"En cierta parte de África más de la mitad de la población está
infectada con el virus" nos dicen. "Millones de personas pueden
morir a causa del SIDA". Dicen los médicos.
"¿Cómo podemos librarnos de morir a causa del SIDA?" nos
preguntan muchas personas. Nosotros les decimos "el SIDA tiene
una causa, esta enfermedad viene porque damos rienda suelta a
deseos que son malos para nuestros cuerpos". Claro que debemos
tener en cuenta todos aquellos que son afectados indirectamente,
como los bebés que lo reciben de sus progenitores, o los que
reciben una transfusión de sangre infectada, estas inocentes
víctimas no son culpables pero sufren las consecuencias del
pecado que entró en el mundo desde Adán y Eva.
Tu médico te podrá verificar que puedes ser contagiado si
mantienes relaciones sexuales con un enfermo de SIDA. La persona
puede no presentar síntomas de estar enferma, los síntomas
pueden tardar mucho en aparecer pero aún así pueden ser
portadores del SIDA.
Así que juzguemos nuestro juego. Un equipo de fútbol sufre las
consecuencias cuando no obedece las reglas del juego, el otro
equipo puede tomar ventaja si consigue colocar el penalti. El
SIDA es el penalti por no haber jugado correctamente con
nuestros cuerpos en esta vida.
Si no respetas las leyes de una nación no sirve de nada llorar y
preguntarse. "¿Por qué estoy en prisión?" Estás en prisión
porque no has respetado las leyes del país. De la misma manera
sufrirás si no respetas las leyes que gobiernan tu cuerpo.
Cuando lanzamos algo al aire sabemos como reacciona a la ley de
la gravedad, el objeto caerá al suelo.
Esta es una de las muchas leyes existentes en nuestro planeta.
Esta es una de las muchas leyes existentes en nuestro planeta.
La Biblia nos dice que Dios hizo el sexo como una cosa
maravillosa para disfrutar solo dentro del matrimonio, pero así
como sabemos que sufriremos las consecuencias si rompemos una
ley, sabemos que la mayoría (NO TODAS) de las personas que
sufren el SIDA, generalmente, han roto la ley de Dios sobre sus
cuerpos (abusando sexualmente o drogándose).
Aún así podemos decirles que Dios puede curar nuestros cuerpos y
librarnos de cualquier enfermedad.
Pedro S. Recibió una llamada telefónica: "Tengo el SIDA,
necesito verle". Así que Pedro se entrevistó con este médico
hindú quien le dijo: "Me estoy muriendo a causa del SIDA.
Dicen que me queda poco tiempo". Mientras el doctor hablaba,
una lágrima corría por su mejilla. Continuó diciendo: "Me
acuerdo cuando Vd. Habló a 40.000 personas en aquella reunión en
Hyderabad (India) ... Vi cómo Dios le usaba para curar a un
enfermo que estaba allí. Cuando Vd. Pidió a Dios que lo sanase
vi como el se levantó y caminó" ... después le explicó a
Pedro como había contraído el SIDA. "Fui con diferentes
mujeres" explicó, "18 meses después comencé a sentirme
mal. Cuando fui al hospital me dijeron que tenía el SIDA y que
no viviría mucho tiempo". Añadió después, "He ido a la
India para despedirme, antes de mi muerte, de mis amigos y
familiares. Fue alguien de allí quien me aconsejó que le
visitase a Vd.". Me dijo "Dios puede usar a Pedro para
sanar tu cuerpo".
Entonces Pedro le dijo: "Habla con Dios, dile: Me arrepiento
de todos mis pecados. Creo que Jesús murió por mis pecados".
Después Pedro oró a Dios: "Dios cúrale de esta enfermedad".
Pedro confió en que el poder de Dios inundaría el cuerpo de
aquel hombre y le sanaría del SIDA.
La siguiente vez que Pedro vio al doctor éste le dijo: "Estoy
sano, Dios me sanó cuando oraste por mí. Ya no tengo el SIDA".
¿Porqué no experimentas tu lo que Dios puede hacer para ayudarte
a ti? Habla con Dios. Pídele a Dios "Dame el poder de tu
Santo Espíritu para decir NO a los deseos que causan el SIDA".
Pero debe añadir con verdadera fe y sinceridad. "Me
arrepiento de todos mis pecados, de todas mis malas acciones.
Creo que Jesús murió en mi lugar como castigo por mis pecados".
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