'NO' A LA PREOCUPACIÓN |
Mateo 6:25-34, No os afanéis por vuestra vida
Introducción.
A. "Afanarse,
(Merimna) probablemente
relacionada con Merizo,
atraer en diferentes direcciones, distraer, y por ello significa aquello que
causa esto, un afán, especialmente ansioso, Mt 13:22; Mr 4:19; Lc 8:14; 21:3; 2
Co 11:28, 'preocupación'; 1 P 5:7, 'ansiedad'. Nota: El adjetivo Amerimnos (a, negación) significa
libre de cuidado, Mt 28:14, 'os pondremos a salvo', RVR, áremos que estéis sin
cuidado'". 1 Cor. 7:32, "sin congoja".
B.
La Biblia de las Américas dice (6:25), "no os preocupéis".
C.
Ideas afines son: angustiarse, acongojarse, ser agobiado, Luc. 12:29,
"estar en ansiosa inquietud", ser ansioso (tener ansiedad), tener
cuidado.
D. La
ilustración de Marta (Luc. 10:41, 42), "Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria (pero una sola
cosa es necesaria, BAS); y María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada".
E.
"Por tanto os digo: No os afanéis". Las palabras "por
tanto" indican una conclusión de lo que había dicho en los vers. 19-24, en
los cuales nos da tres razones muy buenas por las cuales debemos poner plena
confianza en Dios y no en cosas materiales (cosas de este mundo): (1) los
tesoros de este mundo no son confiables porque son perecederos, no duran; (2)
si el ojo es maligno (avariento), toda la vida está llena de oscuridad; y (3)
es imposible servir tanto a Mamón (las riquezas) y al mismo tiempo servir a
Dios (porque cada esclavo tiene solamente un amo).
F.
En este hermoso texto Jesús nos dice por qué no debemos preocuparnos en cuanto
a qué comer, qué beber o qué vestir.
I. La vida es
más que el alimento, el cuerpo es más que el vestido.
A. "Psuche (vida), aliento de
vida, la vida natural ... Hablando en sentido general, psuche es la vida individual, el
ser vivo". Esta "vida" es la que vivifica el cuerpo (saliendo
esta vida el cuerpo queda muerto).
B.
La vida (es decir, uno mismo) es mucho más importante que el alimento que la
sostiene, como también el cuerpo es mucho más importante que la ropa que lo
cubre. El primer argumento de Jesús fija las prioridades.
C.
Dios nos da la vida y el cuerpo en que vive. El sabe que no somos máquinas (ni
tampoco ángeles), y que necesitamos de alimento y ropa. La vida es
importantísima, una verdadera dádiva de Dios de sumo valor. Si Dios nos da una
dádiva tan preciosa, ¿no la sostendrá? Si nos da cuerpo que es el templo del
Espíritu Santo (1 Cor. 6:19, 20), ¿no le proveerá ropa?
D.
El propósito de la vida no es simplemente comer y beber, ni es el propósito del
cuerpo simplemente vestirse. Estas son cosas necesarias pero son cosas secundarias. La vida existe en el cuerpo para servir a Dios, para
glorificarle, para avanzar los asuntos de su reino y su justicia (ver. 33).
E. Son
deseos secundarios. Es verdad que deseamos comer, beber y vestirnos, pero
estos deseos, aunque sean básicos, no son los deseos más importantes de la
vida. Satisfacemos estos deseos para poder satisfacer otros deseos mucho mas
importantes. Aun los animales tienen el deseo de comer y beber, pero los
hombres somos hechos a la imagen de Dios (Gén. 1:26, 27), y tenemos otros
deseos superiores.
II. Mirad las
aves del cielo.
A. Somos
enseñados por las aves. El hombre tiene dominio sobre los animales y las
aves (Gén. 1:28; Sal. 8:6-8), pero las aves nos enseñan. Debemos observarlas y
aprender de ellas.
B.
No siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, ¡pero no están llenas de
ansiedad! porque vuestro Padre celestial las alimenta.
C.
