*Reflexiones del corazon*

domingo, 3 de noviembre de 2013

"Si" soy la respuesta ...

"Si" 'Soy tu respuesta'


                        "Si" ¡Soy 'tu' respuesta!
"¡Soy la resurrección y la vida!"
El cree en 'Mi'
"aunque este muerto vivirá" 
 "Yo he vencido la muerte"
'nunca se enseñoreara de ti'
"El que cree en mi"
"vivirá eternamente"
¡Verdad te digo!
 ¡Pues yo soy la Verdad!
"No permitas que la duda te alcance"
 *Destruye-la con el poder de la "Fe"
"Mira a 'Jesús' 
y el sostendrá tu vigor"
  ¡Invoque su nombre! 
Empece a clamar "Jesús, Jesús, Jesús"  
 "Su 'Espíritu' tomo mi ser"  
*Palabras brotaban de mi boca*
 ""¡Mi socorro viene de Jehova!""

  Mostrándome su poder que salva.  
"¡Tu 'Señor' eres mi fuerza!"
Eres tu mi protector 
"mi lugar de refugio"
¡Mi libertador Mi Dios!
"¡La Roca!"

 "¡donde puedo ocultarme!"
"¡Mi escudo!" 

"el Poder que me salva"
 "¡mi alto escondite!"
"¡Tu mi 'Rey' eres digno de alabanza!"
"Cuando te llamo"

 "me salvas del enemigo"
"¡Con tu ayuda¡"
 'atacare al enemigo 1312334983894-A_muerte.jpgla muerte'
Y sobre el muro de la enfermedad 'pasare'

"¡Mi esperanza!"
 He puesto en Dios mi 'sanador'
 "¡A quien alabare todavía!"
""EL ES MI DIOS MI SANADOR"" 

Reflexión de Ligia González de H

Jesús mi sanador – Mateo 8:1-17

Soy El Señor Que Te Sana

Mateo 9,35 dice que Jesús fue predicando, enseñando y sanando los enfermos. Según Juan 14,12 alguien que tenga fe en Jesús hará lo mismo y aún más. Pablo dice en Romanos 15,19 que había llenado la zona con el evangelio por su palabra, su obra, señales y maravillas".

Jesús manda a sus discípulos que sanen al enfermo no sólo orar por él. Muchos creyentes en todo del mundo testifican hoy cómo el Señor les ha sanado espiritualmente, o físicamente, en emociones, matrimonios o finanzas. La meta del Señor es que estemos completos en cuerpo, alma y espíritu.
Leía este pasaje y note algo que me ayudo particularmente en mi propia sanación porque en estos días estaba un poco enfermo y sentí que el me sano.
Jesús sano al siervo del centurión, pero para que esto sucediera el centurión tuvo que tener FE.
Jesús saño al leproso, pero para que el fuera sano presento su petición a Jesús sometiendose a su SEÑORÍO, porque dijo “Señor, si quieres…”.
Jesús sano a la suegra de Pedro y ella al instante le sirvió.
Jesús sanó a estas tres personas, y ellas necesitaron FE, creer que Jesús podia hacerlo reconociendo su poder. Tambien necesitaron reconocer su SEÑORÍO, hoy en dia Dios sigue sanando pero no lo hace por la voluntad del hombre sino todo esta en la voluntad de Dios, y esto no quita poder a Dios, porque Dios tiene el poder para sanar y hacer otras maravillas mas, pero debo entender que El es el Señor y que El no se sujeta a mis peticiones porque El es el Señor, yo soy el que debo sujetarme a sus decisiones y si no me sano no es  porque no hubo fe suficiente o que Dios no tiene el poder sino porque en la voluntad de Dios quiere que lleve esa enfermedad y si es asi solo me que da con gozo someterme a su SEÑORÍO.
Ademas una vez siendo sanado por la voluntad de Dios ahora, ¿qué debo hacer? seguir mi vida normal, ¡no! ya no debe ser normal debo SERVIR al Señor.
Señor gracias por la salud que me das y te se-vire en la salud y en la enfermedad.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Hermoso testimonio Un hombre de Dios movido por el Espíritu Smith Wigglesworth: "Apóstol de fe" ....



