¿POR QUÉ DEFENDER A ISRAEL?
Mientras visito iglesias para compartir sobre Puentes para la Paz alrededor del mundo, tengo la oportunidad de conocer a cristianos con trasfondos culturales muy diversos. Como esta organización es interdenominacional, recibo invitaciones para hablar en iglesias de todas las denominaciones. A menudo, personas se me acercan para decir que no comprenden por qué defendemos tanto a la nación y el pueblo de Israel. En este estudio, deseo compartir con ustedes algunas razones por las cuales es muy importante defender a Israel.
Dios
Escogió a Abraham
Todo
comenzó cuando Dios escogió a un hombre llamado Abram. “Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete
de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la
tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a
los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán
benditas todas las familias de la tierra” (Gén. 12:1-3).
Abram (cuyo
nombre luego fue cambiado a Abraham) vivió durante una época cuando
se adoraba a muchos dioses. Había dioses de la fertilidad, lluvia,
fuego y guerra. Se oraba al dios que mejor suplía la necesidad del
momento. Si llovía mucho, era porque les favorecía el dios de la
lluvia. Si sufrían de sequía, era indicación de su ira. Casi siempre
evaluaban a los dioses por la manera en que trataban a sus
seguidores.
Conocemos muy poco acerca de la niñez de
Abraham, pero está claro que se crió entre una sociedad pagana e
idólatra. Una de las muchas historias rabínicas sobre los primeros
años de Abram dice que su padre, Taré, era un fabricante de ídolos.
El cuento narra cómo Abram se sintió desilusionado con esos ídolos y
decidió seguir a Dios. Sin embargo, la Biblia lo narra un poco
diferente. Claramente, fue Dios quien escogió a Abram. Estoy segura
que su encuentro con Dios debió ser muy transformador, según vemos
por sus consecuentes actos. Cuando Dios llamó a Abram, éste le
obedeció y dejó atrás sus parientes, pueblo y nación para ir muy
lejos. Eso no fue nada sencillo. ¡Yo lo sé por experiencia propia!
Mi esposo y yo hicimos eso cuando nos mudamos a Israel, pero
teníamos la ventaja de saber a dónde íbamos. Abram recogió a su
esposa, su nieto, sus posesiones y sus sirvientes, y se aventuró
hacia una tierra que desconocía. Abram era un hombre de fe, a quien
luego Dios llamó “Mi amigo.”
“Pero
tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien he escogido, descendiente de
Abraham, mi amigo; tú, a quien tomé de los confines de la tierra, y
desde sus lugares más remotos te llamé, y te dije: "Mi siervo eres
tú; yo te he escogido y no te he rechazado:" No temas, porque yo
estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra
de mi justicia”
(Is. 41:8-10). “Y se cumplió
la Escritura que dice: y Abraham creyó a Dios y le fue contado por
justicia, y fue llamado amigo de Dios” (Sant.
2:23).
A los cristianos se nos hace fácil aceptar que
Dios se interese en una persona específica. Después de todo, se
interesó en nosotros. Lo que es más difícil de entender es Su razón
por llevar a Abram a esa tierra tan lejos de su hogar.
Dios
escogió la Tierra de Israel
¿Por
qué Dios se interesó en la Tierra de Israel, o Canaán, como se
llamaba en aquel entonces? ¿Por qué Abram no pudo adorar a Dios en
su propia tierra? Dios llamó a Abram y prometió bendecir al mundo a
través suyo, pero para poder hacer eso efectivamente, tenía que
mover a Abram al lugar donde las grandes naciones del mundo antiguo
hicieran contacto. Dios quería que todas las naciones politeístas le
conocieran, al Poderoso Creador, al único Dios verdadero. Por eso,
tomó a un hombre de fe quien estaba dispuesto a obedecerle, aunque
no comprendiese Su plan, y lo situó en el medio del mundo antiguo.
