro país
Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones
de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que
están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada
con toda piedad y dignidad.” 1 Timoteo 2:1, 2
Pablo es claro, debemos orar por nuestros gobernantes. Pero a veces
es difícil. ¿Qué hacemos si las políticas de nuestros gobiernos van en
contra de la Biblia? ¿Debemos orar por su éxito cuando apoyan el aborto,
la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y tantas
otras cosas que son de ofensa a Dios? Analicemos el pasaje.
Primero, la exhortación es orar para todos los hombres, no sólo por los que están en posiciones de autoridad política. Nota que no hay calificaciones. El pasaje no
dice, “oren por todos los hombres y no resistan el mal que hacen.” La
escritura nos exhorta muchas veces de manera general asumiendo que vamos
a tomar en cuenta excepciones en otros pasajes.
Por ejemplo, Éxodo 22:2, “Si el ladrón es sorprendido forzando una
casa, y es herido y muere, no será homicidio.” Sí, debemos orar por
todos los hombres pero esto no nos absuelve de la responsabilidad de
proteger a nuestra familia y bienes. Tampoco nos absuelve de la
responsabilidad de resistir el mal.
Las autoridades civiles son siervos de Dios para nuestro bien. Tienen
el poder de la espada para castigo del que hace lo malo (Romanos
13:4). La norma de lo que es malo es lo que Dios ha dicho en su
Palabra. Cuando el gobierno usa el poder político para ir en contra de
Dios, no tenemos otra opción que expresar nuestra oposición dejando las
consecuencias en las manos de nuestro Dios justo y todopoderoso.
Nuestras oraciones tienen un propósito. Oramos por las autoridades
civiles para que podamos vivir en paz y tranquilidad. 1 Samuel 8:11-22
bosqueja los abusos de un gobierno civil sin límites de poder.
Debemos darle gracias a Dios cuando nuestro gobierno civil gobierna
bien de acuerdo con lo que Él les manda. También debemos pedirle a Dios
que el gobierno no caiga en el abuso de su poder. Además estamos
obligados a orar por la salvación de todos, incluyendo a nuestros
gobernantes (1Timoteo 2:4-6).