En la vida hay muchos momentos en los cuales tendremos que tomar decisiones importantes y otros momentos en donde se tomaran decisiones que a lo mejor no sean tan importantes, pero eso no quiere decir que no se necesiten ser evaluadas.
La mayoría de nosotros tomamos
decisiones apresuradas, decisiones impulsadas muchas veces por nuestras
propias emociones, creyendo que lo que lo que vamos a decidir es lo “correcto” desde nuestro “sabio” punto de vista humano.
Y es que no vamos a negar que la mayoría
de decisiones tomadas bajo impulsos de nuestras emociones terminan con
un resultado nada agradable. Pero aun así, muchos de nosotros no
aprendemos y seguimos tropezándonos con la misma piedra, pudiendo
evitarlas.
Hoy quiero recordarte lo importante que
es, además de útil, el hecho de sentarte y evaluar las decisiones
importantes que vamos a tomar en nuestra vida, en cualquier ámbito, ya
sea espiritual, laboral, familiar o ministerial.
Una buena decisión es aquella que se
toma sin prisa, es aquella que se evalúa, se compara y sobre todo que se
toma dirigido por lo que el Señor quiere para nosotros y no por lo que
nuestros impulsos humanos nos llevan a tomar.
1. Porque de muchas de ellas dependen nuestro bienestar en la vida.
2. Porque el sabio evalúa y si ve mal, se aparte de él.
3. Porque tengo que estar seguro que la Biblia respalda la decisión que quiero tomar.
4. Porque antes de tomar la decisión final debo haber sentido paz en mi corazón de que Dios me respaldara en lo que haré.
5. Porque a Dios le agrada que lo tome en cuenta en todo lo que haga en mi vida.
Autor: Enrique MonterrozaYo no sé qué clase de decisión estés a
punto de tomar o quizá dentro de los próximos días o semanas tendrás
enfrente una decisión importante que tomar, es allí en donde hoy Dios te
quiere recordar lo importante que es SENTARTE Y EVALUAR la decisión que llevaras a cabo.
Ya no es tiempo de dejarnos llevar por
lo que creemos que es lo correcto o por lo que parece que es un camino
fácil, es mejor ir delante de la presencia del Señor, descansar en El,
meditar en su Palabra y sobre todo esperar una respuesta de El sobre que
decisión es la que debemos de tomar, por eso lo importante que es
sentarse y evaluar, como un sinónimo de saber esperar y meditar en lo
que la voluntad de Dios quiere para nosotros y no lo que nuestra
voluntad humana nos quiere llevar a creer que es lo correcto.
Termino con un versículo que en los
últimos días ha impactado en gran manera a mi corazón y a mi vida, es el
siguiente capítulo según la Versión de la Biblia de Lenguaje Actual:
“No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal”.
Proverbios 3:7
“Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor”
Salmos 37: 5