La tierra actual de Israel no es muy grande. Sólo toma como siete
horas recorrerlo en auto, desde el punto más norteño hasta Eilat, la
ciudad más sureña en el Mar Rojo. Toma sólo dos horas recorrerlo de
este a oeste en su parte más ancha.
Pero
este pequeño pedazo de tierra era como un puente entre los grandes
continentes del mundo antiguo. De hecho, algunos mapas antiguos
ilustran a Jerusalén e Israel como si fuesen el centro del mundo.
Hay desiertos inhóspitos hacia el este, y tiene el Mar Mediterráneo
al oeste. Vía Maris (o “el Camino del Mar”) era la
principal carretera en esos tiempos. Los ejércitos tomaban esa ruta
cuando querían hacer guerra, y los comerciantes pasaban por allí
cuando querían llevar sus productos a mercados distantes. Durante
tiempos bíblicos, el modo de transporte era mucho más lento que el
moderno, con nuestros automóviles y aviones. Un viaje que requiera
siete horas en auto hoy día, tomaba muchos días a pie o por camello.
Mientras pasaban por esa región, tenían contacto con un pueblo que
adoraba un solo Dios. Escuchaban acerca de Su poder milagroso, y
tenían la oportunidad de creer en Él.
Por esa razón, podemos
comprender por qué Dios escogió este lugar como escenario desde el
cual revelarse al mundo. Escogió al pueblo judío para ser quien
narre Su historia. La Biblia fue escrita por hombres judíos
inspirados por el Espíritu Santo. Actualmente, a una distancia de
miles de kilómetros y miles de años desde los eventos bíblicos,
billones de personas han sido impactadas espiritualmente,
influenciando así sus sociedades y culturas con los valores y
principios impresos en esas páginas sagradas.
Dios ama a
Israel
La Biblia frecuentemente se ha descrito como una
carta de amor enviada por Dios al ser humano. Mientras la leo, veo
muchos ejemplos de Su gran amor hacia los descendientes de Abraham,
Su amigo fiel.
“Bendito sea el
SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de
Israel; por el amor que el SEÑOR ha tenido siempre a Israel, te ha
puesto por rey para hacer derecho y justicia” (1Reyes 10:9).
“Se
ha acordado de su misericordia y de su fidelidad para con la casa de
Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de
nuestro Dios” (Sal. 98:3).
“Porque
el SEÑOR ha escogido a Jacob para sí, a Israel para posesión
suya” (Sal. 135:4).
“No
temas, Sion; no desfallezcan tus manos. El SEÑOR tu Dios está en
medio de ti, guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en su
amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de
júbilo” (Sof. 3:16-17).
En
su libro Mi Experiencia con
Dios, Henry Blackaby dice que debemos averiguar
lo que Dios está haciendo y preguntarle cómo quiere que nos
involucremos. Siempre me sorprende cuando encuentro cristianos
quienes dicen amar a Dios, pero no comprenden el compromiso y
continuo interés que Dios tiene respecto a Israel y el pueblo
judío.
Nuestro Salvador
Judío
Yo me pregunto cuántos seremos
sorprendidos cuando veamos a Yeshúa (Jesús) cara a cara.
Nos hemos criado con un dibujo imaginario de Jesús en las paredes o
en las iglesias. La mayoría de los artistas pintan a un Jesús casi
europeo. Lo más probable es que Yeshúa no se parecía nada a
eso. Era judío, semita, y probablemente tenía la tez oscura, cabello
oscuro y quizás hasta rizado, con ojos oscuros. Las imágenes también
lo hacen ver débil. Yo no creo que era débil en lo absoluto.
Caminaba de lugar en lugar por toda la Tierra con Sus discípulos. La
topografía de Israel es muy accidentada, con montes y rocas de
grandes elevaciones y profundos abismos. El trayecto entre Galilea y
Jerusalén es una difícil caminata. Por otro lado, Yeshúa era carpintero. La
palabra griega tekton
se puede traducir como carpintero, como también como
artesano o constructor. Algunos creen que Yeshúa posiblemente
trabajaba en piedra en vez de madera, ya que eso era más común en
dicha región. De cualquier manera, ambos oficios requerían fuerza y
destreza. Yo pienso que Yeshúa
era verdaderamente musculoso, ¡un hombre fuerte y
valiente!