Resucitar a los muertos fue sólo una de las increíbles facetas del ministerio de Smith Wigglesworth. Para él la simple obediencia a lo que uno creía no era una característica extraordinaria; era simplemente el fruto de la fe. Se dice que su propia fe era inquebrantable y algunas veces implacable. Pero también se dice que poseía una unción especial para la enseñanza y un claro sentido de la compasión, que tenían por fruto incontables salvaciones y milagros en su ministerio, todos los días. Por Roberts Liardon

Smith nació el 8 de junio de 1859, en un pequeño pueblo de Inglaterra. Aunque sus padres no eran cristianos, no hubo nunca un tiempo en que el joven Smith no buscara a Dios. No le enseñaron a orar en su hogar, pero siempre estaba en esa búsqueda por su cuenta. Su abuela era una antigua wesleyana que creía en el poder de Dios y siempre hacía que Smith la acompañara a las reuniones. Cuando Smith cumplió ocho años, quiso cantar él también en la iglesia. Al comenzar a cantar, "un claro conocimiento del nuevo nacimiento" vino a él, y comprendió lo que Jesucristo había hecho por él por medio de su muerte y resurrección. El joven Wigglesworth se convirtió inmediatamente en un pescador de almas. La primera persona que ganó para Cristo fue su propia madre.

¡Hay algo diferente en ti!

Desde los trece años Smith participó activamente en la Iglesia Metodista Wesleyana. Su vida espiritual cobró nuevo significado, y comenzó a anhelar el Espíritu de Dios. Tiempo después, los metodistas planeaban una reunión especial de predicación, y siete jovencitos fueron invitados a participar, incluso Smith. Con tres semanas para prepararse, el joven "vivía en oración". Cuando llegó el día, tomó la plataforma para predicar durante quince minutos, y al terminar, no recordaba ni una palabra de lo que había dicho. Lo único que recordaba era el increíble ardor que lo cubría, y los gritos de aliento de la gente. En 1875, se unió al Ejército de Salvación para compartir su amor por los perdidos. Creía que el Señor lo ayudaría en todo, y comenzó su ministerio. En 1877 fue a casa de un plomero para pedirle trabajo. El hombre le dijo que no necesitaba ayudantes, así que Smith le agradeció, se disculpó por haber usado su tiempo, y se volvió para irse. Pero repentinamente el hombre lo llamó y le dijo: "Hay algo en ti que es diferente. Creo que no puedo dejar que te vayas". Y lo contrató. Smith hacía un trabajo tan excelente que decidió mudarse a Liverpool, con su experiencia en plomería. Con el poder de Dios que descansaba firmemente sobre él, comenzó a ministrar a los niños de la ciudad y a predicarles el evangelio, movido por su deseo de ayudarlos.

El matrimonio

Uno de los grandes atributos de la vida de Smith Wigglesworth fue su esposa, Mary Jane "Polly" Featherstone. Polly era tan fuerte, o más, algunas veces, que su esposo. Nunca se negaba a acompañarlo, y Smith estaba de acuerdo. Dios comenzó a usarla para salvar a los perdidos a tal punto que los ministros metodistas la llamaban a evangelizar en sus iglesias, y cientos de personas se convirtieron con su ministerio. El poder de Dios descansaba poderosamente sobre ella. Empujado hacia el púlpito A fines del siglo XIX, Smith viajó a Leeds para comprar materiales para su trabajo de plomería. Mientras estaba allí, asistió a un culto en una iglesia donde se ministraba sanidad divina. Observó las maravillosas sanidades que se producían, y su corazón se conmovió. Entonces comenzó a buscar a los enfermos en su ciudad, Bradford, y pagaba sus viajes para ir a las reuniones de sanidad de Leeds. Como comprendían que Smith necesitaba "un empujoncito" para comenzar su ministerio público, los líderes del Hogar de Sanidad de Leeds tomaron una decisión, y le pidieron que los reemplazara en el púlpito mientras ellos iban a la convención de Keswick. Smith dudó al principio, pero los ministros le aseguraron que él podía hacerlo. Cuando llegó el día de ministrar, Smith estaba a cargo de la reunión, pero no había quién predicara. Todos estuvieron de acuerdo en que él debería hacerlo. Vaciló, pero comenzó a ministrar, y al terminar su mensaje, quince personas se acercaron para que orara por su sanidad. Un hombre que andaba con un par de muletas, se acercó, y cuando Smith oró por él, comenzó a saltar por todos lados, sin sus muletas, totalmente sano. ¡Nadie estaba más sorprendido que Smith!

