*NIÑO AUTISTA*
*http://www.familymanagement.com/facts/spanish/apuntes11.html
Cuando al bebé no le gusta que lo abracen o que lo miren a los ojos, o cuando no
responde al cariño o al ser tocado, los padres tienen razón para preocuparse. Esta falta
de receptividad puede estar acompañada de una incapacidad para comunicarse con otros y de
establecer relaciones sociales en cualquier situación. Muchos niños autistas no
demuestran preferencia por sus padres sobre otros adultos y no pueden desarrollar una
amistad con otros niños. Las destrezas de lenguaje, tanto como las expresiones faciales y
gestos no las usan de manera comunicativa. Cuando un niño presenta estos síntomas, los
psiquiatras de niños y adolescentes pueden considerar el diagnóstico de "autismo
infantil."
El niño autista no se relaciona de manera normal con los objetos. Puede responder de
manera extrema y fuera de lo corriente hacia cualquier objeto, sea evitandolo por completo
u obsesionandose con él. Por ejemplo, si alguien mueve su cama de un lado de la
habitación al otro, el niño autista puede ponerse a gritar histéricamente. Si un objeto
se mueve, tal como un ventilador, el niño se fascina, y también puede tenerle un gran
apego a objetos extraños, tales como un papel, una gomita elástica o un ladrillo.
Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco
alcance de manera repetitiva. El niño autista puede dar vueltas como un trompo, llevar a
cabo movimientos rítmicos con su cuerpo tal como aletear con sus brazos. Los autistas con
alto nivel funcional pueden repetir los comerciales de la televisión o llevar a cabo
rituales complejos al acostarse a dormir.
Los padres que sospechan que su niño puede ser autista, deben consultar con su médico
de familia o pedriata para que los refiera a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien
puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar las medidas
educacionales apropiadas. El autismo es una enfermedad y los niños autistas puede tener
una incapacidad seria para toda la vida. Sin embargo, con el tratamiento y adiestramiento
adecuado, algunos niños autistas pueden desarrollar ciertos aspectos de independencia en
sus vidas. Los padres deben de alentar a sus niños autistas para que desarrollen esas
destrezas que hacen uso de sus puntos fuertes de manera que se sientan bien consigo
mismos.
El psiquiatra de niños y adolescentes, además de tratar al niño, puede ayudar a la
familia a resolver el estrés; por ejemplo, puede ayudar a los hermanitos, que se sienten
ignorados por el cuidado que requiere el niño autista, o que se sienten abochornados si
traen a sus amiguitos a la casa. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a los
padres a resolver los problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un
niño autista y orientarlos de manera que puedan crear un ambiente favorable para el
desarrollo y la enseñanza del niño.