Considere
lo siguiente: Yeshúa ha
sido el único en la historia quien ha podido escoger su familia, y
quiso nacer judío. Otro hecho que muchos ni siquiera han considerado
es que Yeshúa jamás fue
cristiano. Nació dentro de una familia piadosa judía, vivió Su vida
en obediencia a la Torá
(Génesis a Deuteronomio), usó un manto de oración, adoró en
sinagogas y en el Templo, y vivió entre el pueblo judío. Nunca entró
a una iglesia.
Mi padre, el Dr. David Allen Lewis (de bendita
memoria), acostumbraba preguntar a cristianos: “¿Cómo puede usted
decir que ama a Jesús, quien era judío, y a la vez odiar a los
judíos?” Creo que es una pregunta muy válida. Cuando una persona se
casa, no sólo es bendecida con un esposo o una esposa, sino que
también es bendecida con una nueva familia. ¡Los padres de su esposo
serán los abuelos de sus hijos! Ninguna esposa recién casada le dice
a su esposo: “Querido, yo te quiero a ti, pero no me interesa ser
parte de tu familia. No los quiero ver muy a menudo.” Si habla así a
su nuevo esposo, él podría creer que realmente no le ama. Cuando se
ama a alguien, se ama también a quienes esa persona ama.
Ciertamente, si amamos a nuestro Mesías (Cristo) judío, debemos amar
también a Su familia en la carne, al pueblo judío.
Dios Aún Trabaja en
Israel
Como mencioné previamente, Israel es el
escenario donde Dios escogió para revelarse al mundo como el único
Dios verdadero. Todavía no he encontrado un cristiano que niegue ese
hecho histórico. Sin embargo, muchos aún no quieren reconocer que
Israel es muy importante para Dios. Ahora, 2,000 años después de los
eventos del Nuevo Testamento y sobre 3,000 años luego de los eventos
del Antiguo Testamento, Israel es irrelevante para muchos
cristianos. Pero Dios aún se está revelando al mundo por medio de
Israel, en cumplimiento de Sus antiguas promesas. Dios comprueba ser
fiel y verdadero para con nosotros también, a pesar de que no lo
merezcamos.
“Cuando
llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre,
porque de ellos se decía: ‘Estos son el pueblo del SEÑOR, y han
salido de su tierra.’ Pero yo he tenido compasión de mi santo
nombre, que la casa de Israel había profanado entre las naciones
adonde fueron. Por tanto, di a la casa de Israel: "Así dice el Señor
DIOS: 'No es por vosotros, casa de Israel, que voy a actuar, sino
por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde
fuisteis. Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre
las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas.
Entonces las naciones sabrán que yo soy el SEÑOR'--declara el Señor
DIOS-- 'cuando demuestre mi santidad entre vosotros a la vista de
ellas’” (Ezeq. 36:20-23).
Veamos algunas maneras en que Dios aún se revela
al mundo hoy día por medio de Israel y del pueblo judío:
Dios
Prometió Restaurar la Tierra
“Pero vosotros, montes de Israel,
echaréis vuestras ramas y produciréis vuestro fruto para mi pueblo
Israel; porque pronto vendrán. Pues, he aquí, estoy por vosotros y
me volveré a vosotros, y seréis labrados y sembrados… La tierra
desolada será cultivada en vez de ser desolación a la vista de todo
el que pasa. Y dirán: ‘Esta tierra desolada se ha hecho como el
huerto del Edén; y las ciudades desiertas, desoladas y arruinadas
están fortificadas y habitadas’” (Ezeq. 36:8-9, 34-35). Hace menos de 100 años,
esta profecía parecía casi imposible de realizarse. Palestina
(nombre que tenía la Tierra de Israel desde el segundo siglo d.C.