Bañado en el poder y la gloria 

En 1907 llegó otro punto crucial en la vida de Smith Wigglesworth. Había oído que un grupo de personas en Sunderland habían sido "bautizadas en el Espíritu Santo" y "hablaban en otras lenguas". Entonces decidió ver este fenómeno por sí mismo. Smith, buscaba a Dios con todo su corazón para experimentar este "bautismo en el Espíritu Santo", y fue a un centro de reuniones cercano del Ejército de Salvación para orar. Tres veces el poder de Dios lo abatió al suelo. Smith estaba decidido a conocer a Dios en esa área. Durante cuatro días estuvo delante del Señor mientras esperaba hablar en otras lenguas, sin resultado. Finalmente, desalentado en su espíritu, sintió que era hora de regresar a Bradford. Pero antes de partir, se dirigió a la casa pastoral para despedirse de la esposa del vicario, la Sra. Boddy. Le dijo que tenía que regresar a su casa y que aún no había logrado hablar en lenguas. Ella le respondió: "No es el hablar en lenguas lo que usted necesita, sino el bautismo". Smith le pidió que le impusiera las manos antes de partir. Ella oró una oración sencilla pero llena de poder, y luego salió del cuarto. Fue entonces que cayó el fuego. Bañado en el poder y la gloria del Señor, Smith vio una visión de la cruz vacía con Jesús exaltado a la diestra del Padre. Lleno de adoración y alabanza, abrió su boca y comenzó a hablar en otras lenguas, comprendió finalmente que aunque antes había recibido la unción, ahora era bautizado en el Espíritu Santo como en el día de Pentecostés.

"Déjala ir"

Uno de los dolores más grandes en la vida de Smith estaba a punto de ocurrir. Mientras esperaba en la estación del tren para partir hacia Escocia, recibió una noticia devastadora. Polly se había desplomado a causa de un ataque cardíaco mientras regresaba de la obra misionera de la calle Bowland. Smith corrió a su lado y descubrió que su espíritu ya había partido para estar con el Señor. No dispuesto a aceptarlo, inmediatamente reprendió a la muerte y su espíritu regresó, pero sólo por un breve tiempo. Entonces el Señor le dijo: "Yo deseo llevarla a casa conmigo ahora". Así que, con el corazón destrozado, Smith dejó en libertad a su compañera, aquella a la que había amado tantos años, para que fuera con el Señor. Polly Wigglesworth sirvió al Señor hasta el último minuto de su vida, el 1º de enero de 1913. Algunos dicen que después de su muerte, Smith pidió una doble porción del Espíritu. A partir de ese momento, su ministerio tuvo aún más poder.

Este es el secreto...

Smith comenzó inmediatamente a ministrar por todo el país, viajaba con su hija y su yerno. Tenía una increíble revelación en el tema de la fe, y su enseñanza al respecto atraía a las masas. Wigglesworth no se quedaba "con la esperanza" de que la oración diera resultado. Su revelación sobre la fe era concreta, y ablandaba aún los más duros corazones para llevarlos al amor de Jesucristo. Para 1921, el ministerio de Wigglesworth florecía. Su hogar estaba inundado de invitaciones para ministrar en otros países, y se embarcó en el más largo viaje de toda su vida. Aunque era muy popular en la Europa continental y en los Estados Unidos, nadie pareció notar su llegada a Colombo, Ceylán (Sri Lanka). Pero pocos días después, las multitudes llenaban el edificio para tratar de conseguir un lugar. Muchos quedaron afuera. Cuando la reunión terminaba, Smith pasaba por entre medio de miles de personas, las tocaba y creía en el poder de Dios para con ellas. Según los relatos, decenas de personas fueron sanadas con el solo paso de "su sombra" por encima de ellas. En 1922 viajó a Nueva Zelandia y Australia. Algunos creen que las reuniones de Smith fueron el punto de partida de las iglesias pentecostales en estos dos países. Aunque sólo pasó unos meses allí, miles de personas fueron salvas, sanadas y llenas del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. Australia y Nueva Zelandia experimentaron así el mayor avivamiento espiritual que jamás hubieran conocido. 