Lo que Jesús no enseña:
1. No condena el trabajar. Muchos textos enseñan la necesidad de trabajar
(Efes. 4:28; 1 Tes. 4:11, 12; 2 Tes. 3:10). El hombre trabajó en el huerto de
Edén, antes de pecar (Gén. 2.17). El trabajo no es un castigo sino una
bendición. El hombre fue creado para trabajar, pero no para afanarse. Las aves trabajan. Dios "las alimenta". El provee la comida y las
aves aprovechan esa provisión, trabajando para comer. Jesús no dice, "No
trabajan las aves", porque sí trabajan, pero trabajan sin afán, aunque no
recogen en graneros. No tienen nada almacenado para mañana. No se
preocupan por el día de mañana. Cuánto más debemos evitar el afán, porque no
solamente trabajamos sino también recogemos en graneros (hacemos provisión para
el futuro). Ecles. 2:22-24; 3:12, 13, 22. Es necesario trabajar, pero ¡qué
lástima que para muchos el trabajar es pura molestia! "No hay cosa mejor
para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su
trabajo". 1 Tim. 5:8, es necesario trabajar y proveer para la familia.
2. No condena el recoger en graneros. El hombre debe sembrar, segar y
recoger en graneros, pero sin angustiarse. El problema es que aunque el hombre recoja en graneros, aun así sigue preocupado por cosas materiales.
(El mal que hay en recoger en graneros es el egoísmo, Luc. 12:15-21).
D.
"¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" Las aves fueron creadas
para el beneficio del hombre. Vivirán solamente en este mundo, pero el hombre,
hecho a la imagen de Dios, es superior a las aves, por lo cual Dios no dejará
de alimentarnos.
III. ¿Y quién
podrá, por mucho que se afane, añadir al curso de su vida?
A.
"Estatura, helikia,
primariamente una edad, como un cierto lapso de vida, vino a significar (a) un
tiempo particular de vida, como cuando se dice que una persona es é edad', Jn.
9:21,23, o más allá de un cierto estado de la vida, He 11:11; (b) denota sólo
la estatura en otros pasajes, Mt 6:27; Lc 2:52; 12:25; 19:3; Ef. 4:13. Algunos
consideran que Mt 6:27 y Lc 12:25 pertenecen a (a)". La palabra puede ser
traducida de las dos maneras.
1.
La palabra "estatura" coincide mejor con el "codo". Además,
la palabra helikia se
traduce "estatura" en Luc. 19:3. Sin embargo, Sal. 39:5 dice
(literalmente) "tú has hecho mis días como palmos" (BAS, margen).
"El palmo equivale generalmente el ancho de la mano extendida, desde el
pulgar hasta el meñique". Por eso, si la palabra helikia se traduce
"edad", la cual se mide por "codos", no será el único texto
que mide la vida con una medida física.
2.
"Edad", o "curso de vida", es también traducción correcta.
La Biblia de las Américas dice, "curso de su vida". Dice La Versión
Moderna, "lo largo de su vida". La Versión Hispanoamericana dice,
"prolongar su vida". Como ya hemos visto, la Biblia misma mide
nuestros años con una medida física (palmos). Y la palabra helikia se traduce tanto
"edad" como "estatura". El contexto tiene que decidir, y relativamente
pocas personas se preocupan por su estatura, pero casi todos se preocupan por
prolongar su vida.
B.
¿El afán ayuda a cambiar su estatura o a prolongar la vida?
1.
Jesús enseña que debemos poner la confianza en Dios y no vivir preocupados.
Pero si alguien insiste en vivir ansioso, que conteste la pregunta: ¿de veras
ayuda el afán?
2.
Por lo contrario, nos perjudica tanto física como espiritualmente. La
"ansiosa inquietud" (Luc. 12:29) puede causar dolor de cabeza (aun la
migraña), úlceras en el estómago, alta presión de sangre y toda clase de mal
nervioso. Recuérdese que la idea básica de la palabra "afanarse" es
"distraerse"; por el afán uno queda distraído, por ejemplo, en el
trabajo y en otras actividades importantes. Lo peor es que también se distrae
espiritualmente y como todos saben no debemos distraernos si queremos correr la
carrera hasta el fin y ganar el premio. Si el afán no ayuda, y por lo
contrario, causa mucho daño, ¿por qué persistimos en afanarnos?
IV. Y por la
ropa, ¿por qué os preocupáis? considerad los lirios.
A.
No solamente nos enseñan las aves, sino también aun las flores.
B.
"Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan".
Las aves, aunque trabajan, no viven con "ansiosa inquietud", pero las
flores ni trabajan.
C.