hasta 1948) terminó desolado luego de siglos de descuido por sus
terratenientes turcos. Viajeros al área se asombraban al ver la
Tierra de la Biblia tan abandonada. A continuación, algunas de sus
citas:
En
el libro Innocents Abroad [Inocentes en el Extranjero] de Mark Twain, el
autor describe ese desolado paisaje de la tierra de Palestina durante
la década de 1800. (Todas las citas de Mark Twain a continuación
son traducidas por esta autora.) Dijo que era “una tierra
ardiente, desnuda y sin árboles.” También dijo que los poblados eran
“feos, hacinados, miserables, incómodos y sucios.” Otra línea lee:
“soledad deprimente; desiertos sin gente, y dunas oxidadas de esterilidad
que nunca, nunca, nunca pierden la ferocidad de sus severas
siluetas.” Una oración especialmente descriptiva dice: “Ese insensato poblado de
Tiberias, durmiendo bajo sus seis fúnebres plumas de palma; aquel
declive desolado donde los cerdos del milagro descendieron en picada
al mar, y sin dudas pensaron que era mejor tragar un demonios o dos,
y ahogarse como parte de la oferta, que tener que vivir más tiempo
en dicho lugar.”
Nahmánides, un gran erudito judío,
visitó a Israel en 1267 y describió la ciudad de Jerusalén como
“desértica y desperdiciada, y Judea estaba más desolada que
Galilea.” El viajante, colonizador y poeta inglés George Sandys,
hijo de Edwin Sandys, arzobispo de York, informó en 1610 que la
“tierra está desprovista de árboles. El país es una vasta ruina
vacía.” Según el testimonio de algunos testigos, ¡había menos de
1,000 árboles e insuficiente gente para labrar la tierra! Pero si
usted pudiera visitar a Israel ahora, verá un cuadro totalmente
diferente. La Tierra está retornando a su previa gloria, en
cumplimiento de la profecía: “Abriré ríos en las alturas
desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el
desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.
Pondré en los desiertos el cedro, la acacia, el mirto y el olivo;
pondré en el yermo el ciprés, junto con el olmo y el boj
[cedro], para que vean y
entiendan, consideren y comprendan a una que la mano del SEÑOR ha
hecho esto, que el Santo de Israel lo ha creado”
(Isaías 41:18-20).
El
pueblo judío comenzó a regresar a la Tierra durante el siglo 19.
Reclamaron poco a poco la Tierra, y ha estado en un proceso de
restauración hasta el día de hoy. Secaron los pantanos llenos de
malaria, sembraron millones de árboles, irrigaron las tierras
desoladas y sembraron los campos, cultivando más que suficientes
productos para las necesidades de sus habitantes. La Tierra que
Ezequiel una vez describió como “la más hermosa de todas las
tierras” (20:6) ha sido restaurada a su
previa hermosura.
Dios
Prometió Traer de Regreso al Pueblo Judío
Los profetas de Israel predijeron
el día en que el pueblo judío regresaría a su antigua tierra desde
todos los países de su dispersión.
“Restauraré
el bienestar de mi pueblo Israel, y ellos reedificarán las ciudades
asoladas y habitarán en ellas; también plantarán viñas y beberán su
vino, y cultivarán huertos y comerán sus frutos. Los plantaré en su
tierra, y no serán arrancados jamás de la tierra que les he dado
--dice el SEÑOR tu Dios” (Amós 9:14-15).
“Cuando
yo los traiga de entre los pueblos y los reúna de las tierras de sus
enemigos, seré santificado en ellos ante los ojos de muchas
naciones. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, porque los
hice ir al cautiverio entre las naciones, y después los reuní de
nuevo en su propia tierra, sin dejar allí a ninguno de
ellos” (Ezeq. 39:27-28).
Actualmente, sobre seis millones de judíos viven
en Israel. Sobre tres millones han llegado como inmigrantes, y
muchos más son hijos o nietos de esos inmigrantes. Más aún,
continúan llegando cada día desde todas partes. Se estima que
existen como 14 millones de judíos en el mundo y, por primera vez en
2,000 años, la porción de población judía más grande se encuentra en
Israel. Dios está en el proceso de cumplir Sus promesas en traer Su
pueblo de regreso a Israel.
