Los demonios entran por puertas que las personas abren en sus vidas.
Ningún demonio puede entrar o influenciar a alguien si esa persona no le da el derecho legal.
Los demonios siempre vienen y escogen el momento y el lugar más débil para entrar.
Efesios 4:27 Ni deis lugar al diablo.
Veamos algunas de las puertas por las cuales se le da derecho a los demonios para entrar e influenciar, trayendo opresiones a nuestras vidas.
1. Las Maldiciones de nuestros antepasados
Los espíritus familiares son los que llevan a cabo las maldiciones de generación en generación y se transmiten como herencia.
Éxodo 34.6-7 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! Jehová! Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Las maldiciones generacionales pueden manifestarse de diferentes maneras:
A. Enfermedades mentales y emocionales.
Éstas incluyen depresión, confusión y frustración.
Hay personas que en la consejería pastoral dicen:
"mi madre siempre vivía en continua depresión y yo estoy padeciendo de lo mismo" (herencia espiritual).
En la lengua esta la Vida o la Muerte!
B. Enfermedades crónicas.
Esto incluye todo tipo de enfermedad, tales como: cáncer, diabetes, presión alta, asma, artritis y más.
Deuteronomio 28:21-22 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
C. Desintegración de la familia.
Esto incluye situaciones, tales como: divorcio, adulterio, fornicación, homosexualismo, incapacidad de concebir, alcoholismo y drogadicción.
Deuteronomio 28.41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
D. Pobreza Continua.
Deuteronomio 28:17-29 Se ve en personas que nunca son bendecidas y viven en una continua pobreza.
Si usted ha visto algunas de estas indicaciones en su vida, es una señal que hay una maldición generacional operando.
2. Pecado Consiente y Inconsciente
Los creyentes podemos pecar contra el Señor por Consiente E inconsciente.
El pecado de Inconsciente es el pecado que se comete porque no nos damos cuenta o ignoramos, que lo que estamos haciendo, ofende al Señor.
El pecado de consiente es aquella falta que se comete voluntariamente y a sabiendas que está mal hecho.
Cuando pecamos en una misma área de continuo, les estamos abriendo una puerta a los demonios.
Para todo pecado voluntario, hay un demonio y este viene a operar en el área específica de nuestra debilidad.
Tomemos como ejemplo la ira.
Todos sabemos que la ira es una emoción y la Palabra nos manda a no airarnos.
Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre Vuestro enojo.
27 ni deis lugar al diablo.
La Biblia define la ira como una obra de la carne.
¿Qué sucede si una persona deja que la ira se convierta en rabia, o que se ponga el sol sobre su enojo, es decir, deja que llegue la noche sin que haya perdonado?
Esto abre la puerta a un espíritu inmundo de ira.
Un pecado que se repite de continuo como acto premeditado y con conocimiento de causa abre la puerta a los demonios.
Cuidate y pídele a Dios discernimiento, y habla positivo.
Y reprende la depresión en el Nombre de Jesús.
Mira Mateo 18:18
Ningún demonio puede entrar o influenciar a alguien si esa persona no le da el derecho legal.
Los demonios siempre vienen y escogen el momento y el lugar más débil para entrar.
Efesios 4:27 Ni deis lugar al diablo.
Veamos algunas de las puertas por las cuales se le da derecho a los demonios para entrar e influenciar, trayendo opresiones a nuestras vidas.
1. Las Maldiciones de nuestros antepasados
Los espíritus familiares son los que llevan a cabo las maldiciones de generación en generación y se transmiten como herencia.
Éxodo 34.6-7 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! Jehová! Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Las maldiciones generacionales pueden manifestarse de diferentes maneras:
A. Enfermedades mentales y emocionales.
Éstas incluyen depresión, confusión y frustración.
Hay personas que en la consejería pastoral dicen:
"mi madre siempre vivía en continua depresión y yo estoy padeciendo de lo mismo" (herencia espiritual).
En la lengua esta la Vida o la Muerte!
B. Enfermedades crónicas.
Esto incluye todo tipo de enfermedad, tales como: cáncer, diabetes, presión alta, asma, artritis y más.
Deuteronomio 28:21-22 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
C. Desintegración de la familia.
Esto incluye situaciones, tales como: divorcio, adulterio, fornicación, homosexualismo, incapacidad de concebir, alcoholismo y drogadicción.
Deuteronomio 28.41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
D. Pobreza Continua.
Deuteronomio 28:17-29 Se ve en personas que nunca son bendecidas y viven en una continua pobreza.
Si usted ha visto algunas de estas indicaciones en su vida, es una señal que hay una maldición generacional operando.
2. Pecado Consiente y Inconsciente
Los creyentes podemos pecar contra el Señor por Consiente E inconsciente.
El pecado de Inconsciente es el pecado que se comete porque no nos damos cuenta o ignoramos, que lo que estamos haciendo, ofende al Señor.
El pecado de consiente es aquella falta que se comete voluntariamente y a sabiendas que está mal hecho.
Cuando pecamos en una misma área de continuo, les estamos abriendo una puerta a los demonios.
Para todo pecado voluntario, hay un demonio y este viene a operar en el área específica de nuestra debilidad.
Tomemos como ejemplo la ira.
Todos sabemos que la ira es una emoción y la Palabra nos manda a no airarnos.
Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre Vuestro enojo.
27 ni deis lugar al diablo.
La Biblia define la ira como una obra de la carne.
¿Qué sucede si una persona deja que la ira se convierta en rabia, o que se ponga el sol sobre su enojo, es decir, deja que llegue la noche sin que haya perdonado?
Esto abre la puerta a un espíritu inmundo de ira.
Un pecado que se repite de continuo como acto premeditado y con conocimiento de causa abre la puerta a los demonios.
Cuidate y pídele a Dios discernimiento, y habla positivo.
Y reprende la depresión en el Nombre de Jesús.
Mira Mateo 18:18