¿Qué sería de nosotros si fueramos el ser humano más inteligente
del planeta? Quizás ganariamos mucho dinero por nuestro trabajo y
viviriamos comodamente en alguna mansión en el Caribe o algo por el
estilo.
Pues ese no es el caso de Gregori Perelman, el hombre más inteligente de nuestro tiempo. Perelman asombró al mundo académico al afirmar haber resuelto uno de los problemas más difíciles de las matemáticas, el Teorema de Poincaré.
El Terorema se encuentra en la lista de los siete problemas del milenio, que fueron elegidos por una institución privada de Cambridge, Massachusetts (EE.UU), el Instituto Clay de Matemáticas, para premiar con un millón de dólares américanos a quien resuelva al menos uno de estos problemas.
Cuando se reconoció la veracidad del trabajo de Perelman, se le otorgó la Medalla Fields en el marco del XXV Congreso Internacional de Matemáticos (ICM2006) con sede en Madrid en agosto de 2006, la cual rechazó argumentando no querer ser una mascota en el mundo de las matemáticas, estimando que no necesita otro reconocimiento sobre la validez de su trabajo. También rechazó el premio del millón de dólares diciendo que los jueces ni siquiera pueden entender la solución al problema, menos podrían ratificarlo.
Se sabe que ahora Perelman vive solo con su madre, abandonó el mundo de las matemáticas después de haber hecho semejante trabajo y prefiere una vida de soledad. Y es de esperarse, ¿quién podría socializar con un hombre cuyo nivel está muy por encima del nuestro? Incluso hay quienes afirman haberlo visto en un metro en San Petersburgo.
Gregori Perelman comprende y habla un lenguaje especial, pero no encuentra interlocutor con el que pueda entenderse. Sin embargo, no queda menos que admirar el trabajo tan sobresaliente que ha hecho.
Vía The Smoke Sellers.
Pues ese no es el caso de Gregori Perelman, el hombre más inteligente de nuestro tiempo. Perelman asombró al mundo académico al afirmar haber resuelto uno de los problemas más difíciles de las matemáticas, el Teorema de Poincaré.
El Terorema se encuentra en la lista de los siete problemas del milenio, que fueron elegidos por una institución privada de Cambridge, Massachusetts (EE.UU), el Instituto Clay de Matemáticas, para premiar con un millón de dólares américanos a quien resuelva al menos uno de estos problemas.
Cuando se reconoció la veracidad del trabajo de Perelman, se le otorgó la Medalla Fields en el marco del XXV Congreso Internacional de Matemáticos (ICM2006) con sede en Madrid en agosto de 2006, la cual rechazó argumentando no querer ser una mascota en el mundo de las matemáticas, estimando que no necesita otro reconocimiento sobre la validez de su trabajo. También rechazó el premio del millón de dólares diciendo que los jueces ni siquiera pueden entender la solución al problema, menos podrían ratificarlo.
Se sabe que ahora Perelman vive solo con su madre, abandonó el mundo de las matemáticas después de haber hecho semejante trabajo y prefiere una vida de soledad. Y es de esperarse, ¿quién podría socializar con un hombre cuyo nivel está muy por encima del nuestro? Incluso hay quienes afirman haberlo visto en un metro en San Petersburgo.
Gregori Perelman comprende y habla un lenguaje especial, pero no encuentra interlocutor con el que pueda entenderse. Sin embargo, no queda menos que admirar el trabajo tan sobresaliente que ha hecho.
Vía The Smoke Sellers.
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