Las aflicciones tuvieron que ceder

Aunque los ojos de Wigglesworth habían visto muchos milagros y sanidades instantáneas, él mismo no recibió esos milagros. En 1930, cuando ya tenía setenta años, sufría de tremendos dolores. Oró, pero no recibió alivio, así que fue a ver a un médico, que después de sacarle algunas radiografías le dio un diagnóstico de un caso severo de cálculos en el riñón en un estado avanzado. Su única esperanza era una operación, dado que, según el médico, si continuaba en este doloroso estado, moriría. Smith le respondió: "Doctor, el Dios que creó este cuerpo es quien puede sanarlo. Ningún cuchillo me cortará mientras yo tenga vida". Smith pensó que este sufrimiento acabaría pronto, pero duró seis largos y dolorosos años. Durante este tiempo, nunca dejó de asistir a las reuniones programadas, con frecuencia ministraba dos veces por día. En algunas reuniones, oraba por hasta ochocientas personas mientras se retorcía de dolor él mismo. Algunas veces abandonaba el púlpito cuando el dolor se volvía insoportable, para luchar en el baño mientras despedía otra piedra. Luego regresaba a la plataforma y continuaba con la reunión. Con frecuencia se levantaba de su propia cama para ir a orar por la sanidad de otros. Muy pocos sabían que él mismo estaba atravesando la más grande prueba de su vida. Algunas veces perdía tanta sangre que su rostro estaba pálido y tenía que envolverse en mantas para recobrar calor. Después de los seis años, tenía más de cien piedras en una botella de vidrio.

Y no fue más... Porque Dios lo llevó 

Dos años después de iniciada su batalla contra los cálculos en los riñones, Smith no se daba por vencido. En cambio, en 1932, pidió a Dios quince años más para servirle. Dios le otorgó lo que había pedido, y durante esos años, visitó gran parte de Europa, Sudáfrica y Estados Unidos. Su más grande gozo era ver la Palabra confirmada con señales y prodigios, a través de la fe de la gente. Su principal meta era que las personas vieran a Cristo, no a Smith Wigglesworth. El 12 de marzo de 1947, inclinó la cabeza, y sin pronunciar palabra ni experimentar dolor alguno, fue a estar con el Señor.

Fe, compasión y milagros
¿Acaso el poder de Dios en que anduvo Smith Wigglesworth ha dejado la Tierra? ¿Se fue con él cuando murió? ¡Por supuesto que no! El mismo poder con el que operaba Wigglesworth está a nuestra disposición hoy; no necesitamos más poder. Sólo necesitamos utilizar nuestra fe y compasión para que ese poder opere. Wigglesworth operó con la fe más osada que yo jamás haya visto desde el Libro de los Hechos, pero esa fe era encendida por la compasión. Smith le tomó la Palabra a Dios y se dejó mover por su compasión hacia las personas, y esa combinación produce milagros.
El desafío ahora ha pasado a nuestra generación. Dios ha convocado a hombres y mujeres para que invadan ciudades y naciones con el poder del cielo. ¿Responderás al llamado de Dios? ¿Te atreverás a "sólo creer"? Despierta el don que hay en ti, e invade tu hogar, tu comunidad y tu nación con el poder de Dios. Que la voluntad del cielo se haga en la Tierra... ¡a

Yo no buscaba una experiencia o una evidencia ...



