"Podemos pedir a Dios cosas materiales que necesitamos!
Amados lectores antes de pedirle algo a nuestro Dios, recuerda todo lo que 'Él' ya te ha dado y entregado en tus manos, y dar gracias primeramente por la vida, salud y los alimentos que son nuestra prioridad. Es maravillosa la provisión de Dios para todos los seres humanos, el deseo de el topoderoso creador "es dar 'amor' de repartir-lo en abundancia para todas sus criaturas en variedad para todos, incluyendo a los animales y plantas 'cuidándola' porque el hace llover para buenos y malos y hace salir su sol para justos e injustos, disfrutados y gozando de tal manera 'que nuestro corazón se eleve al cielo en agradecimiento y alabanza.
No solo acudamos a la oración en los malos momentos. Cualquier
motivo de alegría y gozo es porque Dios lo ha permitido. Todos conocemos
el Padre Nuestro, no comienza así: “Danos el pan nuestro de cada día y
perdona nuestras ofensas”
Sino en actitud de humildad y de alabanza
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a
nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
9 Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas
Como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación,
Sino líbranos del mal,
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,
Por todos los siglos. Amén”
Veamos en el evangelio de Mateo:
“Vosotros, pues, oraréis así:9 Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas
Como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación,
Sino líbranos del mal,
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,
Por todos los siglos. Amén”
¡Que hermosa oración! Comienza con una alabanza reconociendo la
divinidad del Padre, pero el versículo 10 no es otra cosa que una
petición; El versículo 11 una petición por el pan diario; El versículo
12 una petición por perdón; el 13 una petición para ser librados de la
tentación y el final del versículo 13 concluye explicando el porqué de
esas peticiones: “¡porque de Él es el Reino, el poder y la gloria por
todos los siglos!”
Si el Señor sabe que necesitamos alimento entonces ¿para que pedirlo,
como en el Padre Nuestro? Vayamos mas allá, si Dios sabe que nosotros
tenemos necesidad de perdón, entonces, ¿Para qué pedir perdón? ¿Y por
que ser específico? Ha pedido perdón alguna vez diciendo “Señor
perdóname por el pecado aquel… tu sabes cual… el de sábado…” ¿o no dice la Biblia que debemos confesar nuestros pecados?, pero ¿si ya Dios los conoce?
Porque el pedir significa reconocer que dependemos de Dios para todas
las cosas y le somos agradecidos por estas. Si yo lucho trabajando duro
para tener dinero y comprar comida, ¿debería entonces cancelar el
versículo 11 de mi Padre Nuestro? No necesito pedir pan, pues me lo gano
yo con mi trabajo. Eso sería soberbia, soberbia pura y dura.
Debemos hacer peticiones NO porque Dios no las sepa ya, sino porque
de esa manera reconocemos en humildad primeramente, que necesitamos de
Él para suplir dichas necesidades, y en segundo lugar reconocemos que a
Él le pertenecen todas las cosas. Del Señor es la tierra, su plenitud,
el mundo y todos los que en él habitan. ¡Dame el pan de cada día, porque
aunque trabajo y creo merecerlo, todo el pan es tuyo y está en ti
dármelo, así como todas las cosas!
Una realidad de nuestra vida como cristianos, es que muchos oramos, y
le pedimos muchas cosas a Dios, sin embargo realmente no sabemos como
hacerlo, pues pidiéndole a Dios podríamos estar condicionando nuestra
relación con el o bien pecando al tratar de poner en “palabras bonitas”
algo que no es agradable a Dios, debemos ser consientes de que por mas
“bonitas” que sean las palabras que ponemos en nuestras oraciones y
peticiones, por encima de todo eso esta Dios, y el conoce las verdaderas
intenciones que hay en nuestros corazones.
Lee con atención: Proverbios 30, 7-9 (Las palabras de Agur)
“Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mi; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.”
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mi; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.”
Esta parece ser una petición sencilla, humilde, agradable a Dios… sin
embargo, si la analizamos un poco, notaremos que Agur, realmente lo que
esta haciendo es condicionando su relación con Dios, y pone a Dios en
una posición difícil, pues le dice que si le bendice y le prospera se
alejara de el, y si no lo hace también lo hará.
No podemos en nuestras peticiones pedirle a Dios estas cosas, nosotros debemos siempre pedirle a Dios que nos bendiga que nos prospere, pues 'caminando de su lado'siempre actuaremos de acuerdo a su palabra, y las bendiciones y prosperidad no vendrán a nosotros sino cuando sea el tiempo de Dios; 'para alcanzar las bendiciones de nuestro Padre debemos ser fieles y obedientes en todo momento.
No podemos en nuestras peticiones pedirle a Dios estas cosas, nosotros debemos siempre pedirle a Dios que nos bendiga que nos prospere, pues 'caminando de su lado'siempre actuaremos de acuerdo a su palabra, y las bendiciones y prosperidad no vendrán a nosotros sino cuando sea el tiempo de Dios; 'para alcanzar las bendiciones de nuestro Padre debemos ser fieles y obedientes en todo momento.
1 Crónicas 4, 10
“E invoco Jabes al Dios de Israel diciendo: ¡Oh, si me dieras
bendición, y ensancaharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo,
y me libraras de mal, para que no me dañe! y le otorgo Dios lo que
pidió.”
Jabes en esta petición contrario a la petición Agur, le pide a Dios
que le bendiga … que le prospere… que le proteja de todo mal, todo lo
que pidió le fue otorgado por Dios.
Nuestro Padre Celestial nos ama, y esta dispuesto a darnos todo
cuanto le pidamos, siempre y cuando sepamos cual es la manera correcta
de hacerlo.
En la predica de este domingo, mi pastor hablaba sobre este tema, nos daba algunos ejemplos interesantes:
Muchas veces tal vez ahí algunos hermanos de la iglesia incluso, que
son “mujeriegos” y no viven realmente su fe, y puede que ser que en sus
peticiones a Dios digan “Padre… te pido por favor que me bendigas con un
carro, para que así las hermanas de la iglesia no se tengan que estar
mojando en las fuertes lluvias de estos días, y pueda yo a través de tu
bendición llevarles a sus casas”
Me hizo muchisima gracia el comentario… y la verdad es que es
completamente valido… por supuesto Dios nunca le bendecira a este
hermano con el carro que le pide.. pues como lo mencione desde un
principio, Dios conoce las verdaderas intenciones de nuestro corazón.
Debemos ser humildes y antes de pedirle a Dios algo, debemos analizar
si lo que estamos pidiendo es algo que realmente necesitamos, o es algo
que pedimos para satisfacer nuestros deseos carnales, nuestros deseos
de sobresalir y vernos superiores. Debemos tomar conciencia de el hecho
de que quizá si después de MUCHO tiempo pidiéndole algo a Dios y no se
nos ha concedido… es porque ya Dios nos ha respondido. Debemos entender
que aunque Dios nos ama, al igual que nuestros padres terrenales el
también a veces debe decir NO, por nuestro propio bien… para que
aprendamos que las cosas cuestan, y para que aprendamos que no se nos va
a complacer con cualquier “caprichito” que tengamos… pero que si
pedimos lo que de verdad necesitamos… siempre lo tendremos.
Esta es la primera de mis enseñanzas por este medio, espero que sea
de tanta bendición para usted como lo ha sido para mi. Agradezco sus
comentarios y sugerencias. Que Dios les bendiga.
Romanos 8, 26-27
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;
pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”