Saber distinguir entre lo esencial y lo superfluo
Uno debe tener presente qué cosas son esenciales para vivir, como la ropa, alimentos, vivienda, etc., y cuáles no, como un vehículo, la TV por cable, servicio doméstico, etc.
De más está decir que cuando hablamos de ropa no necesita ser de una marca exclusiva, ni alimentos servidos en un restaurante cinco tenedores o la vivienda en una torre de categoría.
No te autopresiones “necesitando” cosas que en realidad no son necesarias, y creyendo lo que la publicidad te dice acerca de cosas esenciales que en realidad no lo son.
Muchos dicen “sin aire acondicionado no se puede vivir”, cuando en realidad sin aire no se puede vivir. Por supuesto si este está acondicionado será mucho más confortable, pero no es indispensable.
Nunca te olvides que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita, por eso hay gente que logró la independencia financiera con muy poco, y pueden vivir de forma tranquila y relajada.
Es bueno darse gustos en la vida, pero identificándolos como tales, y no como cosas imprescindibles.
Aun la gente de mucho dinero, a pesar de su condición, tiene bien presente lo que es necesario y lo que no, y sabe cuánto gastar en una cosa y en la otra, aun tomando la decisión de prescindir de algo en función de un proyecto. No es casualidad que tenga dinero.
En un tiempo donde viven creándote necesidades, tienes la capacidad de discernir qué cosas lo son verdaderamente y cuáles son prescindibles para todos nosotros.
Esto será fundamental, primero para que puedas vivir feliz con lo que ya tenés, y segundo para poder crecer al disponer de recursos que sean utilizados en función de tu proyecto personal.
Yo bendigo tu vida con la capacidad de distinguir entre lo esencial y lo superfluo, para que puedas disfrutar de ambas cosas pero dándole el lugar que le corresponde a cada una.
1 Timoteo 6.8
De más está decir que cuando hablamos de ropa no necesita ser de una marca exclusiva, ni alimentos servidos en un restaurante cinco tenedores o la vivienda en una torre de categoría.
No te autopresiones “necesitando” cosas que en realidad no son necesarias, y creyendo lo que la publicidad te dice acerca de cosas esenciales que en realidad no lo son.
Muchos dicen “sin aire acondicionado no se puede vivir”, cuando en realidad sin aire no se puede vivir. Por supuesto si este está acondicionado será mucho más confortable, pero no es indispensable.
Nunca te olvides que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita, por eso hay gente que logró la independencia financiera con muy poco, y pueden vivir de forma tranquila y relajada.
Es bueno darse gustos en la vida, pero identificándolos como tales, y no como cosas imprescindibles.
Aun la gente de mucho dinero, a pesar de su condición, tiene bien presente lo que es necesario y lo que no, y sabe cuánto gastar en una cosa y en la otra, aun tomando la decisión de prescindir de algo en función de un proyecto. No es casualidad que tenga dinero.
En un tiempo donde viven creándote necesidades, tienes la capacidad de discernir qué cosas lo son verdaderamente y cuáles son prescindibles para todos nosotros.
Esto será fundamental, primero para que puedas vivir feliz con lo que ya tenés, y segundo para poder crecer al disponer de recursos que sean utilizados en función de tu proyecto personal.
Yo bendigo tu vida con la capacidad de distinguir entre lo esencial y lo superfluo, para que puedas disfrutar de ambas cosas pero dándole el lugar que le corresponde a cada una.
“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”.
1 Timoteo 6.8
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