OJO *El perdón*
Antes que nada, quiero comenzar diciendo que no tiene nada de malo
reconocer haberse equivocado y pedir sinceramente perdón. Esta es una
idea que se nos ha metido a muchos en la cabeza y viene sucediendo desde
hace ya rato. Tal vez será porque hace que uno se sienta “menos persona”
o algo por el estilo. Nada que ver, sino todo lo contrario. No creo
conocer actitud más madura que reconocer un error y pedir perdón a quien
corresponda, responsabilizándonos por nuestros propios actos.
Se que hay muchas personas que no pueden pedir perdón. Les cuesta
horrores y sinceramente no les salen las palabras de la boca. Esto es
terrible y no debe ser pasado por alto. Me animo a decir que una persona que no puede pedir perdón cuando sea necesario es una persona que no tiene honor. Suena demasiado exagerado? En realidad no lo es. Sólo que le dejamos de dar valor a algo tan importante.
Para aquellos que les cuesta un poco más, a no desanimarse! Notar una
actitúd a cambiar en nuestra personalidad es el primer paso a dar (y
tal vez hasta el más importante) en el camino de la perfeccionalización
de nosotros mismos como personas. Para ustedes he escrito unos consejos a
tomar en cuenta para poder pedir perdón y para poder perdonar.
- Reconocer que no somos perfectos: En una oportunidad escuché a un hombre de unos 40 años tras haberse equivocado gravemente decirle a una señorita “yo nunca me equivoco”. Lo miré y le dí una señal de desaprobación con mi cara y sacudí mi cabeza. En realidad, reconocer que no somos seres perfectos y que fallamos más veces de las que queremos es el primer y más importante paso para poder cambiar.
- Pedir perdón más por el otro que por nosotros: He oído un caso en el cual un conocido fue retado innecesariamente. La persona fue ofendida por una supuesta actitúd de esta persona y le fue con todo. Lo que hizo en respuesta esta persona fue lo mismo que hubiera hecho yo, dijo: “No me di cuenta de que te había lastimado al haber hecho esto. Discúlpame si te herí de alguna manera. Verdaderamente no fue mi intención.” En realidad este chico no hizo nada para merecer esto. En este caso particular la persona ofendida estuvo mal. Aún así, esta persona le pidió perdón, más para el otro que para él mismo.
- Perdonar aunque no lo sintamos: Esto se aplica para aquellas situaciones en las cuales uno quiere seguir adelante e intentar olvidar lo que pasó. Al decirnos a nosotros mismos que perdonamos al que nos ofendió, con el tiempo lo vamos a poder perdonar. Esto no es mentirnos a nosotros mismos dado a que verdaderamente deseamos perdonar al que nos ofendió. Este punto puede ser el más difícil de todos en lograr, pero al alcanzarlo se siente una preciosa paz.
- Pedir perdón o perdonar: Una vez que hayamos hecho lo anterior, restan solamente dos pasos. Uno de ellos es pedir perdón o perdonar (según sea el caso). Muchas personas ni siquiera están percatadas de que nos ofendieron. Quedarse callado por años, acumulando enojo e ira en nuestro interior puede llegar a matarnos. Literalmente. Al hablar con el que nos ofendió o con el que ofendimos se corta con este círculo vicioso de reproche y enojo en nuestro interior.
- Olvidar: En inglés existen un dicho que dice “forgive and forget”. Literalmente significa “perdona y olvida”. Si cumplimos con todos los puntos previos pero pasamos este por alto, de nada significó nuestra palabra. No olvidemos que lo que decimos, hacemos. No respetar esto es ser cobarde y nada honorable. Existe una entidad de personas que sufrieron una terrible injusticia aquí en la Argentina. Su lema es “ni olvido ni perdón”. Si bien ellos tienen todo el derecho de estar enojados, si no perdonan a quienes le hicieron este hecho horrible, nunca tendrán paz interior y el eco de su ira retoñará por siempre en sus almas.
Esto es todo por hoy. Espero que podamos aplicar esto a nuestras vidas para poder encontrar paz y armonía interna. Recuerden: nada malo hay en pedir perdón y nada mejor hay que perdonar!
Gracias Shidoshi por la inspiración! Gracias por leer,