Dios nos Llama para
que nos Unamos a Él
“Gritad
con alegría por Jacob, y dad voces por la primera de las naciones;
proclamad, dad alabanza, y decid: ‘Oh SEÑOR, salva a tu pueblo, al
remanente de Israel.’” (Jer. 31:7). Dondequiera que usted lea el
nombre de “Jacob” en las Escrituras, siempre se refiere al patriarca
Jacob o al pueblo judío, nunca a la Iglesia. Por lo tanto, creo que
Dios está pidiendo a los cristianos de todas partes del mundo que
hagamos lo siguiente respecto al pueblo judío, según el verso citado
arriba:
“Gritad
con alegría por Jacob”
– Regocíjese por lo que Dios está haciendo.
“Dad
voces por la primera de las naciones”
– Levante su voz en defensa del pueblo de
Israel.
“Proclamad”
– Comparta con otros lo que Dios está haciendo con Israel y el
pueblo judío.
“Dad
alabanza”
– Alabe a Dios por ser un Dios fiel a Su pacto con
Israel.
“Y
decid: ‘Oh SEÑOR, salva a tu pueblo, al remanente de
Israel’” – Ore para que se cumpla también la plena
restauración espiritual de Israel.
En Puentes para la Paz, ofrecemos a los
cristianos muchas maneras para que se involucren con Israel y el
plan de Dios en demostración de Su carácter y Su gloria. Espero que
usted se active en la defensa de Israel. Si aún no se ha activado,
visite nuestro sitio Web y escoja una de las varias opciones que
ofrecemos para que se una al Señor mientras evidencia al mundo que
Él es el Dios de Israel.
Haciendo lo Correcto
*Uno de los valores fundamentales de Puentes para la Paz es "combatir el antisemitismo a nivel mundial y apoyar el derecho divino de Israel para existir en la tierra dada por Dios al pueblo judío."
Dios levantó la moderna nación de Israel de la tierra ancestral del pueblo judío, y los líderes israelíes rápidamente invitaron a los judíos franceses para regresar a su "hogar." Muchos de los 500,000 judíos en Francia ya se encuentran de camino. Natan Sharansky, director de la Agencia Judía, dijo esta semana que casi 50,000 personas recientemente investigaron los detalles del proceso de inmigración.
El pueblo judío regresa a su hogar hablando tan diversos idiomas como ruso, ucraniano, francés, español, inglés, afrikáans y holandés. Judíos de las tribus perdidas de Manasés, los Bnei Menashe, también regresan. Los inmigrantes pueden ser ricos, pobres, jóvenes, viejos, eufóricos, temerosos, educados, sin educación, pero todos tienen algo en común: son hijos e hijas de Abraham, Isaac y Jacob, y han sido atacados en su país por ello. Todos los judíos han experimentado el antisemitismo de alguna manera u otra desde hace siglos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos cristianos arriesgaron sus vidas para salvar a personas judías. En el museo en Memoria del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, uno puede caminar por una arboleda llamada Avenida de los Justos. Bajo cada árbol se encuentra una placa con el nombre de una familia o un individuo que arriesgó su vida para salvar al pueblo judío.
También hoy día podemos arriesgarnos valientemente para servir a Dios. Él tiene una tarea para cada uno de nosotros en estos tiempos tenebrosos. Dios puede alumbrar por medio suyo, y así transformar la noche más oscura en luz. ¿Está usted dispuesto a alumbrar en las tinieblas? ¿Podrá actuar con rectitud en estos tiempos? ¿Podremos ayudar a adelantar el plan de Dios en estos días que se ponen cada vez más oscuros?
