Las 10 frases más emblemáticas de Nelson Mandela
"Quiero recordar con simples palabras su humildad, su gran humanidad por la que el mundo entero tendrá para siempre gran gratitud para con él"
Expresemos la profunda gratitud por una vida vivida al servicio de la gente de este país y de la causa de la humanidad.
Los siguientes mensajes, forman parte de los 10 más significativos que dejó el líder sudáfricano fallecido este jueves. "Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo", fue una de las tantas declaraciones que marcaron sus discursos.
Madiba, como se le conoce en Sudáfrica, quizás el estadista más amado
del mundo y un "showman" natural, murió en Johannesburgo tras pasar los
últimos años alejado de la vida pública.
Mandela pasa a la historia
no solamente por ser el primer presidente democrático de Sudáfrica sino
también por conseguir poner fin a la segregación racial. El premio
Nobel de la Paz logró convertirse en héroe, no solo de una nación sino
de todo el mundo.
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918,
en Mvezo, un pueblo sudafricano con apenas 300 habitantes. Luego de la
escuela secundaria comenzó a estudiar en el Colegio Universitario de
Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes. Allí fue elegido
como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles, siendo más
tarde expulsado junto con un compañero, por participar en una huelga
estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941 completó sus
estudios de bachillerato a distancia en la Unisa. Estudió derecho en la
Universidad de Wiswatersrand, donde se recibió en 1942.
Dos años más tarde ingresó al Congreso Nacional Africano (ANC, por
sus siglas en inglés), un movimiento de lucha contra la opresión de los
negros sudafricanos. Mandela al poco tiempo se convirtió en uno de los
líderes de la Liga de la Juventud del Congreso, que llegó a constituir
el grupo dominante del ANC.
LUCHA CONTRA LA SEGREGACION RACIAL
Su ideología se basaba en un socialismo africano, es
decir, nacionalista, antirracista y antiimperialista. Aunque en un
principio sólo defendían los derechos de su propio grupo, terminaron
haciéndolo con la unión de los distintos grupos culturales de raza negra
para desarrollar una estrategia común y así proteger sus intereses y
luchar en contra del Apartheid, creado en 1948, cuando llegó al poder
sudafricano el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación
racial creando esta política.
En 1952, Mandela, luego de una represión que produjo
8000 detenciones, incluyendo la de él, fue recluido en Johannesburgo,
donde estableció el primer estudio de abogados negros de Sudáfrica. Al
cumplir su condena, reapareció en público tres años después.
Por su parte, en 1961, Mandela fue elegido secretario
honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda Africa, un nuevo
movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra
el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; mientras,
continuaba dirigiendo el ANC.
ENCARCELADO 27 AÑOS
Estuvo preso en penosas condiciones durante 27 años.
Durante ese tiempo el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones
para que fuera puesto en libertad. Fue así como el mito creció,
convirtiéndose Nelson Mandela en un símbolo de la lucha contra el
Apartheid, dentro y fuera del país.
Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la
República por el Partido Nacional, liberó a Nelson Mandela en 1990,
convirtiéndolo en su principal interlocutor para negociar el proceso de
democratización. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.
Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de
Sudáfrica, manteniendo a De Klerk como vicepresidente. Desde ese cargo
Nelson Mandela puso en marcha una política de reconciliación nacional.
Al asumir su cargo de presidente renunció a una tercera
parte del salario y creó el Fondo Nelson Mandela para la Infancia. "Si
yo no hubiese estado en prisión, no sé si hubiera sido tan bueno con los
niños. Estar preso durante 27 años sin ver niños es una experiencia
terrible", aseguró.
Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica y que murió
este jueves a los 95 años, fue artífice de un buen número de citas que
se han convertido en símbolo de tenacidad y de lucha por la libertad,
los derechos humanos y la igualdad racial. Acá te dejamos algunas:
1.- "Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo
mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a
llamarse a sí mismo un hombre".
2.- "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo".
3.- "Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo"
4.- "Siempre parece imposible hasta que se hace".
5.-"Solo los hombres libres pueden negociar (...). Vuestra libertad y la mía no pueden separarse".
6.- "La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre
ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país,
puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo
tanto, dormiré por toda la eternidad".
7.- "Yo no tenía una creencia específica, excepto
que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada
vez más y más apoyo".
8.- "Me gustan los amigos que tienen pensamientos
independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los
ángulos".
9.- "Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí".
10.- "Nadie nace odiando a otra persona por el color
de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a
odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a
amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su
contrario"
Creo sinceramente que Nelson Mandela, es el mejor ejemplo de la enorme importancia del perdón.
»El perdón es el ingrediente fundamental para curar, para apaciguar
la mente y el corazón. Cuando no se cierran las cicatrices del pasado
con el perdón, la mente vuelve a revivir una y otra vez esos momentos de
dolor, y el sufrimiento se convierte en nuestro indeseado compañero de
viaje, reviviendo una y otra vez, absurdamente, la angustia de otra
época.
Si no se perdona, ese sufrimiento puede llegar a ser crónico y
convertirse en odio, el peor de los sentimientos del ser humano. El odio
termina destrozando nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vida, ya
que el odio es como el fuego: cuando no se apaga lo consume todo.
»La falta de perdón ha alimentado rencores ancestrales; ha provocado
guerras, ira y dolor, transmitiendo el odio a nuevas generaciones, que
han aprendido a odiar, privándose de sus mejores recuerdos, de su
presente, su alegría, su paz y su futuro, destruyendo sus vidas y las
de otros por no ser capaces de perdonar al permanecer anclados al
pasado.
