OJO! ¿Son todos los demonios iguales?
Ya hemos visto que cada demonio pecó con una intensidad
determinada. Además cada demonio pecó en uno o varios pecados
en especial. La rebelión tuvo su raiz en la soberbia, pero de esa
raiz nacieron otros pecados. Eso en los exorcismos se ve con gran claridad,
hay unos demonios que pecan más de ira, otros de egolatría,
otros más de desesperación, etc. Cada demonio tiene su psicología,
su forma de ser particular. Los hay locuaces, los hay más despectivos,
en uno brilla de un modo especial la soberbia, en otro el pecado del odio,
etc. Aunque todos se apartaron de Dios, unos son más malos que otros.
Después hay que recordar que como nos dice San Pablo
hay nueve jerarquías de ángeles. Las jerarquías superiores
son más poderosas, bellas e inteligentes que las inferiores. Cada
ángel es completamente distinto de otro ángel. No hay razas
de ángeles, por usar un término zoológico. Sino que
cada uno agota su especie. Sin embargo, sí que es posible agrupar
a los ángeles en distintos grandes grupos o jerarquías. Jerarquías
también llamadas coros, pues esos grupos es como si formaran coros
que cantan las alabanzas de Dios. Su cántico por supuesto no es de
la voz, sino es la alabanza espiritual que emite su voluntad al conocer
y amar a la Trinidad.
De cada una de las nueve jerarquías cayeron ángeles transformándose
en demonios. Es decir, hay demonios que son virtudes, potestades, serafines,
etc. Aunque sean demonios siguen conservando intacto su poder e inteligencia.
Por todo lo dicho está claro que existe una jerarquía demoniaca.
Una cosa comprobada por los exorcismos es que entre ellos existe un poder
de los superiores sobre los inferiores. ¿En qué consiste ese
poder? Es algo imposible de saber, pues no se ve como un demonio puede obligar
a otro a hacer algo. Pues no hay cuerpo que empujar o forzar. Sin embargo,
he comprobado que un demonio superior puede forzar a uno inferior a no salir
de un cuerpo durante un exorcismo. Aunque el inferior sufra y quiera salir,
el superior se lo puede impedir. Cómo un demonio puede forzar a otro
demonio siendo éste intangible, es algo, lo repito, que escapa a
nuestra comprensión.