Aunque trabajemos (y aun recojamos en graneros), nos preocupamos por la ropa,
pero Dios viste a lirios, que no trabajan, con vestimenta más gloriosa que la
de Salomón. No tiene sentido, pues, que nos preocupemos.
V. La hierba
del campo.
A.
El quinto argumento es semejante al cuarto, pero hay otros factores: La
brevedad de la existencia (la hierba existe por muy pocos días) y es de muy
poco valor, pues se echa como leña a los hornos.
B.
Sin embargo, a pesar de todo esto, Dios la viste.
C. Jesús
razona desde lo menor a lo mayor, es decir, habla de cosas de menos valor
para ilustrar el cuidado de Dios. Si cuida de estas cosas, ¿no cuidará de
nosotros? Compárese Rom. 8:32, "El que no escatimó (eximió) ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas?"
D.
"¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?" Jesús acusa a
sus discípulos de ser "hombres de poca fe" en Mat. 8:26 (por no
confiar en El durante la tempestad); 14:31, acusa a Pedro de tener poca fe
cuando andaba sobre las aguas, pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y
comenzó a hundirse; 16:8, a los discípulos cuando hablaron de no haber traído
pan; y 17:17, a los discípulos de ser "generación incrédula", cuando
no pudieron echar fuera el demonio.
VI. Los
gentiles (Lucas 12:30, las gentes del mundo) buscan todas estas cosas.
A. No conocen a Dios. Desde luego, los del mundo viven afanados por estas
cosas porque no conocen a Dios, no confían en El y creen que todo depende de
ellos mismos.
B. No seamos como ellos. Nosotros sí creemos en Dios. Creemos que El es el
Creador, y que provee para todas sus criaturas, mayormente para sus hijos. No
creemos que todo depende de nosotros mismos. Trabajamos, sí, pero Dios pone los
medios. El hace que el sol salga día tras día, y manda las lluvias, y hace que
la tierra sea fértil y que la simiente sembrada fructifique. No estamos solos.
No somos mundanos. No somos paganos. No actuemos, pues, como los del mundo.
C.
¿Qué significa la palabra "mundanalidad"? ¿Qué significa la
palabra "mundanos"? ¿Somos mundanos? Los que se preocupan con ansiosa
inquietud por las cosas materiales son mundanos. Así son porque no conocen a
Dios. No seamos personas de "poca fe", sino personas de grande fe
(Mat. 8:10; 15:28). Los argumentos de Jesús deben producir una fe fuerte en
Dios.
Conclusiones.
A.
Ver. 31, "No os afanéis, pues". Jesús nos ha dado muy buenas razones.
Sólo resta que le creamos y que seamos convencidos. El tiene razón. Son
argumentos buenos.
B.
Recordemos siempre (como dice el ver. 32), "pero vuestro Padre celestial
sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas". El nos hizo. El sabe que
no somos ángeles, y que no somos máquinas. Necesitamos de comida y ropa.
C. El
remedio: ver. 33, "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". Pongamos primero lo que
debe ser primero. Debemos estar conscientes de nuestras prioridades y nunca dar
la atención primaria a las cosas segundarias. Debemos preocuparnos por las
cosas del reino (1 Cor. 12:26, 27; 2 Cor. 11:28; Fil. 2:20, etc.). Debemos
seguir el ejemplo de los macedonios (2 Cor. 8:5), "a sí mismos se dieron
primeramente al Señor".
D.
Ver. 34, "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" (sus propios
problemas, aflicciones, dificultades, etc.). El día de ayer es como un
"cheque cancelado"; mañana no existe. Solamente tenemos hoy, este
momento; por eso, no conviene tratar de cruzar el puente antes de llegar al
puente. Mar. 16:3, 4, las mujeres querían ungir el cuerpo de Jesús, pero
estaban preocupadas: "¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del
sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy
grande". Así sucede muchas veces en la vida, lo que nos preocupa ni
siquiera será problema (excepto en la imaginación nuestra). Muchos viven
afanosos por causa de dificultades que nunca ocurren. Esto es afanarse por
el día de mañana, cosa que Jesús prohibe.
E. Recuérdese
el ejemplo de María y Marta. Marta estaba "afanada y turbada" con
muchas cosas, mientras que María estaba a los pies de Jesús escuchando su
palabra. Dice Jesús, "María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada" (Luc. 10:38-42).
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