PARA EL PADRE DE UN NIÑO
El padre es el encargado de proteger a su familia, guiarla y proveer para todas las necesidades de sus integrantes, siendo la parte espiritual, la más importante.
El plan y privilegio del padre cristiano es ser el instrumento divino para formar a sus hijos en los diferentes aspectos de su persona. Un hijo necesita a un padre que lo introduzca en la vida, preparándolo paso a paso El Camino del Padre para madurar en su relación personal con el Señor.
Un padre con su caminar, inculca en sus hijos los valores y principios que regirán sus vidas.
El padre ha de entrenar a sus hijos en el camino de la honestidad, la valentía, la lealtad; y sobre todo en la piedad, la justicia, la misericordia y la humildad. ¿Cómo lograron Abraham y los patriarcas, terminar su caminata terrenal dejando una desecendencia piadosa? ¿Acaso no fue porque ellos mismos caminaron con Dios, enseñando justicia y juicio? Entendiendo esto y con el deseo de cumplir con el anhelo divino por una descendencia santa, queremos dedicarnos a la oración y al entrenamiento de nuestros hijos. PARA EL PADRE DE UN NIÑO
Hay unos ojitos sobre ti y te están viendo día y noche. Hay dos orejitas que rápidamente captan cada palabra que dices. Hay dos manitas ansiosas de hacer todo lo que tú haces, Y un niñito que está soñando el día que llegará a ser como tú. Tú eres el héroe de este pequeño, Tú eres el más sabio de los sabios. En su pequeña mente nunca se levanta una sospecha acerca de ti. El cree en ti devotamente, mantiene todo lo que tú dices y haces, El dirá y hará las cosas a tu manera, cuando el crezca hasta ser como tú. Hay un niño con los ojos bien abiertos, quien cree que tu siempre estás en lo correcto, y sus oídos siempre están abiertos. Tu estas poniendo un ejemplo cada día en todo lo que haces, para el niño que está esperando crecer y ser como tú.
El plan y privilegio del padre cristiano es ser el instrumento divino para formar a sus hijos en los diferentes aspectos de su persona. Un hijo necesita a un padre que lo introduzca en la vida, preparándolo paso a paso El Camino del Padre para madurar en su relación personal con el Señor.
Un padre con su caminar, inculca en sus hijos los valores y principios que regirán sus vidas.
El padre ha de entrenar a sus hijos en el camino de la honestidad, la valentía, la lealtad; y sobre todo en la piedad, la justicia, la misericordia y la humildad. ¿Cómo lograron Abraham y los patriarcas, terminar su caminata terrenal dejando una desecendencia piadosa? ¿Acaso no fue porque ellos mismos caminaron con Dios, enseñando justicia y juicio? Entendiendo esto y con el deseo de cumplir con el anhelo divino por una descendencia santa, queremos dedicarnos a la oración y al entrenamiento de nuestros hijos. PARA EL PADRE DE UN NIÑO
Hay unos ojitos sobre ti y te están viendo día y noche. Hay dos orejitas que rápidamente captan cada palabra que dices. Hay dos manitas ansiosas de hacer todo lo que tú haces, Y un niñito que está soñando el día que llegará a ser como tú. Tú eres el héroe de este pequeño, Tú eres el más sabio de los sabios. En su pequeña mente nunca se levanta una sospecha acerca de ti. El cree en ti devotamente, mantiene todo lo que tú dices y haces, El dirá y hará las cosas a tu manera, cuando el crezca hasta ser como tú. Hay un niño con los ojos bien abiertos, quien cree que tu siempre estás en lo correcto, y sus oídos siempre están abiertos. Tu estas poniendo un ejemplo cada día en todo lo que haces, para el niño que está esperando crecer y ser como tú.