“TOCANDO EL CORAZÓN DE DIOS”
'Quiero tocar tu corazón Dios' |
En el caminar cristiano nos enfrentaremos a muchas circunstancias las
cuales ameritaran de nuestra fidelidad a Dios, lo cual como resultado
alegrara El Corazón de Dios.
Hay muchas cosas que causan alegría en el Corazón de Dios pero hay otras muchas que causan dolor en El Corazón de Dios. David fue un hombre conforme al corazón de Dios un hombre que alegraba el corazón de Dios, pero por otra parte también fue un hombre que cometió varios errores.
Pero la pregunta de esta noche seria: ¿Cómo Tocar o Alegrar el Corazón de Dios?
Hay muchas cosas que causan alegría en el Corazón de Dios pero hay otras muchas que causan dolor en El Corazón de Dios. David fue un hombre conforme al corazón de Dios un hombre que alegraba el corazón de Dios, pero por otra parte también fue un hombre que cometió varios errores.
Pero la pregunta de esta noche seria: ¿Cómo Tocar o Alegrar el Corazón de Dios?
I. PARA PODER TOCAR O ALEGRAR EL CORAZÓN DE DIOS DEBEMOS DE SABER QUE COSAS LE DESAGRADAN, ENTRE ELLAS TENEMOS:
• Una vida pecaminosa: esta es aquella que no huye del pecado sino que al contrario, el pecado le causa placer.
• El acomodo en la vida espiritual: Aquella persona que vive una vida espiritual pasiva, en el sentido que no hace nada por mejorar su relación con Dios.
• La falta de sensibilidad al servicio: Esto
es aquella persona que no ve el servicio a Dios como una forma de
agradecerle y agradarlo sino mas bien como una carga dura de llevar.
• Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los
ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre
inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies
presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el
que siembra discordia entre hermanos. (Proverbios 6: 16-19)
II. POR OTRA PARTE HAY COSAS QUE TOCAN O AGRADAN EL CORAZÓN DE DIOS, ENTRE ELLAS TENEMOS:
• La Fidelidad frente a situación que lo ameritan: Cuando somos tentados a pecar o a fallarle a Dios e diferentes casos.
• La Humildad y Sencillez de corazón: Cuando
no hay altivez en nuestro corazón sino que reconocemos que lo que
tenemos y somos es por pura gracia y misericordia de Dios.
• Una vida que anhela y busca el fruto del Espíritu:
Esto es una vida que realmente tiene una relación personal con Dios y
ello la lleva a buscar y mantener el Fruto del Espíritu es su vida y no
solo el Fruto sino que también los dones del Espíritu, lo cual solo se
lograra con una comunión cercana con nuestro Padre Celestial.
• Una Vida que le sirve con amor: Esto
es una vida que no pone condiciones para servir ni siente que el
servicio a Dios es una carga sino que al contrario busca la manera de
servir porque se siente agradecido por lo que Dios ha hecho en su vida.
• La Disposición de nunca rendirse frente a las situaciones difíciles que enfrenta: Esto
es una vida que pese a fallar siempre esta dispuesto a dejarse moldear
por el Señor y que sea el quien lo encamine nuevamente. También una vida
que frente a las crisis de la vida no se rinde sino que al contrario
siempre da Gloria a Dios por todo.
• Y lo mas importan que Toca el Corazón de Dios o lo alegra es: Aquella
vida que esta dispuesta a entregarse por COMPLETO a Dios no importando
las circunstancias ni el pecado, porque Dios no te veo como eres sino
como llegaras a ser cuando El te tome en sus brazos.
Conclusión:
Para poder tocar el Corazón de Dios necesitamos entregarnos por completo a El, el nos busca y anhela que nuestro corazón sea accesible a El, el quiere glorificarse en ti pero es necesario que comencemos a Tocar o Agradar el Corazón de Dios, basta ya de una vida sin sentido démosle sentido a nuestra vida primeramente Agrandando al Corazón de Dios.
Para poder tocar el Corazón de Dios necesitamos entregarnos por completo a El, el nos busca y anhela que nuestro corazón sea accesible a El, el quiere glorificarse en ti pero es necesario que comencemos a Tocar o Agradar el Corazón de Dios, basta ya de una vida sin sentido démosle sentido a nuestra vida primeramente Agrandando al Corazón de Dios.
TEXTO: SALMOS 51: 10
Autor: Enrique Monterroza
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