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Después de la creación del hombre y los
animales terrestres en el sexto día de la semana creativa, Dios
instruyó a Adán, diciendo, “He aquí que os he dado toda planta que da
semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y
que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29). No existe registro
de que Dios dijera a Adán y Eva que podían matar vacas o freír pollos,
pero Él sí les autorizó comer las semillas y frutos de las plantas y
árboles. En el siguiente capítulo de Génesis, se registra que Dios dijo a
Adán que él podía comer “de todo árbol del huerto” (excepto del árbol
de la ciencia del bien y del mal—2:16-17). Note que no se dice nada aquí
en cuanto a los animales—solamente la vegetación. Luego otro vez, en
Génesis 3, cuando Dios sentenció a Adán y Eva a vivir fuera del Huerto
del Edén, dijo: “Comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” (3:18-19). Tres veces en
los primeros tres capítulos de la Biblia, Dios instruyó al hombre en
cuanto a su dieta. Cada vez, la Biblia registra solamente la permisión
divina a comer vegetales (algunos de los cuales podían producir
pan—3:19). Ningún pasaje bíblico menciona que Dios dio permiso al hombre
para comer cualquier clase de animal hasta después del Diluvio. Entonces Dios dijo:
Para responder la pregunta, “¿Fueron todos los hombres vegetarianos antes del Diluvio?”, se puede concluir que la Biblia revela que Dios dio instrucciones solamente en cuanto al consumo de vegetales antes del Diluvio. La Palabra de Dios claramente guarda silencio en cuanto al consumo de animales. Sin embargo, el hecho que Dios aparentemente no autorizara al hombre a comer carne animal antes del Diluvio, no significa que los hombres cumplieran con esta regulación. Parece ser muy probable que hubiera personas que fueran más allá de lo que Dios permitió y comieran varias clases de animales. No es difícil imaginar que los que vivieron inmediatamente antes del Diluvio, cuyos pensamientos eran de continuo el mal (Génesis 6:5), se acercaran a una oveja sacrificial, olieran el dulce aroma y tomaran un bocado de la pierna del animal (cf. 1 Samuel 2:12-17).
Algunos han preguntado por qué el hijo de Adán, Abel, criaba ovejas, si se suponía que él y sus descendientes serían vegetarianos. Aunque la Biblia no dice exactamente por qué “Abel fue pastor de ovejas” (Génesis 4:2), muy probablemente es porque al criar ovejas, Abel podía obtener ropa para él y otros, como también animales que otros obtendrían de él para hacer sacrificios a Jehová. Algo que sabemos con seguridad es que antes del Diluvio, no leemos que Dios dio permiso a los humanos para comer carne animal. En cambio, al menos tres veces antes del Diluvio la Biblia menciona que Dios autorizó el fruto de la Tierra para el consumo humano. Además, Génesis 9:2-3 enfatiza que antes del Diluvio existía una relación muy diferente entre los animales y los humanos. Los animales comenzaron a temer a los humanos, y se les permitió a los humanos consumir la carne animal, “así como las legumbres y plantas verdes” se permitieron desde el principio de la Creación (9:3; 1:29).
El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo (Génesis 9:2-3, énfasis añadido).Así como Dios había autorizado al hombre a comer “plantas verdes” muchos siglos antes, después del Diluvio, Dios dio Su permiso al hombre para comer “todo”—incluyendo a los animales que se mueven en la tierra y que nadan en el mar. [NOTA: Parece que las leyes en cuanto al consumo de animales limpios e impuros no se dieron sino hasta la Ley de Moisés (Levítico 11; Deuteronomio 14:3-21). Aunque se hizo una diferencia entre animales limpios e impuros antes del Diluvio (cf. Génesis 7:2-3), esta distinción parece haberse aplicado solamente al tema del sacrificio, no al consumo (cf. Génesis 8:20)].
Para responder la pregunta, “¿Fueron todos los hombres vegetarianos antes del Diluvio?”, se puede concluir que la Biblia revela que Dios dio instrucciones solamente en cuanto al consumo de vegetales antes del Diluvio. La Palabra de Dios claramente guarda silencio en cuanto al consumo de animales. Sin embargo, el hecho que Dios aparentemente no autorizara al hombre a comer carne animal antes del Diluvio, no significa que los hombres cumplieran con esta regulación. Parece ser muy probable que hubiera personas que fueran más allá de lo que Dios permitió y comieran varias clases de animales. No es difícil imaginar que los que vivieron inmediatamente antes del Diluvio, cuyos pensamientos eran de continuo el mal (Génesis 6:5), se acercaran a una oveja sacrificial, olieran el dulce aroma y tomaran un bocado de la pierna del animal (cf. 1 Samuel 2:12-17).
Algunos han preguntado por qué el hijo de Adán, Abel, criaba ovejas, si se suponía que él y sus descendientes serían vegetarianos. Aunque la Biblia no dice exactamente por qué “Abel fue pastor de ovejas” (Génesis 4:2), muy probablemente es porque al criar ovejas, Abel podía obtener ropa para él y otros, como también animales que otros obtendrían de él para hacer sacrificios a Jehová. Algo que sabemos con seguridad es que antes del Diluvio, no leemos que Dios dio permiso a los humanos para comer carne animal. En cambio, al menos tres veces antes del Diluvio la Biblia menciona que Dios autorizó el fruto de la Tierra para el consumo humano. Además, Génesis 9:2-3 enfatiza que antes del Diluvio existía una relación muy diferente entre los animales y los humanos. Los animales comenzaron a temer a los humanos, y se les permitió a los humanos consumir la carne animal, “así como las legumbres y plantas verdes” se permitieron desde el principio de la Creación (9:3; 1:29).