Una Pequeña Luz
Quizás usted sienta que no puede hacer gran cosa. ¿Cómo lo sabrá si no lo intenta? Miles como usted se han unido a Puentes para la Paz, y juntos hemos ayudado a rescatar sobre 50,000 judíos que ahora viven en Israel. Los hemos recibido con amor, luz y regalos de bienvenida. Los hemos alimentado, y aún seguimos alimentando casi 28,000 personas cada mes. Somos partícipes con Dios, quien anunció en Zacarías: "'Yo salvaré a Mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol; y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios en verdad y en justicia.' Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Sean fuertes sus manos…Y sucederá que como fueron maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré para que sean bendición. No teman, más sean fuertes sus manos'" (Zac. 8:7-8, 9a, 13).
Por favor, ofrenda hoy generosamente hacia el Fondo de Inmigración para que podamos ayudar a personas o familias judías regresar a su hogar, recibirlos, alimentarlos y ayudarlos a establecerse en la tierra que Dios les dio. Haga su parte para disipar las tinieblas en estos tiempos. Dios se mueve – movámonos con Él.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
*Uno de los valores fundamentales de Puentes para la Paz es "combatir el antisemitismo a nivel mundial y apoyar el derecho divino de Israel para existir en la tierra dada por Dios al pueblo judío."
Dios levantó la moderna nación de Israel de la tierra ancestral del pueblo judío, y los líderes israelíes rápidamente invitaron a los judíos franceses para regresar a su "hogar." Muchos de los 500,000 judíos en Francia ya se encuentran de camino. Natan Sharansky, director de la Agencia Judía, dijo esta semana que casi 50,000 personas recientemente investigaron los detalles del proceso de inmigración.
El pueblo judío regresa a su hogar hablando tan diversos idiomas como ruso, ucraniano, francés, español, inglés, afrikáans y holandés. Judíos de las tribus perdidas de Manasés, los Bnei Menashe, también regresan. Los inmigrantes pueden ser ricos, pobres, jóvenes, viejos, eufóricos, temerosos, educados, sin educación, pero todos tienen algo en común: son hijos e hijas de Abraham, Isaac y Jacob, y han sido atacados en su país por ello. Todos los judíos han experimentado el antisemitismo de alguna manera u otra desde hace siglos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos cristianos arriesgaron sus vidas para salvar a personas judías. En el museo en Memoria del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, uno puede caminar por una arboleda llamada Avenida de los Justos. Bajo cada árbol se encuentra una placa con el nombre de una familia o un individuo que arriesgó su vida para salvar al pueblo judío.
También hoy día podemos arriesgarnos valientemente para servir a Dios. Él tiene una tarea para cada uno de nosotros en estos tiempos tenebrosos. Dios puede alumbrar por medio suyo, y así transformar la noche más oscura en luz. ¿Está usted dispuesto a alumbrar en las tinieblas? ¿Podrá actuar con rectitud en estos tiempos? ¿Podremos ayudar a adelantar el plan de Dios en estos días que se ponen cada vez más oscuros?
Una Pequeña Luz
Quizás usted sienta que no puede hacer gran cosa. ¿Cómo lo sabrá si no lo intenta? Miles como usted se han unido a Puentes para la Paz, y juntos hemos ayudado a rescatar sobre 50,000 judíos que ahora viven en Israel. Los hemos recibido con amor, luz y regalos de bienvenida. Los hemos alimentado, y aún seguimos alimentando casi 28,000 personas cada mes. Somos partícipes con Dios, quien anunció en Zacarías: "'Yo salvaré a Mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol; y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios en verdad y en justicia.' Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Sean fuertes sus manos…Y sucederá que como fueron maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré para que sean bendición. No teman, más sean fuertes sus manos'" (Zac. 8:7-8, 9a, 13).
Por favor, ofrenda hoy generosamente hacia el Fondo de Inmigración para que podamos ayudar a personas o familias judías regresar a su hogar, recibirlos, alimentarlos y ayudarlos a establecerse en la tierra que Dios les dio. Haga su parte para disipar las tinieblas en estos tiempos. Dios se mueve – movámonos con Él.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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