Aprende! Efectos de la heroína y sus peligros ...
La heroína
es una droga altamente adictiva e ilegal en la mayoría de los países
del mundo. Pertenece a los opiáceos, de los cuales es el más abusado y
el de acción más rápida y se clasifica, al igual que éstos, dentro de
las sustancias depresoras del sistema nervioso central. Es una de las
drogas que se encuentran más frecuentemente implicadas en los casos de
drogodependencia debido a su altísimo grado de adicción.
heroina
La heroína es un derivado de la morfina, una droga semisintética, originada a partir de la adormidera, de la que se extrae el opio. El componente activo responsable de los efectos de esta droga es la diacetilmorfina (3,6 - diacetil).
Se trata de una sustancia sintetizada por primera vez a finales del siglo XIX y principios del XX que surgió inicialmente para su uso como medicamento; sin embargo, actualmente su uso se encuentra altamente restringido en la mayoría de los países por tratarse de una droga de abuso.
En la actualidad, la mayoría de los individuos adictos a los opiodes consumen heroína, la cual está relacionada con un efecto narcótico pronunciado, se clasifica dentro de las drogas depresoras del sistema nervioso central, se caracteriza por producir una dependencia psicológica y física intensa a un ritmo muy acelerado siendo considerada actualmente una de las drogas más adictivas.2
La heroína, generalmente se vende en forma de polvo blanco o marrón. En España se conoce popularmente bajo las denominaciones de "caballo", "potro", "jaco", "reina", "dama blanca", "chiva", "chuto" o "tachones".
heroina
La heroína es un derivado de la morfina, una droga semisintética, originada a partir de la adormidera, de la que se extrae el opio. El componente activo responsable de los efectos de esta droga es la diacetilmorfina (3,6 - diacetil).
Se trata de una sustancia sintetizada por primera vez a finales del siglo XIX y principios del XX que surgió inicialmente para su uso como medicamento; sin embargo, actualmente su uso se encuentra altamente restringido en la mayoría de los países por tratarse de una droga de abuso.
En la actualidad, la mayoría de los individuos adictos a los opiodes consumen heroína, la cual está relacionada con un efecto narcótico pronunciado, se clasifica dentro de las drogas depresoras del sistema nervioso central, se caracteriza por producir una dependencia psicológica y física intensa a un ritmo muy acelerado siendo considerada actualmente una de las drogas más adictivas.2
La heroína, generalmente se vende en forma de polvo blanco o marrón. En España se conoce popularmente bajo las denominaciones de "caballo", "potro", "jaco", "reina", "dama blanca", "chiva", "chuto" o "tachones".
En 1883, Heinrich Dreser (químico), aisló un opiáceo nuevo gracias a
la acetilación del clorhidrato de morfina, obteniendo diacetilmorfina,
que es el nombre científico de la heroína. Resulta interesante que en
principio se pensó en la heroína como un sustituto de la morfina, la
cual producía gran adicción, y por ese motivo se eligió su nombre. En
poco tiempo se demostró que la adicción generada por utilizar este
compuesto era mucho más intensa en comparación con la morfina.
Algunos opiáceos son naturales (morfina, opio y codeína) y otros son
sintéticos, es decir, elaborados en el laboratorio a partir de la
amapola (demerol, metadona, etc.).
La heroina es un opiáceo semi – sintético: es producida a partir de
la morfina a través de un proceso químico y es aproximadamente 3 veces
mas fuerte que ésta.
La heroína puede presentarse en forma de polvo blanco o como una
pasta o goma marrón (dependiendo de la procedencia y del proceso de
elaboración que haya tenido).
Efectos de la heroína
Los efectos a corto plazo del abuso de heroína aparecen poco después
de la primera dosis y desaparecen en unas cuantas horas. Después de una
inyección de la droga, el usuario
dice sentir un brote de euforia (“rush”) acompañado de un cálido sonrojo
de la piel, boca seca y extremidades pesadas. Después de esta euforia
inicial, el usuario está “volando” (“on the nod”), estado en el que se
alterna la vigilia con el adormecimiento y se turban las facultades
mentales debido a la depresión del sistema nervioso central.
La heroína provoca los siguientes efectos: sedación, euforia,
analgesia, depresión respiratoria (causa principal de la muerte por
sobredosis en usuarios de esta sustancia), supresión fulminante de la
tos (la publicidad de Bayer en los años 20 destaca este hecho), miosis,
náuseas y vómitos, efectos gastrointestinales, cardiovasculares,
renales, urinario.
Peligros para la salud
La heroinomanía puede traer graves consecuencias para la salud, entre
ellas sobredosis mortal, aborto espontáneo, colapso de las venas, y
enfermedades infecciosas, incluso VIH/SIDA y hepatitis.
Los efectos de la heroína a largo plazo aparecen después que la droga
se ha estado usando repetidamente por algún período de tiempo. El
usuario crónico puede sufrir colapso de las venas, infección del
endocardio y de las válvulas del corazón, abscesos, celulitis y
enfermedades del hígado. Puede haber complicaciones pulmonares, incluso
varios tipos de neumonía, como resultado del mal estado de salud del
toxicómano, así como por los efectos depresivos de la heroína sobre la
respiración.
Además de los efectos de la misma droga, la heroína que se vende en
la calle puede tener aditivos que no se disuelven con facilidad y
obstruyen los vasos sanguíneos que van a los pulmones, el hígado, los
riñones o el cerebro. Esto puede causar infección o hasta muerte de
pequeños grupos de células en estos órganos vitales.