»Arrastramos nuestros problemas desde el pasado al presente cuando
no somos capaces de perdonar. El odio genera sufrimiento y surge por la
falta del perdón. Es el sentimiento más inútil y venenoso de la
humanidad, ya que sólo hace sufrir al que odia, mientras el odiado tal
vez ni siquiera es consciente de que es odiado, por eso hay que
desterrarlo, ya que el que odia es el único que sufre en esta ecuación.
El perdón es aceptación, es bondad y compasión, es el generador de
la paz. El perdón equivale a enterrar el corrosivo equipaje de las
heridas del pasado para abrir las puertas de un nuevo presente.
Mandela comprendió mejor que nadie la importancia del perdón, y no
solo lo comprendió, lo aplicó, y tras 27 años de prisión, no se quedó
anclado en el pasado, sabía que el pasado no determina el futuro, fue
capaz de perdonar y avanzar en paz hacia un futuro mejor y transcender
en su tiempo, dejando su legado para la historia, siendo el mejor
ejemplo de humanidad para la humanidad.
Dijo Mandela – “Mientras salía por la puerta de la cárcel hacia la
puerta que llevaba a mi libertad, sabía que si no dejaba mi amargura y
el odio atrás, todavía sería un prisionero” -Nelson Mandela
Gracias Madiba, descansa en paz.
*Pero aquí hay cinco cosas que quizás usted no sabe sobre el fallecido líder sudafricano.1. Era fanático del boxeo
Nelson Mandela (1918-2013)
En su juventud, a Nelson Mandela le
gustaba practicar boxeo y correr carreras de larga distancia. Incluso
durante los 27 años que pasó en prisión, entrenaba todas las mañanas.
"No era la violencia lo que me gustaba del boxeo
sino su ciencia. Me intrigaba cómo el cuerpo se mueve para protegerse a
sí mismo, cómo se utiliza una estrategia para atacar y retirarse, cómo
uno maneja su propio ritmo", escribió en su autobiografía, “El largo
camino hacia la libertad”.
"El boxeo es igualitario. En el ring, el rango,
la edad, el color y la riqueza son irrelevantes. Nunca participé en
ninguna pelea después de que entré a la política. Mi principal interés
era entrenar. Me parecía que el ejercicio riguroso es una excelente
solución para la tensión y el estrés. Después de una sesión extenuante
de ejercicios, me sentía más ligero, tanto mental como físicamente",
escribió.
Entre los objetos que atesora el Museo de la
familia Mandela en Soweto, los visitantes pueden encontrar el cinturón
de campeón mundial que le regaló a Mandela el boxeador estadounidense
Sugar Ray Leonard.
2. Su nombre original no era Nelson
Rolihlahla Mandela tenía nueve años cuando una
profesora de la escuela primaria metodista donde estudiaba en Qunu,
Sudáfrica, le dio el nombre inglés - Nelson - de acuerdo con la
costumbre de darles a todos los niños en la escuela nombres de pila
cristianos.
Esta era una práctica común en Sudáfrica y en
otras partes del continente, donde una persona a menudo recibía un
nombre en inglés que a los extranjeros les resultase más fácil de
pronunciar.
Rolihlahla no es un nombre común en Sudáfrica.
Es de la lengua Xhosa, uno de los 11 idiomas oficiales del país, hablado
por aproximadamente el 18% de la población. Literalmente significa
"tirar de la rama de un árbol", pero su significado coloquial es
"alborotador".
Sin embargo, en Sudáfrica, Mandela era llamado a
menudo por el nombre de su clan - Madiba - que los sudafricanos
utilizaban por respeto.
3. Se olvidó las gafas cuando salió de la cárcel
La liberación de Nelson Mandela ocurrió el 11 de
febrero 1990 tras años de presión política contra el apartheid. Ese día
estaba "asombrado y un poco alarmado", recordó más tarde.
Mandela y su entonces esposa Winnie fueron trasladados al centro de Ciudad del Cabo, donde los esperaba una multitud eufórica.
Pero cuando sacó el texto de su discurso, se dio
cuenta de que se había olvidado las gafas y tuvo que pedirle a Winnie
las suyas.
4. Se vistió de chofer para evadir a la policía
Después de pasar a la clandestinidad debido a
sus actividades con su partido, el Congreso Nacional Africano, la
capacidad de Mandela para evadir los servicios secretos le valió el
apodo de "La Pimpinela Negra", en alusión a la novela "La Pimpinela
Escarlata", que trata sobre un héroe con una identidad secreta.
Mandela es conocido por haberse disfrazado de
chofer, jardinero y chef con el fin de viajar por todo el país pasando
desapercibido frente a las autoridades. Nadie parece saber cómo Mandela,
que había estado operando de manera clandestina y con identidad falsa,
fue finalmente hallado y arrestado.
5. Tenía su propio bufete de abogados, pero tardó años en obtener su título de Derecho
Mandela estudió derecho de manera discontinua durante 50 años desde 1939, suspendiendo la mitad de las materias.
Un diploma de dos años en leyes obtenido después
de su título universitario le permitió ejercer, y en agosto de 1952 él y
Oliver Tambo establecieron la primera firma de abogados negros de
Sudáfrica, “Mandela y Tambo”, en Johannesburgo.
Él perseveró y finalmente consiguió el título de abogado en la cárcel en 1989.
"Admiramos a este hombre valioso"