Aprende! El espíritu del hombre es la parte de nuestro ser ???
*'Te alabo te adoro mi único Dios'* |
Según la Biblia, el ser humano es tripartito.
Se divide en cuerpo, alma y espíritu.
*Comencemos pronunciando que:
Cada ser humano está constituido por un cuerpo que es visible y palpable, y por un espíritu que es invisible y no palpable (ver 1 Corintios 6:20), pero la semejanza del hombre para con Dios no está en el cuerpo, porque el cuerpo del hombre es terrenal (Génesis 2:7) mientras que el cuerpo de Dios es celestial (1 Corintios 15:40). Por lo consiguiente la semejanza entre Dios y el hombre le corresponde al espíritu y no al cuerpo.
Juan 4...
24 “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
Aquí se lee que Dios es espíritu; porque la esencia de Dios es puramente espiritual, pero esto no implica que Dios no tenga un cuerpo espiritual (celestial) semejante al cuerpo resucitado de Cristo.
Génesis 1...
26 “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.”
27 “Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió”
Razonemos dentro de una lógica coherente y no contradictoria:
Si el ser humano fue hecho a semejanza de Dios (Génesis 1:26) y si Dios es espíritu (Juan 4:24), es totalmente IMPOSIBLE que Dios no le haya dado un espíritu al cuerpo de Adán y otro espíritu al cuerpo de Eva.
No confundir espíritu (Eclesiastés 12:7) con aliento de vida (Génesis 2:7), porque no es lo mismo.
Y como fue Dios Padre quien dijo: Hagamos al hombre conforme a nuestra semejanza; no hay duda alguna que la afinidad entre Dios y el hombre corresponde al espíritu y no al cuerpo. Porque si la similitud hubiese sido en el cuerpo ¿cómo se explica entonces que el cuerpo de Adán, que fue formado del polvo de la tierra (cuerpo terrenal) sea semejante al cuerpo de Yahwéh y de Yahshua si ellos poseen cuerpos celestiales y no terrenales?. Pregunto de nuevo ¿diremos
que puede existir alguna semejanza entre un cuerpo celestial y un cuerpo terrenal? ¡¡de ninguna manera!!.
Por lo tanto, lo parecido entre lo creado (el hombre) y el Creador (Dios) tiene que ver con el espíritu (Juan 4:24) y no con el cuerpo.
Adán y Eva tenían la plena y total libertad de unir sus propios espíritus, ya sea, con el espíritu de Cristo, representado por el árbol de la vida, o bien, con el espíritu de aquella bestia, representada por el árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:9). Y como el espíritu de Eva se juntó con el espíritu del Diablo (Génesis 3:6) al “comer” ella del fruto prohibido de ese “árbol” (ver Génesis 1:28 y 2:24), es que Adán también se juntó al espíritu de dicha bestia cuando él se unió sexualmente con Eva (Génesis 3:6). Desde allí es que los cuerpos terrenales de Adán y Eva se volvieron mortales, desde que sus respectivos espíritus se juntaron con el espíritu de la bestia.
Si Adán y Eva se hubieran unido al espíritu santo del Hijo de Dios, Yahshua (Génesis 2:16-17) en lugar de haberlo hecho con el espíritu de la bestia, el Diablo, (Génesis 3:6) entonces sus cuerpos terrenales no se habrían corrompido para pasar a ser mortales, sino todo lo contrario, se habrían vestido de incorruptibilidad y de inmortalidad, y no habrían muerto JAMÁS.
Ahora bien, pasemos a ver lo que es la unión del cuerpo con el espíritu: es lo que origina la vida de una persona (el alma). Y como el espíritu es solo una parte de la persona (parte invisible e impalpable) ya que la otra parte, visible y palpable, es el cuerpo de carne y huesos, es que resulta que las únicas criaturas que pueden llegar a ser hijos de Dios son aquellas que poseen un cuerpo y un espíritu. Y así como el espíritu santo de Yahwéh es solo una parte (la parte invisible e impalpable) de la totalidad de la persona que es Dios Padre, así también el espíritu del hombre es solo una parte (la parte invisible e impalpable) de la totalidad de la persona que es el hombre. De modo que la otra parte, tanto para Dios (el SER CREADOR) como para el hombre (el ser creado), es el cuerpo visible y palpable, pero ¡totalmente distinto para ambos!, puesto que Dios Padre Yahwéh posee un cuerpo celestial mientras que el ser humano tiene un cuerpo terrenal.
*Comencemos pronunciando que:
Cada ser humano está constituido por un cuerpo que es visible y palpable, y por un espíritu que es invisible y no palpable (ver 1 Corintios 6:20), pero la semejanza del hombre para con Dios no está en el cuerpo, porque el cuerpo del hombre es terrenal (Génesis 2:7) mientras que el cuerpo de Dios es celestial (1 Corintios 15:40). Por lo consiguiente la semejanza entre Dios y el hombre le corresponde al espíritu y no al cuerpo.
Juan 4...
24 “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
Aquí se lee que Dios es espíritu; porque la esencia de Dios es puramente espiritual, pero esto no implica que Dios no tenga un cuerpo espiritual (celestial) semejante al cuerpo resucitado de Cristo.
Génesis 1...
26 “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.”