Yo no buscaba una experiencia o una evidencia; buscaba más de Jesús.
 Buscaba al Dador.
 Había tenido una vislumbre de su amor, su poder, su potencia, y quería más de Aquel que había entrevisto.
 Había probado un poco, pero quería más de lo que había probado. Jesús prometió: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed", y el Espíritu Santo vino a mí y calmó esa hambre, ese anhelo, esa sed.
No creo que haya un límite para lo que Jesús puede dar, y cuando usted tenga hambre y sed de su presencia y se entregue a Él y a su voluntad, sus anhelos serán satisfechos y experimentará, como yo, la gloria de la llenura de Dios, la conmoción profunda de su poder y la cercanía de su presencia, que mora en usted. 
 Por Kathryn Kuhlman

Bienaventurados los que tienen hambre y sed ... Por Kathryn Kuhlman


Por Kathryn Kuhlman
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia ...
Miles de personas estaban sentadas en la ladera de ese monte, y Jesús les hablaba en un lenguaje que podían comprender, usando palabras como "hambre" y "sed". Dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". El hambre y la sed de las que hablaba no eran físicas, sino espirituales. No se refería a un deseo que pudiera ser fácilmente satisfecho con lo que el hombre puede proveer. Hablaba, en cambio, de un anhelo de alcanzar la santidad y la justicia que está totalmente de acuerdo con la preciosa voluntad de Dios.
Algunas veces, nuestros apetitos humanos son satisfechos demasiado fácilmente. Como sabrá, los cerdos se contentan con cáscaras, pero no así el alma del ser humano inmortal. Es el deseo de santidad el que es bendecido por Dios.
Es el deseo de las cosas más profundas de Dios lo que Él bendice y recompensa.

Es el deseo de conocerlo y el deseo de justicia, el deseo de conocer la Palabra de Dios, lo que el Señor satisface.
Observe algo: nuestra hambre y nuestra sed provienen de nuestras almas hambrientas y sedientas, pero la perfección y la satisfacción de esos anhelos siguen siendo dadas por Dios. Él es el Dador. Recibimos la santidad; no la creamos. Cuando el hambre y la sed de cosas espirituales está presente, Él es el que ha prometido dar satisfacción para que esa hambre pueda ser aplacada. He aprendido que es posible que el hambre espiritual puede ser mucho mayor que el hambre experimentada por el cuerpo físico.

Jesús dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente" (Mateo 22:37). Cuando Dios se convierta en el centro mismo de nuestro amor, de nuestros sentimientos y nuestros pensamientos, descubriremos a Dios, seremos poseídos por Él y lo poseeremos al mismo tiempo.

A lo largo de los años he observado que una persona nunca encuentra a Dios si Él no es su más profundo deseo. Recibimos exactamente lo que estamos buscando. Vemos lo que queremos ver. Encontramos en la vida lo que realmente queremos encontrar. Jesús conocía la naturaleza humana, por lo que podía decir: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". "Sed" es una palabra muy fuerte y, cuando el alma humana tiene sed de Dios, esa persona será llena de Dios. No solo encontrará a Dios para sí, sino que llevará el reino de Dios a la Tierra.

Esto es muy real para mí, porque no puedo recordar un momento de mi vida en que cada átomo de mi ser no clamara por Dios.

Hablamos de hambre física, y admito que he tenido hambre de comida; pero les diré la verdad: jamás he conocido un hambre física tan grande como mi hambre de las cosas espirituales. Mi hambre de salvación era portentosa, y encontré satisfacción en Jesús en aquella pequeña Iglesia Metodista de Concordia, Misuri. Pero no terminó allí mi hambre. Aunque esa hambre era muy grande, hubo un hambre aún mayor que me atrapó, un hambre tan grande que yo miraba a los cielos por las noches y decía: "Sé que te pertenezco, Señor Jesús, pero tengo hambre de una experiencia aún más grande y más profunda. Solo he probado y he entrevisto apenas lo que tú tienes preparado para mí. Por favor, maravilloso Jesús, dame más. Llena cada parte de mí, hasta que este cuerpo mío se haya convertido en un vaso rendido ante ti hasta rebosar del Espíritu Santo".

Yo no buscaba una experiencia o una evidencia; buscaba más de Jesús. Buscaba al Dador. Había tenido una vislumbre de su amor, su poder, su potencia, y quería más de Aquel que había entrevisto. Había probado un poco, pero quería más de lo que había probado. Jesús prometió: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed", y el Espíritu Santo vino a mí y calmó esa hambre, ese anhelo, esa sed.

No creo que haya un límite para lo que Jesús puede dar, y cuando usted tenga hambre y sed de su presencia y se entregue a Él y a su voluntad, sus anhelos serán satisfechos y experimentará, como yo, la gloria de la llenura de Dios, la conmoción profunda de su poder y la cercanía de su presencia, que mora en usted.

