Desde luego, para aquellos que no conocen
al Salvador, la preocupación y la ansiedad serán parte de sus vidas.
Pero para aquellos que le han entregado sus vidas a Él, Jesús les
promete, “Venid a mí todos los que estéis trabajados y cargados, y yo os
haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy
manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30).
Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de la preocupación?"
Respuesta: La Biblia enseña claramente a los cristianos que eviten la preocupación. En Filipenses 4:6, se nos ordena, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” En esta Escritura, aprendemos que debemos traer todas nuestras necesidades y preocupaciones ante Dios en oración, en vez de preocuparnos acerca de ellas. También Jesús insta a los creyentes a no preocuparse. Él nos anima a evitar preocuparnos acerca de las necesidades físicas, como la ropa y la comida. Jesús nos asegura que nuestro Padre Celestial cuida de todas nuestras necesidades (Mateo 6:25-34). Por tanto, no necesitamos preocuparnos por nada.
Puesto que la preocupación no debe formar parte de la vida del creyente, ¿cómo puede uno vencerla? En 1 Pedro 5:7, se nos instruye a “echar toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros.” Dios no quiere que nos agobiemos llevando el peso de los problemas y las cargas. En esta Escritura, Dios nos está diciendo que le demos a Él todas nuestras preocupaciones y cuidados. ¿Por qué quiere Dios encargarse de nuestros problemas? La Biblia dice que porque le importas. Así es, TÚ. A Dios le importa todo lo que te sucede. Ninguna preocupación es demasiado grande o demasiado pequeña para que tenga Su atención. Cuando le damos a Dios nuestros problemas, Él promete darnos Su paz, la cual sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
Definitivamente todas las preocupaciones en nuestra vida vienen a afectar tanto nuestro estado de ánimo así como también muchas veces nuestra fe. Y es que nadie quisiera pasar por episodios difíciles que nos llevan a dudar de un buen desenlace.
Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de la preocupación?"
Respuesta: La Biblia enseña claramente a los cristianos que eviten la preocupación. En Filipenses 4:6, se nos ordena, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” En esta Escritura, aprendemos que debemos traer todas nuestras necesidades y preocupaciones ante Dios en oración, en vez de preocuparnos acerca de ellas. También Jesús insta a los creyentes a no preocuparse. Él nos anima a evitar preocuparnos acerca de las necesidades físicas, como la ropa y la comida. Jesús nos asegura que nuestro Padre Celestial cuida de todas nuestras necesidades (Mateo 6:25-34). Por tanto, no necesitamos preocuparnos por nada.
Puesto que la preocupación no debe formar parte de la vida del creyente, ¿cómo puede uno vencerla? En 1 Pedro 5:7, se nos instruye a “echar toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros.” Dios no quiere que nos agobiemos llevando el peso de los problemas y las cargas. En esta Escritura, Dios nos está diciendo que le demos a Él todas nuestras preocupaciones y cuidados. ¿Por qué quiere Dios encargarse de nuestros problemas? La Biblia dice que porque le importas. Así es, TÚ. A Dios le importa todo lo que te sucede. Ninguna preocupación es demasiado grande o demasiado pequeña para que tenga Su atención. Cuando le damos a Dios nuestros problemas, Él promete darnos Su paz, la cual sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
Definitivamente todas las preocupaciones en nuestra vida vienen a afectar tanto nuestro estado de ánimo así como también muchas veces nuestra fe. Y es que nadie quisiera pasar por episodios difíciles que nos llevan a dudar de un buen desenlace.
A veces los mismos problemas
que estamos enfrentando nos llevan a perder el sueño, es decir, la
preocupación es tal que nos está afectando físicamente. Conozco personas
que derribado de los problemas tienden a enfermarse físicamente y ahora aquello que solo era un problema, se convirtió en dos problemas.
Muchos de nosotros a veces nos vemos
afectados por situaciones que solo requieren fe de nuestra parte, y digo
esto porque por más que quisiéramos hacer algo humanamente
no existe solución alguna, entonces cuando eso pasa lo único que
podemos hacer es confiar en Dios, depositar nuestra confianza en el
Señor.
El salmista David era alguien que había
comprendido que ningún problema iba a afectarlo en extremo, él
comprendió que confiando en Dios estaría seguro, por eso lo vemos
escribiendo algunos salmos en donde describe su actitud frente a la adversidad. El salmista dijo: “Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad.” Salmos 4:8 (Traducción en lenguaje actual).
También escribió: “Yo me acuesto, y me duermo, y vuelvo a despertar, porque tú vigilas mi sueño.” Salmos 3:5 (Traducción en lenguaje actual). ¡Que lindo es poder descansar tranquilamente sabiendo que Dios es quien nos cuida!
Hoy quiero invitarte a dejar de
preocuparte al extremo por aquellas cosas de las cuales ya no tienes
control, esas cosas que ya solo están en las manos de Dios actuar. Tu
tarea no es preocuparte, sino creer, confiar y si es la voluntad de Dios
actuar de la manera que esperas, entonces así será, pero si Dios tiene
otros planes o formas de actuar debes confiar que su decisión o sus
planes son muchos mejores que los tuyos.
Duerme tranquilo, que nada te quite el
sueño, pues si tu confianza esta puesta totalmente en Dios debes estar
seguro que Él jamás te va a defraudar.