27 “Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió”
Razonemos dentro de una lógica coherente y no contradictoria:
Si el ser humano fue hecho a semejanza de Dios (Génesis 1:26) y si Dios es espíritu (Juan 4:24), es totalmente IMPOSIBLE que Dios no le haya dado un espíritu al cuerpo de Adán y otro espíritu al cuerpo de Eva.
No confundir espíritu (Eclesiastés 12:7) con aliento de vida (Génesis 2:7), porque no es lo mismo.
Y como fue Dios Padre quien dijo: Hagamos al hombre conforme a nuestra semejanza; no hay duda alguna que la afinidad entre Dios y el hombre corresponde al espíritu y no al cuerpo. Porque si la similitud hubiese sido en el cuerpo ¿cómo se explica entonces que el cuerpo de Adán, que fue formado del polvo de la tierra (cuerpo terrenal) sea semejante al cuerpo de Yahwéh y de Yahshua si ellos poseen cuerpos celestiales y no terrenales?. Pregunto de nuevo ¿diremos
que puede existir alguna semejanza entre un cuerpo celestial y un cuerpo terrenal? ¡¡de ninguna manera!!.
Por lo tanto, lo parecido entre lo creado (el hombre) y el Creador (Dios) tiene que ver con el espíritu (Juan 4:24) y no con el cuerpo.
Adán y Eva tenían la plena y total libertad de unir sus propios espíritus, ya sea, con el espíritu de Cristo, representado por el árbol de la vida, o bien, con el espíritu de aquella bestia, representada por el árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:9). Y como el espíritu de Eva se juntó con el espíritu del Diablo (Génesis 3:6) al “comer” ella del fruto prohibido de ese “árbol” (ver Génesis 1:28 y 2:24), es que Adán también se juntó al espíritu de dicha bestia cuando él se unió sexualmente con Eva (Génesis 3:6). Desde allí es que los cuerpos terrenales de Adán y Eva se volvieron mortales, desde que sus respectivos espíritus se juntaron con el espíritu de la bestia.
Si Adán y Eva se hubieran unido al espíritu santo del Hijo de Dios, Yahshua (Génesis 2:16-17) en lugar de haberlo hecho con el espíritu de la bestia, el Diablo, (Génesis 3:6) entonces sus cuerpos terrenales no se habrían corrompido para pasar a ser mortales, sino todo lo contrario, se habrían vestido de incorruptibilidad y de inmortalidad, y no habrían muerto JAMÁS.
Ahora bien, pasemos a ver lo que es la unión del cuerpo con el espíritu: es lo que origina la vida de una persona (el alma). Y como el espíritu es solo una parte de la persona (parte invisible e impalpable) ya que la otra parte, visible y palpable, es el cuerpo de carne y huesos, es que resulta que las únicas criaturas que pueden llegar a ser hijos de Dios son aquellas que poseen un cuerpo y un espíritu. Y así como el espíritu santo de Yahwéh es solo una parte (la parte invisible e impalpable) de la totalidad de la persona que es Dios Padre, así también el espíritu del hombre es solo una parte (la parte invisible e impalpable) de la totalidad de la persona que es el hombre. De modo que la otra parte, tanto para Dios (el SER CREADOR) como para el hombre (el ser creado), es el cuerpo visible y palpable, pero ¡totalmente distinto para ambos!, puesto que Dios Padre Yahwéh posee un cuerpo celestial mientras que el ser humano tiene un cuerpo terrenal.
El cuerpo es la parte fisiológica del ser humano. Porque tenemos cuerpo comemos, bebemos, dormimos, corremos, descansamos, etc.
El alma es la parte sicológica del ser humano. Las emociones, la
voluntad, el intelecto. El alma distingue al ser humano de los demás
seres existentes sobre la tierra. Además, el alma destaca a cada ser
humano como un ser único y diferente en su género.
Yo tengo mi propia personalidad, y la suya es diferente a la mía.
El espíritu es la parte de nuestro ser por medio de la cual podemos
comunicarnos con Dios y entablar una amistad personal con El. Dice la
Biblia en Génesis capítulo 1 que “Dios creó al hombre a su imagen y
semejanza”, eso significa que también nos hizo espíritu, para poder
comunicarnos con El.
Una persona es cristiana, cuando Dios mora en el espíritu de esa persona. La Biblia señala en Ia. Corintios capítulo 6: “El que se une con el Señor, un espíritu es con El”.
El alma, el cuerpo y el espíritu están íntimamente ligados entre sí y
es imposible separarlos. Cuando una persona muere, el alma y el
espíritu se separan de su cuerpo para ir a donde Dios haya determinado.
En relación al espíritu, dice la Biblia en Ia. Corintios capítulo 2:
“¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre sino el
espíritu del hombre que está con él? Así tampoco nadie conoció las cosas
de Dios sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu
que proviene de Dios para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo
cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo
espiritual.
Porque el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente.
En cambio el espiritual
juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”.
Notemos entonces, que el espíritu es aquella faceta de nuestro ser
que nos capacita para percibir y conocer las cosas que son de Dios.
¿Conoce usted a Dios? ¿Ha entablado ya una amistad personal con El?
Si aún no lo ha hecho, éste es el momento. Reciba a Cristo por la fe,
y deje que El dé vida a su espíritu en la persona del Espíritu de Dios.
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