“PUES A SUS ÁNGELES MANDARÁ ACERCA DE TI, QUE TE GUA-DEN EN TODOS TUS CAMINOS.” (Salmo 91:11)



“PUES A SUS ÁNGELES MANDARÁ ACERCA DE TI, QUE TE GUA-DEN EN TODOS TUS CAMINOS.” (Salmo 91:11)

Los ángeles de Dios te cuidan ...

¿Recuerdas aquella vez que te libraste “por los pelos”? No fue “suerte”, fue tu ángel que te guardó “en todos tus caminos”.
Chuck Swindoll habla de un grupo de niños de una iglesia que fue a escalar y se perdió. Una tormenta de nieve cubrió de repente el sendero y su líder no tenía ni idea de dónde estaban ni cómo volver al campamento. El sol se estaba poniendo y la temperatura descendía rápidamente. Estaban en un verdadero peligro.
Andando con dificultad por la nieve y cada vez más asustados, oyeron a alguien en la pendiente de arriba que gritaba: “Oye, aquí está la senda”. Miraron hacia arriba y vieron con alivio a otro montañero a unos treinta metros por encima de ellos. Subieron rápidamente hasta la gran roca donde el hombre había estado sentado. Pero cuando llegaron, no encontraron a nadie allí, ni siquiera una huella en la nieve. Al mirar, sin embargo, vieron como el sendero se extendía delante de ellos, y les llevaba a salvo al campamento.
La Biblia dice: “…algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Hebreos 13:2b). “¿Estás bromeando?”, preguntarás. ¡Pues claro que no! También tus hijos tienen ángeles guardianes que les cuidan. Jesús dijo:“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque… sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre…” (Mateo 18:10).
Pablo descubrió que cuando pasas por tempestades, Dios manda un ángel para protegerte. Escucha: “…esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy…, diciendo:… no temas” (Hechos 27: 23, 24).
Escucha: relájate; ¡Dios te tiene protegido! y va cumplir su propósito en tu vida!

¿Quien quiere sufrir las consecuencias de nuestras malas acciones???




 "Cuando nosotros nos apartamos de todo lo malo"
 y escojamos hacer el 'bien' 
"Para nosotros mismo es el buen resultado"
 porque recibiremos  la cosecha de bendición, bienestar, felicidad y vida!
 Esto es Sabiduría de lo Alto. 
Dios es nuestro Padre Celestial
 y el nos quiere cuidar como 
hijos amados
 "EL DIOS DEL AMOR Y  VIDA ETERNA"
 De todo lo bueno, hermoso,  deleitoso, maravilloso y desea nuestro bienestar.
Si mis amados lectores
 todos los mandamientos son un 'tesoro'
 para nuestras vidas porque el Todopoderoso lo que quiere es nuestra 'felicidad'
 'Porque El sabe que practicar el mal 
trae dolor, tristeza y muerte'
 ¿Ninguno de nosotros queremos sufrir las consecuencias de nuestras malas acciones???
 *No queremos recibir las negativas consecuencias de 'no' obedecer su palabra* 


Querido amigo(a), el remedio para el pecado en tu vida es JESUCRISTO.
El venció la muerte y al pecado, por medio de El podemos tener vida eterna.  La Biblia nos dice que la única forma por la cual podemos recibir perdón por nuestros pecados es por la fe en Cristo Jesus.  En Juan 3:16-17 dice: "16 De tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigenito, para que todo aquel qu en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna.  17 Porque no que envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El".  El apóstol Pedro uno de los discipulos de Jesus, en su primera predicación en Jerusalem decía: "Arrepentíos, y bauticese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdon de los pecados"(Hechos 2:38).  Aquel día se arrepintieron de sus pecados 3,000 personas. Todo el que dice tener fe en Jesucristo lo demuestra por medio del verdadero arrepentimiento, pues este es fruto de una verdadera fe.  El que se arrepiente de corazón, se aparta de pecado y de inmundicia. Espero querido amigo que en usted haya una verdadera fe, demostrado por un verdadero arrepentimiento de corazón.  
No desprecie el llamado del Señor el cual te dice: "el que a mi viene yo no le echo fuera".

