Según un dicho popular, el amor hace iguales. Y este amor grandioso e increíble de Dios hacia los hombre le hizo bajar hasta lo más profundo de nuestra humanidad. Compartió la vida del pueblo sencillo de su tiempo. Vivió, como uno más, la vida escondida y anónima de un pueblito campesino. Sus penas y sus alegrías, su trabajo, su sencillez, su compañerismo; pero sin nada extraordinario que le hiciera aparecer como alguien superior a su gente. Nada puede separarnos del amor de Dios *Romanos 8:31
31 ¿Qué
podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como éstas? Si Dios está
a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?
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