*El sufrimiento y el carácter Cristiano*
Por:Dr. Juan Barek,
En
Job 23:10 dice “Mas él conoce mi camino; me probará y saldré como oro”
Luego de atravesar por muchas pruebas, se habrá convertido en una perla.
En Salmos 84:5-6 dice “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques”. Tomamos agua para apaciguar la sed, y las aguas son útiles para regar los campos. Mas Jehová dice que primeramente debemos atravesar a muchas valles de lágrimas para llenar los estanques.
En Salmos 84:5-6 dice “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques”. Tomamos agua para apaciguar la sed, y las aguas son útiles para regar los campos. Mas Jehová dice que primeramente debemos atravesar a muchas valles de lágrimas para llenar los estanques.
La
vida del apóstol Pablo representa a la vida de una perla. Padeció de
muchas heridas, persecuciones por parte de sus conciudadanos, el peligro
de la misión y de dolor físico. Clamó a Dios estando en una barca, en
la cárcel, en el camino, mientras predicaba el evangelio, Pablo clamó a
Dios sin descanso. En consecuencia todos los sufrimientos se
transformaron en perlas. Hoy contamos que la mayoría de los escritos del
Nuevo Testamento fue escrito por Pablo. Dios, luego de pasar por estas
diversas tribulaciones, usó a Pablo como un instrumento poderoso en sus
manos.
En
II Corintios 12:9-10 dice “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder
de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando
soy débil, entonces soy fuerte”. Mientras enfrentaba a muchas
dificultades en su vida, Pablo clamó a Dios, asimismo en sus
necesidades, persecuciones, y en angustias. De esta manera experimentó
el poder de Dios y su carácter se transformó como la de una perla. Pues,
para entrar al reino de Dios debemos atravesar muchos sufrimientos,
porque allí llegan solo los que atravesando los sufrimientos se
convirtieron en perlas. Porque una perla se hace con dolor y
sufrimiento, también para entrar al reino de Dios, deberá enfrentar los
sufrimientos mediante la oración y ruego. Si reflexionamos sobre los
sufrimientos, nos daremos cuenta que ellos son como una fábrica del
tesoro. Dios, para formar a nosotros como un tesoro aromático, firme,
fuerte y hermoso, nos hará pasar por las puertas del sufrimiento; hay
sufrimientos significativos y otros insignificantes. Si Dios quiere
usarle, le hará pasar por fuego, agua, tribulaciones y pruebas
difíciles, para formar en usted un carácter firme en la fe del Señor,
fuerte como el diamante y perla. Algunos serán molidos y otros
pisoteados como las uvas y el fruto del olivo para transformarlos y
producir en ellos buenos aromas. De acuerdo a la Palabra “Hermanos míos,
tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su
obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna” De modo que nuestra vida devocional es importante para que Dios
derrame sus bendiciones sobre nosotros como prosperidad en todas las
cosas, y salud y prosperidad del alma; asimismo nos harán atravesar el
valle de tribulaciones, de pruebas difíciles, por agua y por fuego, para
que de esta manera seamos aromáticos, fuertes como el diamante, hermoso
como perla. Así que hermanos cuando se encuentre por diversas pruebas y
tribulaciones busquen a Dios en oración y ruego, o si están felices den
alabanzas y acción de gracias a Dios.
Nuestra
vida no es color de rosa, también hay espinas. Así como en la
naturaleza, hay día de sol y de lluvia, día nublado y de viento, también
en nuestra vida cotidiana habrá día de sosiego, o gozo, pero también
hay día de tribulaciones y del sufrimiento, en donde el Señor estará
trabajando, formando en usted un carácter maduro. Nosotros crecemos
atravesando el valle del sufrimiento, pero también gozamos de las
bendiciones del Señor; más en los sufrimientos somos moldeados y
transformados; luego, gozamos de las bendiciones del Señor. Así
viviremos hasta que vayamos al reino de Dios, para entonces nos habremos
convertidos en unos cristianos aromáticos, fuertes como el diamante y
hermoso como la perla.