Es bueno el temor a Dios ...


 "Cuando nosotros nos apartamos de todo lo malo, y escojamos hacer el 'bien' para nosotros mismo es el buen resultado" porque recibiremos  la cosecha de bendición, bienestar, felicidad y vida! esto es Sabiduría de lo Alto. 
Dios es nuesto Padre y el nos quiere cuidar como nuestro 'legitimo Padre Celestial' EL DIOS DEL AMOR Y VIDA ETERNA, de todo lo bueno, hermoso,  deleitoso, maravilloso que quiere nuestro bienestar y felicidad.
Si mis amados lectores todos los mandamientos son un tesoro para nuestras vidas, porque el todo poderoso lo que quiere es nuestra felicidad porque el sabe que practicar  el mal trae dolor, tristeza y muerte.
 Quien quiere sufrir las consecuencias de nuestras malas acciones??? ninguno de nosotros queremos recibir las consecuencias de no obedecer a nuestro padre Dios,
• Solo somos cristianos de cantos y cultos pero en nosotros no hay el verdadero temor que nos hace aceptos delante de Dios.
El Temor Es Algo Que Nunca Debe Perder El Cristiano.
¿Qué Es En Sí El Temor?
• El Temor: Es lo que nos hace permanecer fieles a Dios alejados del pecado y de los deseos del mundo pagano.
• El temor santo de Dios en el hombre lo capacita para, obedecer sus mandamientos, odiar y evitar toda forma de maldad
Proverbios 8:13
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Salmo Sal. 147.11 Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.
• El hombre natural no puede temer a Dios: Porque Se la pasa Pecado De Continuo.

 "El temor de Dios" no es "el temor a Dios" y si "el temor de Dios, es el principio de la sabiduría" deja muy claro que se refiere al poder de hombre de "desear" el conocimiento divino del bien y del mal (pecado primogenio)
 En el judaísmo y el cristianismo, el temor de Dios es uno de los dones del Espíritu Santo, el cual inspira reverencia de Dios y temor de ofenderlo, y aparta del mal al creyente, moviéndolo al bien. Es el don que nos salva del orgullo sabiendo que lo debemos todo a la misericordia divina. Por el temor de Dios se llega al sublime don de la sabiduría.1
Es popular decir: "Dios es amor y no se le debe temer". Es cierto que a Dios no le debemos tener "miedo" en el sentido en que hoy se usa la palabra, ese miedo que paraliza o que impulsa a huir de Dios y evitar pensar o acordarse de El. 
Ciertamente Dios es amor infinito y nos creó para que amemos. Jesús enseña sobre los Mandamientos de Dios:
«El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» (Mc 12:29-31)
 El temor puede ser saludable, hay un temor propio y otro impropio. El temor puede hacer que la persona proceda con la debida cautela frente al peligro y de este modo evite la calamidad; o puede ser mórbido y acabar con la esperanza, lo que debilita la resistencia emocional y puede llegar al extremo de ocasionar la muerte. El temor de Dios es saludable; consiste en un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un temor sano de desagradarle por el aprecio que se tiene a su amor leal y bondad, y debido también al reconocimiento de que es el Juez Supremo y el Todopoderoso, Aquel que puede castigar o destruir a los que le desobedecen.