La Red de Alerta sobre Abuso de Drogas (DAWN) de la Administración de
Servicios de Abuso de Sustancias y de Salud Mental recopila datos sobre
muertes y episodios relacionados con drogas en las salas de urgencia de
los hospitales de 21 zonas metropolitanas. Según los informes de 1995,
entre las drogas vinculadas con mayor frecuencia a la muerte, la heroína
quedó en segundo lugar. De 1990 a 1995 el número de episodios
relacionados con la heroína se duplicó, y entre 1994 y 1995, aumentó 19
por ciento.
Tolerancia, toxicomanía y abstinencia
El uso regular de la heroína produce tolerancia a la droga, lo que
significa que el toxicómano debe usar mayor cantidad para obtener la
misma intensidad o efecto. Este uso de mayores dosis lleva, con el
tiempo, a la dependencia física, en la que el cuerpo, al haberse
adaptado a la presencia de la droga, puede sufrir síntomas de
abstinencia si se reduce o se abandona su uso.
La abstinencia, que en el toxicómano regular puede ocurrir tan pronto
como varias horas después de la última administración de heroína,
provoca deseo de usar la droga, agitación, dolores en los músculos y en
los huesos, insomnio, diarrea y vómitos, escalofríos con piel de gallina
(“cold turkey”), movimientos en forma de patadas (“kicking the habit”) y
otros síntomas. Entre éstos, los principales alcanzan su punto máximo
de 48 horas a 72 horas después de la última dosis y se calman después de
una semana más o menos. La abstinencia repentina en los usuarios que
dependen mucho de la droga y están en mal estado de salud resulta mortal
a veces, aunque se cree que la supresión de heroína es mucho menos
peligrosa que la de alcohol y barbituratos.
¿Cómo tratar la adicción a la heroína?
Hay gran variedad de tratamientos para los adictos a la heroína,
están la de los medicamentos y la terapia de la conducta. La ciencia nos
ha enseñado que combinar medicamentos con terapia de apoyo al paciente
hace posible que se deje de usar la heroína y vuelva a una vida más
estable y productiva.
Las adicciones a los opiáceos (drogas relativas al opio) son
enfermedades del cerebro y trastornos que sí pueden tratarse
eficazmente. Los doctores recomiendan firmemente primero mayor acceso a
los programas de tratamiento de mantenimiento a base del analgésico
llamado metadona para las personas que son adictas a la heroína y otras
drogas opiáceas; y segundo la eliminación de leyes federales y
estatales, así como de otras barreras, que impiden acceso a estos
programas. También se recalcó la importancia de ofrecer orientación
sicológica contra el abuso de sustancias, terapéuticas sicosociales y
otros servicios para darle respaldo al paciente, que impulsen a la
permanencia y el éxito de los programas de tratamiento de mantenimiento a
base de metadona.
Metadona
La Metadona, un medicamento opiáceo sintético que obstaculiza los
efectos de la heroína durante unas 24 horas, tiene una historia de
éxitos probados cuando se receta en concentraciones suficientemente
altas para las personas adictas a la heroína. El LAAM, que también es un
fármaco opiáceo sintético para tratar la heroinomanía, puede impedir
los efectos de la heroína hasta 72 horas. Otros productos aprobados son
la naloxona, que se utiliza para tratar los casos de dosis excesivas, y
la naltrexona, que obstruyen los efectos de la morfina, la heroína y
otros opiáceos. También se están estudiando otros medicamentos
utilizados en los programas de tratamiento contra la heroína.
Hay muchos tratamientos de la conducta eficaces contra la
heroinoamanía. Estos pueden incluir métodos residenciales y
ambulatorios. Varias terapéuticas nuevas de la conducta están resultando
especialmente prometedoras contra este tipo de heroin addiction
La terapia de manejo de situaciones imprevistas utiliza un sistema
basado en el concepto del vale, donde el paciente gana “puntos” por
tener resultados negativos en los análisis que determinan si ha usado
drogas, y puede cambiarlos por artículos que fomentan una vida sana. Las
intervenciones de la conducta cognoscitiva se han ideado para ayudar a
modificar el pensamiento, las esperanzas y los comportamientos del
paciente y para aumentar su habilidad de hacerle frente a varios
factores causantes de tensión nerviosa en la vida.
Como se usa / Consumo
Se utiliza en programas especiales para el tratamiento de la
dependencia a la heroína. Neutraliza la euforia de la heroína y evita la
aparición del síndrome de abstinencia.
Inicialmente se suministran a los adictos dosis diarias equivalentes a
su consumo de heroína, con el fin de retirar al adicto lentamente de la
heroína ilegal inyectable y luego introducir dosis reducidas de
metadona por vía oral.
A veces, una retirada completa de la metadona no es posible, y la
dosis de mantenimiento puede continuar durante meses o incluso años
(Programas de Mantenimiento con Metadona).
Todo programa de tratamiento con metadona debe ir acompañado, para
obtener una mayor eficacia y mejores resultados, de psicoterapia o
supervisión médica.
Efectos
En la terapia de mantenimiento, con dosis adecuadas, la metadona no
causa euforia, no tiene efectos sedantes ni es analgésica. No tiene
efectos adversos ni mentales ni físicos.
Reducción de riesgos / Daños
Aunque el uso regular de metadona puede inducir dependencia, se
considera que ésta es menos grave que la de la morfina o la heroína, y
más fácil de tratar.
La persona inserta en un programa de mantenimiento con metadona puede llevar una vida normal.
No obstante, la metadona tiene efectos secundarios: aturdimiento, mareos, náuseas, vómitos, boca seca o duración.
En casos de abuso pueden aparecer fallos circulatorios y coma profundo y se han dado casos de muerte por fallo respiratorio.