El temor de Dios, bíblicamente:
  • El temor de Dios trae confianza y seguridad a los que andan en integridad (Proverbios 14:26-27)
  • El temor de Dios es aborrecer el mal (Proverbios 8:13)
  • El temor de Dios es sabiduria (Job 28:28; Proverbios 1:7; 9:10)
El temor de Dios es una actitud de reverencia y respeto hacia Dios, que pasa progresivamente por las siguientes etapas:
  • Una conciencia de que Dios es el dueño de nuestras almas, y tiene el poder de otorgarnos la salvación eterna o condenarnos a la destrucción. Aunque la motivación que genera este temor es completamente egoísta, es preferible a no tener ningún temor de Dios.
  • Una conciencia de que Dios está permanentemente mirando todo lo que pensamos, decimos y hacemos, y que El tiene el poder para premiarnos o castigarnos de acuerdo a nuestra conducta; lo cual nos debería motivar a ser cuidadosos y apartarnos del mal.
  • Un deseo consciente y permanente de agradar a Dios en todo lo que hacemos y no ofender Su santidad.
  • Un reconocimiento humilde de que El es Dios y nosotros somos Sus criaturas, y por lo tanto, El es digno de ser temido y reverenciado.
Pero existe un temor de Dios que es un don del Espíritu Santo: Temer ofenderle, tememos al realizar nuestra propia debilidad y al saber que con facilidad podemos caer en pecado, y condenarnos.
Los buenos padres no solo hablan de amor sino que también ayudan a sus hijos a comprender los peligros. Y, como saben que la comprensión de los pequeños es muy limitada, inculcan un sano temor al castigo. Se trata del sano temor, la justa medicina. No el temor excesivo que quita la confianza y traumatiza. Recordemos que Dios es el Padre perfecto, modelo de todo padre. El sano temor es parte de su pedagogía divina para que nos mantengamos en guardia contra el grave peligro que acecha a todo hombre en la batalla espiritual contra el mundo, la carne y el demonio
Si somos humildes y realistas sobre nuestra tendencia al pecado, comprendemos que nuestro amor no siempre es perfecto. Somos niños ante Dios. Por eso, tener conciencia de las consecuencias del pecado y tenerle un sano temor nos ayuda a ser sobrios y no racionalizar el pecado, ni pretender que no ofende a Dios.

OJO BUSCAR EN ESTE BLOG CUALQUIER TEMA INTERESANTE

AMOR

http://cnnespanol.cnn.com/cnnvenezuela/#0
Reflexión:
Parte de vivir y de crecer en la vida, es precisamente en ocasiones "caer" o "errar".
Lo importante no es caer, o cuantas veces caes, lo importante es que te LEVANTES.
En su Palabra DIOS nos dice que ÉL nos sostiene y levanta al caído. Las circunstancias adversas no pueden destruir nuestro camino, ni detenernos y hacer el esfuerzo de subir de nuevo al cielo.
TulipanPon tu mirada en JESÚS Flor
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La Biblia es el libro de la esperanza, el mensaje del evangelio es un mensaje de esperanza, siendo el Señor Jesús resucitado la personificación de nuestra esperanza.
Dios te bendiga, mas todavía.

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Sobre mi Ligia Margarita González de Hernandez

Sobre mí:Soy una persona SENSIBLE, quiero AMAR... y el deseo de mi corazón es llevarle consuelo, a las personas, [que VALORO muchísimo.

"Jesús"
El nos amó, nos ama y nos amará. Gracias a Él es que podemos llamarnos hijos de Dios, Dios eligiéndolos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, {EF 1,5;} Jesús se ofreció como sacrificio eterno al padre, y ofreció su sangre por nuestros pecados; ya el enemigo ¡no nos puede atar! ¡Somos libre! por la sangre, del cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. !El mundo no te puede atar¡ Sólo tú te puedes atar (limitar). En Él nombre de Jesús te invito a que entregues tu vida a Jesús, para que el Espíritu Santo te toque y te envuelva en el amor del Padre. No digas; nadie me ama o que solo me siento y mucho menos digas; yo no valgo nada. Hermano mío, tú vales la sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, tú vales la sangre de Cristo. Por lo tanto tú eres importante. Posiblemente te encuentras en la oficina de un doctor o en un hospital enfermo sintiéndote solo, triste, angustiado; posiblemente estás molesto por tanto esperar, tienes la angustia de no saber que tienes y eso te crea una inseguridad emocional, mas sin embargo yo te digo que tu no estás solo. ¡Hay alguien que te ama, y ese alguien, ,tiene nombre de hombre y se llama Jesús! Él sabe por lo que estás pasando y hoy te dice; hijo mío cuando, más sólo te has sentido, es cuando más cerca he estado de ti. Posiblemente te preguntarás. ¿Me amará el Señor? Para poder contestarte esa pregunta solo te invito a que mires a una imagen de Jesús crucificado, mira sus llagas y su sangre derramadas por ti y por mí, mira la corona de espinas. Mira sus rodillas en carne viva y ahora soy yo el que te pregunta ¿crees que Jesús te ama?¡Pues claro que te AMA!





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